La Apologética Católica: Al Servicio de la Verdad, No del Oficialismo (parte 2)

Quiero continuar mi artículo anterior analizando otra argumentación que he visto en las redes sociales de la autoría de Argenis Parral, en donde intenta comprender y justificar el sentido de las palabras del Papa Francisco en su reciente viaje apostólico. Para no hacer una introducción muy larga, por favor léase mi artículo anterior primero, y léase la argumentación completa de Argenis en su perfil de Facebook.

Comienza Argenis:

“A propósito de las recientes palabras del Papa Francisco en su último viaje apostólico a los representantes de otras religiones es importante tener en cuenta que siempre que escuchemos, leamos o estudiemos lo que el Papa dice, debemos hacerlo teniendo en cuenta a quiénes se dirige y bajo qué contexto lo hace, porque no es lo mismo hablar a la Iglesia (como pastor y doctor de los fieles) que hablar a las demás Iglesias y Comunidades eclesiales (ecumenismo) y hablar a los representantes de otras religiones (diálogo interreligioso). En cada una de estas ocasiones el Papa siempre habla con la verdad, pero con un lenguaje adecuado y acomodado a sus oyentes, de ahí que no debemos esperar que hable de la misma manera a todos, sino entender el mensaje sustancial que a todos dirige teniendo en cuenta lo que enseña el Magisterio eclesiástico.”

Antes de continuar reproduciendo su argumentación, aquí es importante matizar varias cosas:

A la verdad no se renuncia:

Es cierto que ajustar el lenguaje para ser comprensible dependiendo a la audiencia a la que se dirige es perfectamente lícito y legítimo, pero también que la verdad siempre la misma, independientemente de la audiencia. Ajustar el lenguaje para ser comprensible no debe comprometer la claridad de la doctrina. El riesgo de que una declaración pública pueda ser interpretada como una equiparación de todas las religiones como igualmente válidas es muy grave, ya que contradice principios fundamentales del cristianismo, como la enseñanza de que Cristo es el único camino hacia el Padre (Juan 14,6).

Las palabras del Papa, especialmente en el contexto de un diálogo interreligioso, no deben dejar margen a confusión sobre esta verdad esencial. Esto es algo, que Papas anteriores han explicado de manera abundante en su Magisterio, he aquí algunos ejemplos:

Juan Pablo II – Encíclica Redemptoris Missio (1990):

En esta encíclica, San Juan Pablo II reafirma la necesidad de evangelizar, subrayando la importancia de no relativizar el cristianismo en el diálogo interreligioso:

“El anuncio de Jesucristo, que es ‘camino, verdad y vida’ (Jn 14,6), cobra su pleno sentido cuando se le propone de manera clara y directa, sin ocultar nada de la verdad revelada por Dios.” (Redemptoris Missio, n. 44).

Juan Pablo II advierte que el diálogo interreligioso no debe diluir la proclamación clara de Cristo como el único Salvador. Resalta que el mensaje cristiano debe ser propuesto en su totalidad, sin comprometer la verdad.

“El diálogo no nace de tácticas ni de intereses, sino de una profunda estima por todo lo que en los hombres ha realizado el Espíritu, que ’sopla donde quiere’ (Jn 3,8). No es una renuncia a la propia misión hacia los no cristianos, ni se deja en suspenso la invitación a aceptar la fe. Al contrario, el diálogo es exigido por una mirada que se dirige hacia la salvación universal.”
(Redemptoris Missio, n. 56)

“No puede haber verdadera cooperación en la obra de la salvación sin un respeto leal a las propias convicciones religiosas. Esto significa que en el diálogo interreligioso no se puede ocultar la verdad revelada ni relativizar el mensaje de Cristo.”
(Redemptoris Missio, n. 55)

Benedicto XVI – Discurso en el Encuentro de Asís (2011):

En un encuentro interreligioso en Asís, el Papa Benedicto XVI defendió el diálogo interreligioso, pero subrayó la necesidad de mantener la verdad de Cristo sin ambigüedades:

“El compromiso por el diálogo no puede implicar indiferentismo religioso ni el debilitamiento de la fe cristiana. Al contrario, este compromiso debe ser una expresión de nuestra convicción de que Cristo, el Verbo encarnado, es el camino, la verdad y la vida, y por lo tanto, el único Salvador del mundo.” (Discurso, Encuentro de Asís, 27 de octubre de 2011).

Benedicto XVI dejó claro que el diálogo entre religiones no debe llevar a diluir o comprometer la verdad de Cristo como único mediador de la salvación, reafirmando que la verdad debe ser preservada en su integridad. Ese mismo principio está presente a lo largo de todo su pontificado, incluyendo cuando hacía referencia al diálogo en entornos ecuménicos: “el diálogo, de cualquier forma se desarrolle —y son y pueden ser muy diversas, dado que el mismo concepto de diálogo tiene un valor analógico— , no podrá jamás partir de una actitud de indiferencia hacia la verdad, sino que debe ser más bien una presentación de la misma realizada de modo sereno y respetando la inteligencia y conciencia ajena.” (Reconciliatio et Paenitentia)

Reitero: el hecho de dirigirse a una audiencia diferente no justifica un mensaje que sea esencialmente incorrecto, como lo es afirmar que todas las religiones conducen a Dios. Si bien es cierto que el lenguaje puede adaptarse según el contexto y la audiencia, esto no implica que la verdad esencial de la fe católica pueda ser relativizada o modificada. El diálogo interreligioso debe promover el entendimiento mutuo y el respeto, pero nunca a costa de diluir la verdad fundamental de la fe cristiana. Adaptar el lenguaje no puede, en ningún caso, llevar a una confusión doctrinal.

No podemos ignorar el hecho de que una audiencia, especialmente no cristiana, no tiene por qué estar familiarizada con las homilías o enseñanzas previas del Papa ni con la doctrina de la Iglesia. Si se emiten declaraciones que no aclaran inequívocamente que la salvación se encuentra en Cristo y en la Iglesia (cf. Extra Ecclesiam Nulla Salus), existe el peligro de que los oyentes entiendan esas palabras como una validación de su religión como camino igualmente legítimo hacia Dios. Por otro lado, tenemos también el escándalo y la confusión entre los fieles católicos que escuchan tales afirmaciones tampoco debe ser minimizado.

Adicionalmente, cuando Argenis afirma que en cada una de estas ocasiones el Papa siempre habla con la verdad”, se extralimita probablemente de buena fe, pero al mismo tiempo cae en un error evidente pues promueve indirectamente una noción incorrecta de la enseñanza católica sobre la infalibilidad papal. La doctrina de la infalibilidad no enseña que el Papa sea infalible en todas sus declaraciones o actos. Tal afirmación sería una deformación de la verdadera doctrina, y lo que coloquialmente suelo llamar “papolatría” (entendido no en sentido literal, claro está).

El magisterio de la Iglesia es claro al establecer que la infalibilidad papal se aplica solo cuando el Papa habla ex cathedra, por tanto, un católico con una mínima formación doctrinal sabe que no es razonable esperar que el Papa hable siempre con la verdad en todas sus intervenciones informales. A lo largo de la historia, hemos visto ejemplos de Papas que han caído en errores doctrinales o han cometido acciones perjudiciales para la Iglesia, como fue el caso del Papa Honorio I, quien fue condenado póstumamente por sus errores; Juan XXII, que enseñó un error sobre la visión beatífica que luego se retractó; y Liberio o Vigilio, quienes cometieron graves errores en contextos políticos y teológicos. Estos casos muestran que no todo lo que dice un Papa fuera del marco de la infalibilidad puede ser considerado infalible o inmutable.

Continua Argenis:

“El diálogo interreligioso, aunque busca fines comunes y un acercamiento fraterno, también sirve a la Iglesia como un medio de evangelización

De acuerdo, pero ¿cómo puede ser un medio de evangelización si se da a entender que los otros caminos son igualmente válidos? Si el oyente cree que su camino lo llevará al mismo destino que propone la Iglesia, se pierde la urgencia del mensaje cristiano. Según el propio ejemplo que colocó el Papa Francisco, la diferencia entre ser hindú o ser cristiano es comparable a hablar inglés o español.

Este enfoque no tiene precedentes en la forma en que los santos evangelizaron. San Pablo, cuando habló en el Areópago de Atenas, utilizó el altar al “Dios desconocido” como punto de partida, pero rápidamente presentó a Cristo como el único camino de salvación (Hechos 17,23-31). San Esteban, en su predicación, no les dijo a los judíos que el judaísmo era suficiente para salvarles, sino que proclamó a Cristo, lo cual lo llevó al martirio (Hechos 7,51-60). Estos ejemplos muestran que el diálogo no debe comprometer la verdad de Cristo como único camino hacia Dios.

Luego Argenis cita a Juan Pablo II en Encíclica “Redemptoris Missio”, 55-56, para luego continuar:

“Juan Pablo II dice que en las diferentes religiones se encuentran destellos de aquella verdad que ilumina a todo hombre, aquellas semillas del Verbo de las que hablaron los santos Padres. Estos destellos de verdad son fruto de una intensiva e infatigable búsqueda de la verdad por parte del hombre, cuya verdad sabemos por la Revelación que es Cristo mismo (cfr. Jn 14,6). Entonces, si Cristo mismo es la Verdad y si sólo existe una sola verdad, es claro que aquella verdad presente en las demás religiones procede de Cristo, a Él conduce y sirve como una especie de preparación evangélica. Por lo tanto, si estas religiones tienen un destello de verdad, tienen un destello de Cristo, y si tienen un destello de Cristo, llegaron a Él, aunque imperfectamente, por voluntad del Padre: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió, no lo atrae” (Jn 6,44).”

Así pues, si las demás religiones encontraron un destello de Cristo, es claro que lo hicieron partiendo por diferentes caminos, así como dijo el Papa Francisco, y estos caminos, que las encaminan a Dios, las preparan para encaminarse por aquel único camino que es Cristo y a través del cual se llega al Padre (cfr. Jn 14,6).”

Esto es un claro ejemplo de lo que, en mi artículo anterior, denominé un inútil ejercicio de “gimnasia mental”. Se trata de un intento de hacer malabares con el Magisterio de la Iglesia, dando un salto interpretativo tan exagerado que dejaría pálido al campeón mundial de salto de garrocha.

Comencemos señalando algunas de las falacias presentes en este argumento:

Falacia de la equivocación: Argenis asume que cualquier “destello de verdad” en otras religiones es automáticamente un “destello de Cristo”. Aunque las otras religiones pueden contener elementos de verdad, eso no significa que estas religiones en su totalidad conduzcan a Cristo o que esos “destellos” sean equivalentes a la revelación plena en Jesucristo. El Papa Juan Pablo II, en Redemptoris Missio, reconoce que hay verdades parciales en otras religiones, pero esto no implica que esas religiones estén en igualdad de condiciones con el cristianismo o que conduzcan directamente a la salvación.

Generalización indebida: El argumento generaliza que, porque hay elementos de verdad en otras religiones, entonces estas conducen a Cristo. Este es un salto ilógico. Tener fragmentos de verdad no equivale a estar en un camino de salvación. Juan Pablo II menciona que esos elementos de verdad pueden servir como una preparación para el Evangelio, pero no significa que las religiones no cristianas conduzcan automáticamente a Cristo.

Confusión entre preparación y realización: Argenis confunde la noción de “preparación evangélica” con la “realización” de la salvación. Aunque las “semillas del Verbo” (como lo expresan los Padres de la Iglesia) pueden ser puntos de contacto para el Evangelio, esto no significa que seguir esas religiones sin conocer a Cristo conduzca al mismo destino. La preparación no es equivalente a la plenitud de la revelación en Cristo. El magisterio de la Iglesia es claro en que la salvación viene solo a través de Cristo y su Iglesia (Extra Ecclesiam Nulla Salus).

Falacia de composición: El hecho de que algunas religiones posean ciertos aspectos de verdad no significa que el conjunto de la religión en su totalidad conduzca a Cristo. La verdad presente en algunas religiones es fragmentaria y no suficiente para la salvación. Sólo a través de la plenitud de la revelación en Cristo se alcanza la salvación, y esto es algo que Argenis omite en su argumentación. Tomemos un ejemplo sencillo: Si yo hago un batido con agua, vitaminas y veneno, no puedo decir que ese batido es un camino que conduce a la salud, porque estaría atribuyendo al batido los efectos de algunos de sus elementos, pero en su conjunto, el efecto es otro. Razonando de ese modo podríamos llegar a la conclusión de que los israelitas podrían haber alcanzado la salvación si hubieran continuado adorando al becerro de oro. Del mismo modo, sería irracional suponer que alguien puede salvarse perseverando en la adoración de Shiva en el hinduismo. La Escritura es clara al condenar la idolatría, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. El becerro de oro fue una manifestación explícita de idolatría que apartó al pueblo de Dios, y del mismo modo, cualquier forma de adoración que no esté dirigida al único Dios verdadero no puede conducir a la salvación. Adorar falsos dioses es un camino que no lleva a la vida eterna, sino a la separación de Dios, y creo que está meridianamente claro que los dioses del hinduismo no son el mismo dios que Yahveh.

En resumen, Argenis malinterpreta la enseñanza de Juan Pablo II al confundir “destellos de verdad” con “camino de salvación”, y pasa por alto la distinción entre la verdad parcial presente en algunas religiones y la plenitud de la verdad en Cristo, que es necesaria para la salvación. 

Entiéndase además que un “destello” de verdad, solo puede ser considerado como una “preparación", no un “camino” que conduce a Dios, porque lo último es esencialmente pelagianismo al pensar que el hombre, por sus propias fuerzas y solo por algunos destellos de verdad puede por sí mismo llegar a Dios.

Argenis afirma:

“El Papa (Juan Pablo II) habló de las religiones no cristianas y del cristianismo como un fenómeno universal, sin equiparar el cristianismo con las demás religiones en valor o dignidad (cosa que tampoco hizo Francisco al mencionarlas conjuntamente). Más bien, destacó que las religiones son fruto de una búsqueda de la verdad, la cual se encuentra diseminada en ellas, y que esas semillas de verdad tienden, en última instancia, hacia el cristianismo”.

Aquí hay un claro intento de desviar la atención. Argenis comienza correctamente señalando que Juan Pablo II no relativizó el mensaje cristiano, pero luego, de manera superficial y entre paréntesis, desliza la afirmación de que “Francisco tampoco lo hizo”. Esta táctica parece esperar que los lectores, al estar de acuerdo con la primera parte, acepten automáticamente la segunda sin cuestionarla. El problema, sin embargo, es que hay una diferencia fundamental entre reconocer “semillas de verdad” en otras religiones y afirmar que estas religiones son caminos válidos que conducen a Dios. Mientras que la primera afirmación se alinea con el magisterio de la Iglesia, la segunda es una distorsión peligrosa que lleva al relativismo religioso. La distinción es crucial: las semillas de verdad pueden preparar el terreno para el Evangelio, pero no pueden ser equiparadas con los caminos que llevan a la salvación, que solo se encuentran en Cristo y su Iglesia. 

Sigue Argenis:

“Esta búsqueda que ha tenido más o menos éxito de la que el Papa habla, Francisco y Juan Pablo II la llamaron “caminos”; y el destello de verdad o semillas del Verbo a las que han aludido los santos Padres y los Pontífices, Francisco las reconoció cuando dijo: “… que llevan a Dios”, quien es la Verdad misma. Entonces, no hay contradicción ni con la Tradición ni con el Magisterio eclesiástico en las palabras del Papa Francisco.”

Por supuesto que haciendo uso de todas las falacias y malabarismos anteriores, se puede llegar a la conclusión de que ambas afirmaciones son similares, y se puede equiparar el Magisterio de varios Papas con las palabras improvisadas de otro, que no son Magisterio. A esto era lo que me refería con que esta forma de hacer apologética, me produce profundo asco, porque defienden posiciones que no deberían ser defendidas, porque no se tratan ni de Magisterio ordinario, sino de ocurrencias del Papa de turno. Este tipo de “apologetas” son los que hubiesen vitoreado al Papa Honorio e inducirán al error a hermanos católicos porque son personas totalmente acríticas que buscan justificar lo que diga el Papa de turno sea lo que sea.

Continua Argenis:

“Si nos preguntamos por qué el Santo Padre no usó literalmente las mismas palabras que sus predecesores, la respuesta está en lo dicho anteriormente: Francisco no se está dirigiendo a los católicos (como sí lo hicieron sus predecesores en aquellos documentos), sino a los representantes de otras religiones, los cuales también representan esa búsqueda de la verdad y esas semillas del Verbo presentes en ellos. Si Francisco hubiera hablado de las semillas del Verbo y sobre la preparación evangélica, además de hablar con un lenguaje incomprensible para ellos, parecería que intentaba hacer cierto proselitismo en medio de un diálogo interreligioso, donde el proselitismo no tiene cabida.”

Ya he aclarado que si bien es cierto que el Papa puede adaptar su lenguaje a diferentes audiencias, eso no justifica omitir o diluir verdades fundamentales de la fe, por lo que no hace falta volver sobre eso.

Ahora bien, Argenis es un ejemplo, de la deriva de muchos católicos en nuestra época, lamento decir, fomentada en parte por la continua tendencia del Papa Francisco de solo hacer referencia al “proselitismo” en su connotación negativa. Para Argenis, en el contexto del diálogo interreligioso, no hay cabida para un acto de “proselitismo” (entiéndase cualquier tipo de invitación a conocer a Cristo, su Evangelio y abrazarlo). Esta reciente tendencia la aborda Monseñor Ocariz en un interesante artículo que puede descargar aquí, y como excede el alcance de mi propio artículo, me limito a compartir una reflexión que yo también hice del mismo aquí:

Ecumenismo versus Proselitismo

Basta recordar los ejemplos de San Pablo y San Esteban haciendo diálogo interreligioso. Tiempos inconcebibles para Argenis, pero ¡qué tiempos aquellos!

Luego de que Argenis renunda un poco más sobre lo mismo finaliza:

“Dejemos, por tanto, de juzgar temerariamente al Papa Francisco y de calumniarlo tan osadamente. Estudiemos mejor y más asiduamente la doctrina católica sin prejuicios y con honestidad intelectual.”

He aquí el cierre con broche de “oro”: finalizar con una falacia en medio de una argumentación llena de falacias. Acusar a otros de “juzgar temerariamente” al Papa por señalar que algo que ha dicho es objetivamente incorrecto y perjudicial para la Iglesia es un claro ad hominem. Criticar con respeto no es un juicio temerario; es un derecho y, a veces, un deber de los fieles, como lo reconoce el propio Código de Derecho Canónico (canon 212 §3). No se puede reducir toda crítica razonada a una “calumnia”, y lanzar ese tipo de acusaciones sólo revela una papolatría acrítica y vergonzosa.

Es absolutamente necesario distinguir entre la crítica constructiva y la calumnia. Como he dicho, no es doctrina católica que el Papa sea infalible en todas sus declaraciones, y mucho menos en contextos improvisados como entrevistas o discursos informales.

Ilustrémoslo con un ejemplo: ¿Alguien se atrevería a decir que acertaba el Papa cuando calificaba a Emma Bonino como “una de las Grandes de Italia"? Estamos hablando de una mujer que alardeó haber participado en más de 10.000 abortos ilegales y clandestinos con una aspiradora casera que ella misma ideó (hay incluso fotos de ella haciéndolo). Para tener una magnitud del dislate, téngase en cuenta que una de las asesinas seriales más prolíficas de la historia fue la enfermera británica Amelia Dyer, quien es conocida por haber matado a entre 200 y 400 bebés en el siglo XIX. Pues bien, su lista palidece si se la contrasta con la de esta “Grande de Italia", ségun palabras del Papa.  

Pretender que señalar un error equivale a una falta de lealtad o respeto es simplemente un ejercicio de fanatismo que compromete la verdad y la misión de la Iglesia de proclamar el Evangelio sin ambigüedades. Flaco favor hacen estos apologetas a la Iglesia.

15 comentarios

  
Esron Ben fares
Creo que hay un error en el enlace donde dice "artículo anterior". Porque lleva a este mismo artículo.

Por otra parte, no hay que olvidar:
"Aparte de mi Satanás" que dijo Jesús en el evangelio de Mateo.

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JM: Volví a colocar el link por si acaso, pero téngase en cuenta que ambos artículos tienen la misma imágen, pero no el mismo contenido, por si eso causa confusión.
15/09/24 8:07 PM
  
Lucía Victoria
En cualquier caso, concluir que de la afirmación "todas las religiones son caminos para llegar a Dios“, cabe inferir que el Papa está diciendo que todas las religiones son iguales, me parece mucho interpretar... Como también me parece excesiva la interpretación de que con sus palabras Francisco está sugiriendo que todas las religiones alcanzan (o son caminos intercambiables para alcanzar) la salvación.

Pensando sobre este tema, he recordado un testimonio impresionante que prueba cómo desde el Islam, y con el Corán en la mano, también puede llegarse a Dios. Merece la pena verlo:

https://www.youtube.com/watch?v=6X7EZZ4uVcM

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JM: Por supuesto, decir que "todas las religiones son caminos para llegar a Dios" no equivale a decir que "todas las religiones son iguales", y está claro que el Papa no dijo eso ni lo quiso implicar.

Sin embargo, el problema radica en la afirmación misma de que "todas las religiones son caminos para llegar a Dios", lo cual no es cierto. Permíteme explicarlo con un ejemplo sencillo: imagina que para llegar a mi casa hay un camino recto, pero también otros caminos más largos y difíciles. Aunque uno puede ser mejor que otro, al final todos llegan al mismo lugar, por lo que la elección del camino no es crucial. Este es el problema: cuando se afirma que todas las religiones son "caminos", se sugiere implícitamente que, aunque varíen en dificultad, todas llevan al mismo destino, lo cual no es verdad.

El ejemplo de los idiomas que usa el Papa sigue la misma lógica: puedo aprender inglés, español o francés, y con cualquiera de ellos me comunicaré. Sin embargo, esto no aplica a las religiones. Adorar a Baal, Odín o Yahveh no es equivalente, ni conduce al mismo lugar.

Además, señalar que hay "elementos de verdad" en algunas religiones no significa que la religión en sí conduzca a Dios. Esto cae en una falacia de composición, que es asumir que, porque algunas partes son verdaderas, el todo también lo es, lo cual no es correcto en este contexto.
15/09/24 9:14 PM
  
Et tamen tota machina
blogger


Además, señalar que hay "elementos de verdad" en algunas religiones no significa que la religión en sí conduzca a Dios.


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Con todos mis respetos, está usted contradiciendo a la parte de Fe del Catecismo Mayor donde dice claramente que esos elementos de verdad PREPARAN para el evangelio, y como dicen los Padres: "Toda verdad, dígala quien la diga, viene del Espíritu Santo". :

Punto 843 Catecismo Mayor:
La Iglesia reconoce en las otras religiones la búsqueda, "entre sombras e
imágenes", del Dios desconocido pero próximo ya que es Él quien da a todos vida, el aliento y todas las cosas y quiere que todos los hombres se salven. Así, la Iglesia aprecia todo lo bueno y verdadero, que puede encontrarse en las diversas religiones, "como una PREPARACIÓN al Evangelio y como un don de aquel que ilumina a todos los hombres, para que al fin tengan la vida" (LG 16; cf NA 2; EN 53).



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JM: Confunde nuevamente preparación con realización, cosa que ya expliqué en el post. Imaginemos que tenemos una brújula. Esta brújula podría ayudar a señalar la dirección correcta para llegar a determinado destino, pero no es el camino en sí. Del mismo modo, los elementos de verdad presentes en otras religiones son como esa brújula: pueden orientar hacia la verdad, pero no son en sí mismos un camino que conduce a Dios. Por eso cuando Cristo dijo ser "EL camino" habló en singular, no hay más caminos, solo UNO. A parte de cuando se habla de que todas las religiones conducen a Dios, se hace referencia a la religión en su totalidad, no a elementos individuales, por lo que también cae en la falacia de la composición.

Eso sin mencionar que cuando se ha enseñado en el Magisterio que en las religiones puede encontrarse algún destello de verdad, no se sigue de allí que en todas las religiones los haya (falacia de generalización), por lo que tampoco, incluso adoptando su forma falaz de pensar, se podría ni siquiera asumir que todas las religiones serían un preparación para el Evangelio, mucho menos concluir que conducen a Dios. De hecho, hay muchas religiones que ni siquiera creen en Dios, e incluso hay otras que adoran al demonio.
15/09/24 10:15 PM
  
Crux ave, spes unica
Que alguien me corrija si estoy equivocado:

- En el coran se reconoce la Virginidad de María
- En el coran se reconoce que Jesús hacía milagros


¿ Acaso esto no son elementos de verdad, o semillas de Verdad tal y como afirma el Magisterio ordinario Universal de la Iglesia Católica ?


Son Verdades que preparan al evangelio

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JM: Da la impresión de que comenta sin leer el artículo. Eso o no se explica cómo se arma un muñeco de paja afirmando algo que nadie ha negado.
15/09/24 11:19 PM
  
África Marteache
Lucía Victoria: Me gustaría que explicaras no lo que, según tú, no dijo, sino exactamente lo que dijo.
¿Tenemos los católicos alguna "ventaja" por creer que Jesucristo es Hijo de Dios o es aleatorio? Porque si no tenemos más verdad, ni más de nada, podemos alternar entre el rezo del Credo, la confesión islámica y la Shemá. ¿Por qué si el género puede ser fluído la religión no? Si la combinación de "géneros" ya va por los treinta y tantos, la de religiones ni te cuento el juego que puede dar.
Los babalaos creen que Santa Bárbara es Changó y la Virgen de la Caridad del Cobre Yemanyá. ¡Qué bonito y multicultural!
16/09/24 12:00 AM
  
Vladimir
Todas las religiones conducen a Dios. Pero, a cuál Dios?
Obviamente no conducen a un mismo Dios, cada una lleva al dios en que ella cree. Por ejemplo, los Testigos de Jehová conducen a un dios que no es Trinidad y, por tanto, no al Dios al que conduce la Fe Católica, y así podríamos seguir poniendo infinidad de ejemplos.
El asunto es que hay que ir a Dios, pero AL DIOS VERDADERO y, para ello hay que estar en la religión que profesa la Fe en ese Dios, no en cualquier religión.
Todo Papa, que se precie de tal, sabe que sólo la Iglesia Católica está en la Verdad, porque sólo ella nos anuncia y nos lleva hacia el Dios verdadero.
Cuando en el año 2000, el Vaticano emitió la DECLARACION DOMINUS IESUS, enseñando claramente que solo en Jesucristo hay salvación y que la Iglesia Católica es el único camino para ir a El, muchos, dentro de la misma Iglesia, se rasgaron las vestiduras y protestaron contra tan tajantes afirmaciones. Muchos de esos, hoy ostentan mitra y ya vemos las consecuencias.
16/09/24 1:56 AM
  
Vladimir
"...un católico con una mínima formación doctrinal sabe que no es razonable esperar que el Papa hable siempre con la verdad en todas sus intervenciones informales..."
Pues yo sí lo esperaría. Creo que el Papa debe enseñar lo que enseña la Iglesia, en intervenciones formales e informales, en encuentros privados y públicos; etc. No concibo que sea de otra manera.

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JM: Puede esperarlo, pero no por eso va a ocurrir lo que espera.
16/09/24 2:07 AM
  
JSP
1. Nos guste o no la pastoral del Papa reiterada, predicada en cualquier lugar, es esta: "Una de las cosas que me impresiona de todos ustedes aquí presente es su capacidad para tener un diálogo interreligioso y eso es muy importante. Porque si comenzamos a altercar entre nosotros y a decir mi religión es mejor o es la verdadera, entonces ¿esto a donde nos llevaría? No podemos decir que mi religión es la verdadera y la tuya es falsa. ¿A dónde nos va llegar este tipo de intercambio? Que alguien me responda, ¿a dónde nos va a llevar este tipo de intercambio? Nos va a llevar a la destrucción.

Y está bien, se vale discutir, pero al final tenemos que reconocer que todas las religiones son un camino para llegar a Dios. Les voy a dar una analogía: son como los diversos idiomas que existen en el mundo, pero todos los idiomas tienen el propósito de llevarte al mismo Dios. Y si Dios es un Dios para todos, eso significa que todos somos hijos e hijas de Dios. Pero alguien dirá, no, mi Dios es más importante que tu Dios, ¿es eso verdad? Es un solo Dios, y todos nosotros en religiones distintas estamos en caminos diferentes para llegar a Dios. Algunos son hinduistas, otros son musulmanes, otros son cristianos. Son solamente diferentes caminos para llegar a Dios. ¿Entendieron?”
2. Pregunto: ¿qué parte no entendieron?
3. Pues, si "al final tenemos que reconocer que todas las religiones son un camino para llegar a Dios.", o bien "dios" es lo que dice cada religión o la suma de todas las religiones.
4. Arrianismo en estado puro, pues Jesús no es verdadero Dios, el Hijo de Dios.
5. Donde hay contradicción no hay Verdad, no está Cristo, pues Dios ni se engaña ni nos engaña. La Iglesia la funda el Señor Jesús aquí en la tierra como Sacramento universal de salvación, para que podamos ser otro Cristo. No para que seamos otro dios y hombre (=hombre viejo=seréis como dioses) mediante una falsa religión, sino para que seamos verdadero Hombre (=hombre nuevo), en santa humanidad de Cristo: única fórmula para ser asumido por el Cielo, única fórmula para ser súbdito en el Reino de Dios, única fórmula para nuestra felicidad eterna en la Vida que Dios nos dona por Su Santa Encarnación, Obediencia, Misión, Pasión y Resurrección.
6. La Tradición Apostólica nos enseña esa fórmula: los Mandamientos y el Evangelio del Reino. Y que hay dos caminos: el de Vida-Cristo o Muerte-falsas religiones (Didaché). Y Quien dice: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí." es el Único al que tenemos que seguir "a pies puntillas". Por lo que, si en una pastoral y/o documento pontificio no se da la confirmación en la fe católica, la firmeza en la Doctrina católica, la fidelidad a Dios y Su Cristo, esto es, existe alguna objeción a la Palabra de Dios, a Sus Mandamientos y Evangelio, a los dogmas de fe de Su Iglesia, es porque hay contradicción, es porque hay fornicación en el sentido de tergiversar la Palabra de Dios, es porque hay adulterio en el sentido de infidelidad a Dios y Su Cristo.
7. Luego para los fornicarios y adúlteros de la Palabra de Dios en la pastoral personalista, modernista y buenista, sólo reciben una divina sentencia para el día del Juicio personal, Juan 8:

40 Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso.

41 Pero ustedes obran como su padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios». Jesús prosiguió:

42 «Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió. [Obediencia].

43 ¿Por qué ustedes no comprenden mi lenguaje? Es porque no pueden escuchar mi palabra.

44 Ustedes tienen por padre al demonio y quieren cumplir los deseos de su padre. Desde el comienzo él fue homicida y no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, habla conforme a lo que es, porque es mentiroso y padre de la mentira.

45 Pero a mí no me creen, porque les digo la verdad.

46 ¿Quién de ustedes probará que tengo pecado? Y si les digo la verdad. ¿por qué no me creen?

47 El que es de Dios escucha las palabras de Dios; si ustedes no las escuchan, es porque no son de Dios».
16/09/24 4:37 AM
  
Cos
Lucía Victoria
Pensando sobre este tema, he recordado un testimonio impresionante que prueba cómo desde el Islam, y con el Corán en la mano, también puede llegarse a Dios. Merece la pena verlo:
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Si se fija verá como en este caso no es el Corán quien sirvió de camino hacia el Dios verdadero, sino Dios quien se sirvió del Corán para llevar a este hombre hacia el verdadero camino.
Esta es la diferencia sustancial que hay que hacer, la persona que busca a Dios en el marco de su experiencia vital y las religiones en sí como estructura de creencias con un desarrollo espiritual propio.

El Islam lo que enseña es que la Biblia es falsa, enseña falsedades. Lo se porque sigo un canal de Youtube en español llamado Sheij Qomi para enterarme precisamente de como piensa un musulmán, chiita iraní en este caso. También de su pensamiento en el terreno social, etc.
youtube.com/@SheijQomi

Con esto no estoy diciendo que los musulmanes sean malas personas, ni si quiera que no podamos aprender cosas de los musulmanes, sino que el Islam es una religión falsa, aunque también con sus destellos de verdad, como hay en muchos otros lugares.

Por otra parte, en el video que refiere se ve claramente como el Islam es una herejía del cristianismo, posiblemente aprendido de monjes nestorianos. No surge del crisol politeísta de la Arabia del tiempo de Mahoma, ni de influencias zoroástricas, asiáticas o lo que sea. Incluso se sirve de los evangelios apócrifos como en el caso del niño Jesús dando vida a un pájaro de barro.
16/09/24 8:45 AM
  
Et tamen tota machina
Eso sin mencionar que cuando se ha enseñado en el Magisterio que en las religiones puede encontrarse algún destello de verdad, no se sigue de allí que en todas las religiones los haya (falacia de generalización), por lo que tampoco, incluso adoptando su forma falaz de pensar, se podría ni siquiera asumir que todas las religiones serían un preparación para el Evangelio,

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Ni el Magisterio ni S Juan Pablo II excluyen a ninguna religión


San Juan Pablo II en audiencia general Miércoles 9 de setiembre de 1998 citando al magisterio:


"Recogiendo la enseñanza conciliar, ya desde la primera carta encíclica de mi pontificado, quise recordar la antigua doctrina formulada por los Padres de la Iglesia, según la cual es necesario reconocer «las semillas del Verbo» presentes y operantes en las diferentes religiones (cf. Ad gentes, 11; Lumen gentium, 17). Esa doctrina nos impulsa a afirmar que, aunque por diversos caminos, «está dirigida, sin embargo, en una única dirección la más profunda aspiración del espíritu humano, tal como se expresa en la búsqueda de Dios, de la plena dimensión de la humanidad, es decir, del pleno sentido de la vida humana» (Redemptor hominis, 11)."



Da la impresión de que usted es un apologeta que no conoce el Magisterio Ordinario Universal. La única opinión falaz es la suya

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JM: El Magisterio y san Juan Pablo II, cuando hablan de que en las diferentes religiones pueden encontrarse destellos de verdad, no pretenden hacer una afirmación que abarque absolutamente todas las religiones. Hablar en sentido general no es equivalente a hablar en sentido absoluto excluyendo el hecho de que pueden haber excepciones que confirmen la regla.

Observe por ejemplo, que en el texto que usted mismo proporciona se hace referencia a "las diferentes religiones" y no a "todas las religiones", y aún utilizando la palabra "todas" se puede mantener el sentido general dependiendo del contexto.

Yo puedo decir. "A los hombres les atraen las mujeres" y eso no es necesariamente aplica a absolutamente todos los hombres: algunos se sentirán atraidos a otros hombres. De igual modo, cuando la Escritura dice "todos pecaron" (Romanos 3,23), no se refiere absolutamente a todos los seres humanos, ya que Jesús y María no pecaron.

Ahora, bien puede interpretar esas palabras del Papa Francisco en un sentido absoluto, como algunos protestantes interpretan la Biblia, pero va a terminar cayendo en conclusiones absurdas, como pensar que el Papa Francisco está afirmando que el satanismo u otras religiones ocultistas también son caminos que conducen a Dios.
16/09/24 9:56 AM
  
bosco7591
El Dios de esas otras "religiones"...no puede ser el mismo que el nuestro.
Lo cual se puede deducir, por ejemplo, de lo siguiente:
-¿Cuántas veces menciona el Corán la palabra "amor"? Respuesta: SOLO 4 veces.
De las SOLO 4 veces que menciona el Corán la palabra amor, solo una vez se podría considerar que se refiere a amor al prójimo (a otro ser humano).
De los SOLO cuatro casos que se cita la palabra amor en el Corán: en el primer caso es para referirse al amor al ternero (capítulo 2, verso 93). En el segundo caso se refiere al amor a Alá (capítulo 2, verso 165). En el tercer caso se refiere al amor de lo apetecible…como las mujeres, los hijos varones, el oro y la plata por quintales colmados, los caballos de raza, los rebaños los campos de cultivo... (capítulo 3, verso 14). Y en el último cuarto caso se cita la palabra amor dentro de una frase que dice… "La piedad no estriba en que volváis vuestro rostro hacia el Oriente o hacia el Occidente, sino en creer en Alá y en el último Día, en los ángeles, en la Escritura y en los profetas, en dar de la hacienda por mucho amor que se le tenga, a los parientes, huérfanos, necesitados, viajero, mendigos y esclavos, en hacer la azalá y dar el azaque,…" (capítulo 2, verso177).
- ¿Cuántas veces menciona el Corán la palabra "castigo"? Respuesta: 344 veces.
-El Corán menciona la palabra “castigo” 344 veces.
-Y si en el Corán se contase también otras palabras de la familia "castigo"...como por ejemplo "castiga", "castigar" o "castigad"...el número de veces que aparecen estas palabras (de la misma raíz), en el Corán, aumentaría mucho; bastante por encima de las 344 veces que aparece la palabra "castigo".
-Concretando: el número de veces que aparecen en el Corán las palabras: "castigar, castigad, castiga, castigues, castigaré, castigaros, castigado, castigas, castigarles, castigará, castigaremos, castigáis, castigadle, castigaremos y castigue", es de 65 veces.
Lo cual se sumaría a las 344 veces que aparece la palabra "castigo".
16/09/24 2:14 PM
  
bosco7591
El Corán contiene nociones acerca de la Virgen María que provienen de fuentes apócrifas. Además de esto presenta a la madre de Jesús como "hija de Imran" (Sura 3, La Familia de Imran). El nombre "Imran' no aparece en la Biblia, pero sí el de Amram, padre de Moisés, Aarón y María, la hermana de Moisés y Aarón (Números 26, 59-60).
Como vemos, se confunde a María madre de nuestro Señor, con María la hermana de Moisés, que vivió 1500 años antes aproximadamente. El disparate es confirmado en la sura 19, 27-28, donde se le dice a la Virgen:
"¡Hermana de Aarón! Tu padre no era un hombre malo, ni tu madre una ramera".
Los apologistas del islam han hecho malabarismos para poder salir de esta barbaridad, pero sin éxito ninguno. Es evidente que Mahoma confundió los relatos respecto a las dos Marías.
16/09/24 2:29 PM
  
Lucía Victoria
JM, de verdad que después de escuchar las palabras literales del Papa, pronunciadas en un diálogo con un interlocutor claramente no católico (jóvenes de otras religiones), entiendo todavía menos tanto revuelo. Como si no supiésemos a estas alturas que Francisco no tiene la misma precisión o habilidad docente que su predecesor a la hora de improvisar. No hay más que visualizar el vídeo para comprobar que en modo alguno está diciendo que todas las religiones sean camino válidos para llegar a Dios, como si fuesen intercambiables, válidas o verdaderas. Yo misma caí en el error de transcribir más arriba un literal que no eran sus palabras exactas.

El Papa se limita a expresar, sirviéndose de una metáfora, que "todas las religiones son un camino para [tratar de][ llegar a Dios" (míos los corchetes). Y desde ese punto de vista, no veo donde está la falsedad de tal afirmación. Sobre todo cuando sigue utilizando comparaciones para tratar de explicar la razón de ser de las religiones (se puede comprobar, a partir del minuto 10.30, en https://www.aciprensa.com/noticias/106717/discurso-del-papa-francisco-en-el-encuentro-interreligioso-celebrado-en-singapur).

Claro que los cristianos sabemos que sólo hay un camino para llegar a Dios, que es Jesucristo (Mateo 17, 27 y Juan 14, 6). Pero eso no excluye que haya muchas otras personas que, sin conocerlo, hayan emprendido una búsqueda sincera -un "camino" de búsqueda personal- para conocer y abrazar al Dios verdadero, incluso desde culturas, religiones o circunstancias muy alejadas del cristianismo. Pero Dios. que es tan sabio, lo hace todo: basta con buscar y aceptar la verdad para encontrarse irremediablemente con Jesús. Él es el que sale al encuentro de quien busca la verdad con corazón sincero. Porque la Verdad es Él. Dices bien, Cos, "Dios nos amó primero", lo que implica que la iniciativa siempre, siempre es de Él y, además, es Él quien mueve el querer y el obrar para realizar su designio de amor (Fil. 2, 13).

"Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes:.. —¿Quién puede subir al monte del Señor?... —El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos ni jura con engaño. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. —Esta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob" (Salmos).



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JM: Se equivoca cuando afirma que "en modo alguno está diciendo que todas las religiones sean caminos válidos para llegar a Dios, como si fueran intercambiables". Sin embargo, el ejemplo del Papa sobre los idiomas apunta precisamente en esa dirección, ya que los distintos lenguajes son válidos, intercambiables y verdaderos.

Ahora bien, coincido en que el Papa no tiene la precisión teológica de sus predecesores y que no queda alternativa a esperar que cosas así sigan ocurriendo mientras Dios lo permita. Pero el punto central de mi artículo no es solo resaltar lo que ya sabemos, sino señalar los intentos fallidos de algunos "apologistas" que han pervertido el sentido de la apologética. Justificar la literalidad de esas palabras como si fueran Magisterio solo lleva a confusión. No debemos hacer malabares para defender lo indefendible, sino reconocer el error y reafirmar la verdadera doctrina católica.

Y hay una diferencia substancial en decir que todas las religiones son un camino para "tratar" de llegar a Dios, sin llegar a serlo realmente (creer que sí sería pelagianismo), y otra afirmar que realmente lo son, que es lo que se ha dicho y que se da a entender con el ejemplo que sigue. No tiene sentido intentar tapar el sol con un dedo.
16/09/24 4:15 PM
  
Lucía Vixtoria
Sí, entiendo que el centro neurálgico de su artículo pivotaba acerca del rigor de la labor apologética. Pero yo iba un poco más allá: trataba de evidenciar que cualquier labor interpretativa que se precie, para que el juicio resulte lo más riguroso y objetivo posible, no puede descansar sobre premisas falsas. Más que nada porque cuando la premisa es falsa, amenudo la conclusion también lo es. De ahí que lo primero que haya que hacer, siempre, sea acudir a la fuente, para asegurarse de que las palabras que supuestamente ha dicho alguien son las palabras que realmente ha dicho ese alguien (en este caso, el Papa). Porque si reproducimos acríticamente lo que otro "dice que dice Diego', pero no comprobamos que esas son las mismas palabras que ha utilizado textualmente Diego, corremos el peligro de que nuestra interpretación esté viciada de raíz (con suerte, no). Y eso es lo que a mi personalmente me escandaliza de un apologeta, de un periodista, de un científico o de un profesor -más aún si son cristianos- porque cuentan con la presunción, por trabajar al servicio de la verdad, de que lo que dicen es cierto.

Y resulta que no, que aunque pueda parecer igual, no es lo mismo decir que "todas las religiones son caminos para llegar a Dios" (como si hubiese varios caminos válidos o verdaderos) que decir que 'todas las religiones son UN camino para llegar a Dios", porque yo entonces entiendo que habla de las religiones en sentido genérico e instrumental (como vehículo o instrumento), al que el hombre suele adherirse para tratar de encontrar lo que todos llevamos inscrito en el corazón: nuestra razón última y el deseo de eternidad que Dios mismo ha grabado a fuego en esos mismos corazones.

Coincido con usted en que no se puede tapar el sol con un dedo, pero eso no obsta para seguir el consejo que San Ignacio nos da a todos en sus ejercicios, también a los apologetas: «Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y si mal la entiende, corríjale con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve»

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JM: Yo no he hablado de oidas, he visto el vídeo con mis propios ojos con las palabras que dijo el Papa. Y realmente no resuelve en lo absoluto decir que las religiones son UN camino para llegar a Dios, eso sería caer en pelagianismo, y pensar que el hombre por sus propias fuerzas naturales, a través de las distintas religiones inventadas por él, puede llegar a Dios. La diferencia con el cristianismo es que al ser la religión verdadera es el CAMINO (único) como dijo Jesucristo, para llegar a él. Hablar la religión en sentido genérico es un error grave de relativismo religioso, sincretismo y pelagianismo. No hace nada bien tratando de justificar ninguna de las dos frases.
17/09/24 11:57 AM
  
Lucía Victoria
JM, no hablaba de usted. Pero convendrá conmigo en que en su anterior post, que leí con mucho interés, usted también reproduce como literales palabras que no lo son. De hecho, basa su razonamiento en la confusión que pueden suponer esas palabras supuestamente así dichas por nuestro Papa. Pero después de haber escuchado el vídeo de la audiencia, y la idea principal que trataba de trasladar a jóvenes de las principales religiones monoteístas -que solo hay un Dios, le llamemos como le llamemos, y le busquemos desde la religión que le busquemos- y que es el mismo Dios para todos: "Suyos son todos los habitantes del orbe"'; después de eso, digo, creo que no hay nada ni a nadie que justificar. De ahí que también haya pensado que le habría sido más fácil a ese tal Argenis -con el que coincido sustancialmente en que el Papa habla desde la verdad (no desde la infiabilidad)- reparar en el sentido literal de las palabras de Francisco, para zanjar el asunto.

Créame que había entrado para entablar un debate sincero, pero lo voy a dejar aquí, porque me doy cuenta de que no ve lo que trato de (de)mostrarle. O quizás tampoco yo me exprese del todo bien. Eso sí, para seguir su razonamiento lógico, me quedo con que hay un solo Camino, que es Cristo, y una sola religión verdadera que es la religión Católica. Porque en honor a la verdad, caminos, lo que se dice caminos para llegar a Jesús , puede haber tantos como personas. De hecho, si proliferan las iglesias y denominaciones religiosas de todo tipo es justamente por eso, porque son religiones fundadas por personas como usted y como yo. Por eso tenemos la certeza de que la nuestra es la verdadera, la genuina, la auténtica: porque la ha fundado el mismo Dios, por medio de Su Hijo Jesucristo. Amén.


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JM: En mi primer post cité al Papa literal y textualmente, que luego le haya parafraseado, es porque como digo, no veo que haya diferencia real en decir que las distintas religions son UN camino para llegar a Dios, a decir que son caminos para llegar a Dios. Ambas implican lo mismo. La única forma de medio salvar la frase hubiese sido decir que las religiones son caminos para intentar llegar a Dios (dejado tácito que no necesariamente lo logran).

Dice: "la idea principal que trataba de trasladar a jóvenes de las principales religiones monoteístas..." heeeee no: el Papa Franciso hablaba a tambien a jovenes hindues, politeistas, lo que agrega más confusion y sincretismo al sentido de sus palabras, porque se puede dar a entender que es el mismo Dios en todas esas personificaciones (Brahmá, Vishnú, Shivá, Saraswati, Lakshmi, Parvati, Ganesha, Hanuman, Krishna, Rama, Durga, Kali no son un mismo dios ni el mismo Dios que Yahveh).

Lo que trato de explicar es que no hay forma de remendar las palabras del Papa, no tienen arreglo, y flaco favor hace Argenis al tratar de mostrar que lo que ha dicho es esencialmente lo que han dicho otros Papas. Lo que se hubiese esperado de alguien que haga buena apologética si iba a tratar el tema es reconocer que lo que ha dicho aquí el Papa Francisco no está conforme a lo que ha enseñado la Iglesia siempre y recordar la doctrina católica.
17/09/24 5:24 PM

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