Evangelizar, ahora y ya!

Quiero hacer un paréntesis en mis reflexiones sobre la doctrina Trinitaria, para tocar un tema que me parece importante.

Recientemente en un foro donde suelo participar llegó una joven católica con una inquietud. Se encontró con un conjunto de testigos de Jehová que le echaron en cara que ellos predicaban de puerta en puerta, mientras los católicos en nuestra apatía habíamos abandonado la gran comisión.

Entre las respuestas que recibió de parte de foristas también católicos, no faltó quien intentó justificar la apatía de muchos de nosotros, incluso citando textos bíblicos donde supuestamente Cristo prohíbe predicar de casa en casa, a saber:

“Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. En la casa en que entréis, decid primero: “Paz a esta casa.” Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa.” Lucas 10,1-7

Sin mencionar que este texto no necesariamente debe ser interpretado como la única forma para evangelizar con las condiciones actuales en que vivimos, un análisis detenido del texto demuestra que allí Jesús no está prohibiendo predicar de casa en casa, sino que estaba dando instrucciones puntuales para que una vez los discípulos entrasen en una ciudad, permanezcan alojados en una sola casa. Podrían así tener un techo donde dormir en las noches mientras realizaban las labores de evangelización durante el día.

Tampoco faltó quien alegó que no podíamos imitar a las sectas, y que andar de casa en casa no era adecuado porque era una violación a la privacidad de las personas. Que no les gustaba molestar, y que un posible método más adecuado era mediante “procesiones”.

Si, seguramente vamos a solucionar todo a punta de religiosidad popular….

Lo cierto es que la respuesta que debe dar esa joven a la secta no debe ser buscar excusas negando las virtudes que puede tener una predicación de casa en casa, sino recordar que los católicos evangelizamos de distintos modos, testimonio que dan los miles de misioneros católicos que en todo el mundo llevan el evangelio.

¿Y nosotros que?

Evidentemente no basta con decir que hay misioneros católicos predicando mientras nosotros nos quedamos tranquilos desde nuestro cómodo y estupendo sofá.

Las veces que tuve la oportunidad de predicar de casa en casa pude darme cuenta de cómo se puede llegar a personas que están alejadas de la fe y necesitan desesperadamente que el mensaje del evangelio les sea llevado, y YA. Muchos no están concientes de su necesidad, nosotros no debemos estar también inconcientes de ella.

Y los católicos que han tenido la ocasión de utilizar este tipo de predicación, han visto excelentes resultados, y aprovecho de citar varios casos:

Misión casa por casa devuelve esperanza a cubanos del centro de la isla

Diócesis brasileña termina campaña de evangelización casa por casa

Evangelizar casa por casa revigoriza parroquia, dicen sus miembros

La última noticia es particularmente interesante, porque se ve como luego de una de estas campaña de estas evangelización de casa por casa, otra Misa tuvo que ser añadida al horario de fin de semana, debido al incremento de fieles que comenzaron a asistir a la Iglesia.

El padre Flaviano Amatulli, campeón en regresar a hermanos extraviados al rebaño de nuestra Santa Iglesia, y quien no teme meter el dedo en la llaga a la hora de señalar nuestros fallos en vez de justificarlos, escribe:

Si estamos luchando por dar a conocer el Evangelio a los que están fuera de la Iglesia, ¿por qué no tenemos que luchar, antes que nada, para darlo a conocer a los que están dentro de la Iglesia? Pensar que no podemos, no tenemos los medios…, es pecar por falta de fe. Claro que podemos. Si los que dejaron la Iglesia, tienen la capacidad de visitar y anunciar “su” Evangelio a todos los que se quedaron dentro de la Iglesia, ¿por qué nosotros no vamos a trata de evangelizar a nuestros hermanos en la fe?

Cuando hacemos las visitas domiciliarias, muchos, al vernos, se alegran y nos dicen: “¡Que bueno que también ustedes se están preocupando por nosotros! Estamos cansados de recibir visitas solamente de parte de gente, que pertenece a otros grupos religiosos y tratan de arrancarnos la fe".

Así que, podemos y debemos hacer algo para enfrentar seriamente el problema de los alejados. Tenemos que ser “apostólicamente más agresivos", pasar al ataque, no quedarnos sentados viendo como tantos hermanos nuestros están siendo arrebatados por el lobo rapaz o se quedan excluidos del banquete, al que están llamados por su bautismo.

Parroquias y diócesis misioneras

Es necesario que cada parroquia y cada diócesis cuente con misioneros propios, que se dediquen a “pescar” (Mc 1,17), acercándose periódicamente a todos los alejados, para conocer su situación y emprender, caso, por caso, un camino de acercamiento a Dios y a la Iglesia.

Es tiempo de despertar. Es tiempo de organizarnos para buscar a la oveja perdida, no conformándonos con esperarla. Es tiempo de ensayar una nueva manera de ser Iglesia: una Iglesia más solidaria en todos los aspectos, no solamente en el aspecto material y cultural. Es necesario que resurja la misión. O nos hundimos. Aire nuevo o muerte por asfixia.”

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7 comentarios

  
jose de maria
Evangelizar fortalece por los cuestionamientos, pero indudablemente debe haber una preparacion fuerte y tener suficientes bases, a prepararnos que urge la evangelizacion.
13/07/08 6:22 AM
  
Ana
En los años de preparación al jubileo algunas parroquias enviaron jóvenes a sus vecinos se repartían los bloques de viviendas y no era esato de que se ha hablado de meterse en casas ajenas, eran vecinos y preguntaban si iban por la parroquia si no el porque´y que pedían y echaban de menos, al ser vecinos no eran mal rcibidos. Una vecina de un bloque llegó a organizar un grupo de oración en la Parroquia con personas del bloque que todavía sigue y se han adheridoo más personas del barrio. Quizá habria que retomar esas prácticas
13/07/08 6:19 PM
  
Eleuterio
Tengo que decir que en Torrent (Valencia) los Hermanos Paúles han venido, en lo que llaman "Misiones Populares" en varias ocasiones para Evangelizar y han ido de "casa en casa" para predicar y transmitir la Palabra de Dios.

De tal experiencia han surgido muchos grupos que cada 15 días nos reunímos a tratar temas relacionados con las Sagradas Escrituras y con nuestra vida ordinaria.

Como experiencia demuestra más que de sobra que es posible la Evangelización de casa en casa y como posibilidad, es buena.

13/07/08 7:33 PM
  
garcía
a la voz de ¡ar!
14/07/08 12:31 AM
  
Josafat
Que conmigo no cuenten, el catolicismo en absoluto debe copiar los métodos de los Testigos de jehová.

Asimismo comparto las críticas acerca de invasión de la privacidad y molestar y por último defiendo el principio de que la gente haga lo que le dé la gana.

Y si la gente pasa de la religión, pues yo lo respeto aunque no lo comparta es más lo considero una decisión errónea.

Pero que respeto si se ha plenamente libremente. Nadie tiene derecho a entrometerse en algo tan íntimo como la conciencia y tan relacionado con nuestra libertad.
14/07/08 2:08 PM
Siempre he pensado que no es imitar algo que los católicos hacíamos antes que otros soñaran existir.

Me pareció oportuno un comentario que una amiga me hizo respecto a esto, y es, que si los evangélicos comienzan a andar para arriba y para abajo con una Biblia, no quiere decir que tengamos que esconderla, por creer que con eso, vamos a terminar imitándoles.
15/07/08 2:44 AM
  
Miguel
Estoy un poco asombrado. Hace poco que he descubierto ReL, y voy leyendo poco a poco, interviniendo en alguna ocasión, y me sorprendo de que los blogs parecen algo disjuntos. Uno escribe en uno, pero no lee los otros.
Yo tengo constancia de que hay varios grupos en la Iglesia que evangelizan al estilo primigenio, que no es de los Testigos de Jehová (si es pertinente, en otro post hablaré un poco de esta gente) sino el que propuso Cristo a sus discípulos.
Hasta las misiones populares son de anteayer comparadas con la predicación puerta a puerta. No digamos los Testigos. Esos son de hace un rato.
Seguro que si Bruno leyera este blog os habría comentado antes que en el camino neocatecumenal llevamos años haciendo esta misión puerta a puerta. Y ni forzamos a nadie a oirnos, ni hemos invadido nada. Vas de parte del párroco, que es el que te envía a predicar (el que predica por su cuenta se predica a sí mismo, no a Cristo). Si te quieren escuchar, se propone lo que ha sido siempre el núcleo de la fe: Cristo a muerto por nuestros pecados y ha resucitado para que podamos vivir. Si el que escucha se interesa, le das tu experiencia de que lo que has dicho es verdad. Si necesita más profundidad, lo remites a la parroquia.
Para el misionero es una forma de reforzar la fe, aparte de una alegría profunda, incluso (más que nunca) si te dan con la puerta en las narices. Para el que escucha puede ser una oportunidad única de escuchar que Dios le ama.
08/08/08 9:18 AM

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