Coronavirus: ¿Clero cobarde y falto de fe?
A raíz de la epidemia del coronavirus en algunas de los países afectados y dependiendo de la gravedad de la situación las autoridades eclesiales han comenzado a tomar medidas, en algunos casos, comenzando por exigir obligatoriamente el uso de mascarilla durante la misa y recibir la comunión en la mano (como Hong Kong en enero y febrero) y luego en otros países, bastante más severas como la suspensión de misas con público, como en Italia, Bélgica, o en España (en algunas ciudades como Madrid, Navarra, Sevilla, etc).
Ahora que también ha llegado el virus a Latinoamérica ha ocurrido lo mismo y acá ya la Conferencia Episcopal Perú ha recomendado seguir las misas a través de Internet, cerrar las capillas pequeñas, entre otras medidas preventivas.
A raíz de esto ha surgido en las redes sociales y medios de comunicación el debate de si tomar este tipo de medidas de por parte de las autoridades eclesiales es síntoma de cobardía o falta de fe. He aquí mi opinión:
Dios puede protegernos del coronavirus y de mil plagas más
Está claro que Dios al ser Todopoderoso puede protegernos del coronavirus y cualquier enfermedad. Dice el Salmo:
“El que mora en el secreto de Elyón pasa la noche a la sombra de Sadday, diciendo a Yahveh: «¡Mi refugio y fortaleza, mi Dios, en quien confío!» Que él te libra de la red del cazador, de la peste funesta; con sus plumas te cubre, y bajo sus alas tienes un refugio: escudo y armadura es su verdad”(Salmo 91,4)
“Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»” (Marcos 16,17)
Dios, quien ha establecido las leyes naturales en su creación, no está sujeto a ellas, y si es su voluntad, puede alterarlas. Como sabemos por la enseñanza de la Iglesia, Dios no es simplemente como un gran relojero, que pone a andar un reloj y se limita a observar mientras lo ve avanzar, sino que hay una creación/intervención continua en la que Dios conserva en el ser lo creado, que, si no existiese en Él, dejaría de existir. Por ello, la antropología teológica no habla sólo de creación, sino también de conservación en lo creado.
Pero está escrito: No tentarás al Señor tu Dios
Pero eso no quiere decir que Dios tenga que alterar las leyes naturales que Él mismo ha establecido por voluntad del hombre, por lo que una mala interpretación de esos textos puede traer nefastas consecuencias.
Pondré un ejemplo: no ha sido una sola vez que aparece en las noticias cuando algún pastor protestante, en base a Marcos 16,17 cree que puede sin riesgo manipular serpientes y termina muerto por picadura. ¿Falló Dios en su promesa? No. Falló él al pretender obligar a Dios que obrara un milagro.
Así, si un salmo dice “aunque pase por senderos oscuros, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan.” (Salmo 23,4), no debe entenderse como que deliberadamente yo deba a exponerme a caminar por lugares peligrosos a altas horas de la noche pensando que Dios me tendrá que proteger, sino que por el contrario, si por determinada situación es realmente necesario para mí pasar por una situación así, no deberé temer y puedo confiar que Dios lo ha previsto. Cualquier cosa que ocurra será lo mejor para mí de acuerdo a su voluntad.
De allí que aunque la propia Eucaristía recibimos realmente el Cuerpo de Nuestro Señor, no por eso los celiacos y alcohólicos no tienen normas especiales para comulgar (la explicación de esto, está tratada AQUI).
Cuando Satanás tentó a Cristo le dijo: “Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna” (Mateo 4,6) precisamente por esto el Señor respondió “También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios” (Mateo 4,7)
Tentar a Dios es por lo tanto, intentar obligar a Dios a hacer nuestra voluntad, o en otras palabras, pretender presionarle para que se ponga a nuestro servicio y no nosotros al suyo.
¿Cómo se entiende esto en el contexto de la epidemia del Coronavirus?
Por tanto, es evidente que, aunque Dios puede sí así es su voluntad proteger a los cristianos a que no se contagien (y eventualmente algunos mueran) de coronavirus asistiendo a los servicios religiosos, no podemos nosotros pretender obligarlo a obrar tal milagro alegando tener mucha fe. Tampoco tiene sentido denostar a nuestras autoridades religiosas si prudencialmente consideran, de acuerdo con la situación de cada lugar, que algunas medidas son necesarias para proteger las vidas de las personas.
El coronavirus es un riesgo real para la vida de las personas, y por no tomar las medidas a tiempo me parece realmente necesario para que no pase lo que ha ocurrido por ejemplo en Italia donde ya han muerto más de 1.800 personas de los casi 25.000 infectados.
Ha sido precisamente aquí en Lima donde uno de los primeros infectados fue un sacerdote, que aunque ya Dios mediante, se recupera favorablemente, se vio bastante grave.
Mi consejo, por tanto, para quien lo quiera escuchar (y que no es más que la simple opinión de un laico) es:
- En cuanto a la asistencia a los servicios religiosos obedece y respeta las pautas y recomendaciones de las autoridades religiosas de tu país/ciudad/parroquia.
- Evita caer en juicio temerario acusándoles de cobardía, pusilanimidad o falta de fe por tomar medidas donde lo que buscan es proteger la vida de nuestros hermanos.
- En cuanto a aquellos lugares donde se permita, dada las circunstancias, de implementar medidas creativas y razonables para no suspender los servicios religiosos públicos sin aumentar el riesgo para la población, dales la bienvenida.
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37 comentarios
Satanás está feliz viendo que los hombres de Dios huyen y se esconden de un microbio.
Coda
Esto no es el ébola que tiene una mortalidad del 80% y es muy poco infecciosa, esto es el Covid19 con una mortalidad muy baja de hasta el 1% hasta los menores de 55 años y de 24% en mayores de 70 años. Estos datos son del CDC de USA, tengo la tabla.
Yo no tengo miedo.
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JM: Puede que no sea tan infeccioso como el Ébola, pero infeccioso es y peligroso también. Sino no hubiesen en Italia muerto ya más de 1400 personas de los 18000 infectados. No parece un porcentaje pequeño.
Por otro lado, no se trata solo de la propia vida, de trata de la vida de muchas personas que también vale, así sean mayores de 55 o 70 años. La preocupación por el bienestar del prójimo es también parte de nuestra fe y el segundo mandamiento. "El que no ama a su hermano a quien ha visto; Como puede amar a Dios a quien no ha visto" (1 Juan 4,20)
Por tanto, magnífico que no tenga miedo, pero debería también amar/preocuparse por el bienestar de los demás.
Esta mañana quería ir alguna iglesia. Había una abierta, pero el sacerdote se puso furioso conmigo, y quedé excomulgado por no aceptar una herejía arriana. Menudas voces, de quien iba a celebrar la Santa Misa. Fui a ver si había alguna abierta, estuve recorriendo varias, y todas cerradas. Apenas había gente en la calle, y la policía de tráfico va procurando que todos estén en sus casas, si no, pues hay multas.
Es una pena cuando se pierde la fe, no un poco, pero es que se pierde en su totalidad.
Cuando se acabe el plazo de la cuarentena, la mayoría de la gente, volverán a seguir pecando de extrema gravedad, y es precisamente lo que ha atraído este aviso del Señor, para la conversión del corazón, una verdadera conversión y perseverar. Pues sufrir ahora necesitamos paciencia y mucha oración, y evitar el sufrimiento después de la muerte.
Es necesario permanecer siempre en gracia de Dios, en la vida y en la muerte, somos de Dios, no a la muerte del alma.
Estos consejos que nos ofreces, hermano José Miguel, es de gran utilidad para nosotros, y saberlo aprovechar espiritualmente, para seguir al Evangelio.
Los sacerdotes, que les necesitamos, no nos gustaría que lo perdamos por causa de esta plaga.
La ciencia médica no lo puede arreglar todo de un solo golpe, pues el Señor ya les va ayudando a encontrar los remedios necesarios.
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JM: Por supuesto que hay orden en las cosas, pero es una falacia que cae dentro de la dialéctica de los contrarios el entender la situación como que hay una de dos opciones posibles: adorar a Dios versus el bien del prójimo. Si fuese así fuese siempre obligatorio asistir a los oficios religiosos independientemente de las circunstancias, pero eso NO ES lo que enseña la Iglesia. Por ejemplo, el Catecismo explica:
2181 La Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio (cf CIC can. 1245). Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave.”
La fe no está reñida con la razón. Si existe como en estas circunstancias, una epidemia que se puede contagiar con la proximidad, corresponde a la autoridad eclesiástica establecer luego de un discernimiento los prudentes métodos para seguir haciendo lo primero sin atentar contra lo segundo.
Excelente artículo y ciertamente tentar a Dios es asumir un riesgo innecesario, y en cambio confiar en El; es que a pesar de asumir un riesgo necesario sabemos que El esta con nosotros y nos protege. Era innecesario que Jesús se lanzará del templo, en cambio muchas veces mientras predicaba se vio en situaciones de peligro donde parecia que le atraparian y nada ocurrió porque no era su hora.
Un abrazo hermano, me encomiendo en tus oraciones en particular por mi esposa que esta en un grupo de riesgo ahora y yo por mi parte estaré rezando por tus intenciones con mucho cariño. Dios te guarde y sigue así dócil a la gracia de Dios.
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JM: Hermano, que gusto saber de ti y que estás bien. Claro, te encomiendo en mis oraciones a ti y a tu esposa. Un abrazo y Dios te bendiga.
El gobierno comunista NO HA CERRADO LOS TEMPLOS,son los Obispos los que van mas allá,se puede acudir guardando las debidas pautas.Personas q no estamos en riesgo podemos acudir,si es responsable que personas mayores y todas las PERSONAS DE RIESGO se queden en casa.
La Misa es la vida central del cristiano,es Dios Mismo,no se trata de ir de héroes ni de irresponsables,se trata de dar a DIOS lo que es de Dios y al César lo que es del César,y el César ha dicho que se puede acudir a actos religiosos con las debidas precauciones.
O a algún Obispo o autoridad civil se le ha ocurrido decir que no se puede ir a comprar alimentos????
Y el ALIMENTO del alma....qué????
SACERDOTES: "NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE"
Los de Mercadona tienen menos miedo que ustedes.
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JM: Yo puntualizaría varias cosas:
- Yo no daría por sentado que hay personas que no estamos en riesgo. Creo que se podría decir que hay personas que tienen menos riesgo que otras, pero el riesgo de muerte para los contagiados existe para todos (jóvenes y adultos) como ya se ha visto.
- De acuerdo con que no solo de pan vive el hombre, pero un cristiano en gracia de Dios, si en alguna ocasión de causa mayor no puede comulgar no pierde el estado de gracia, y corresponde a la iglesia determinar la forma conveniente de administrar los sacramentos.
Saludos cordiales.
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JM: Por supuesto, pero mi comentario se refiere a las medidas que en este caso tomen las autoridades eclesiáles, las cuales, se podrá estar de acuerdo o no con alguna en concreto, pero corresponde a nosotros los laicos acatarlas.
El Papa San Gregorio Magno conjuró la peste del año 590 haciendo un procesión masiva, a la que concurrió todo el pueblo de Roma. Yendo a misa no se tienta a Dios, todo lo contrario, se demuestra fe, porque no es una acción gratuita (como querer agarrar una serpiente con la mano para ver si después de una picadura el veneno me mata o no; el Señor no manda agarrar serpientes con la mano) sino que se está cumpliendo con aquello que pidió Cristo (Él sí mandó a que se lo conmemore). Ni un pajarito cae a tierra sin la voluntad del Señor, porque aún nuestros cabellos están todos contados. Pero estamos en los tiempos en que es más importante cuidar el cuerpo y temer a lo que puede matarlo, que salvar nuestra alma y temer a Aquel que puede enviarla a la condenación eterna.
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JM: El problema de su argumento es que está lleno de falacias. Me explico:
En primer lugar cae en el mismo error de dialéctica de los contrarios que analizo en el artículo porque parte de una premisa falsa: Dios no manda asistir a los oficios religiosos en cualquier situación o circunstancia. Usted interpreta pues el mandamiento de manera distinta a cómo lo hace la propia Iglesia.
No se trata pues de una obediencia sin discernimiento de un mandamiento cómo se lo entienda cada quien, se trata de una obediencia escuchando a quienes tienen la autoridad para interpretar esos mandamientos, que es precisamente la Iglesia. De allí que si en determinado momento, un Papa actuó prudencialmente de una manera (caso de San Gregorio) es porque consideró que en esa situación y circunstancia era lo correcto. De la misma manera ahora si en otra circunstancia otro Papa determina que es mejor tomar otro tipo de medidas, también toca acatar.
Un segundo error es presentar la situación como si solo hubiese dos alternativas: salvar el alma o salvar el cuerpo. ¿De verdad cree que por no poder asistir a una misa pública va a perder su estado de gracia de Dios? ¿Cree que si determinado domingo por enfermedad no puede asistir a misa se va a condenar? Si no cree eso, entonces su argumento se refuta solo.
Por otro lado, es cierto que Dios sí pidió que se celebre la Eucaristía, pero esto no es lo que las autoridades eclesiales en algunas partes han dicho va a dejar hacerse, por lo que usted ataca a un muñeco de paja. La medida que se ha tomado en algunas localidades es no celebrar eucaristías públicas: la Eucaristía se seguirá celebrando y los fieles participando a través de otros medios como la TV o las redes sociales donde podrán transmitirse.
No se trata de tener que obededer porque estaríamos tentando al Señor. Se trata que la nueva generación de cleros han contribuido a la dilución de la fe de los creyentes. Cuando hay una fe firme y abundante, Dios no tarda en obrar milagros. Por eso hay un evento antiguo que durante la peste bubónica un párroco caminó por todas las calles del pueblo llevando la custodia y dando comunión a las personas y el pueblo dejó de sufrir la peste. ¿Qué sucedió allí? La fe. Una fe fuerte lleva a Dios a manifestarse. En la actualidad, da lo mismo una cosa que otra. Se aplaude en misas, se toca la comunión con las manos, se canta lo que sea y como sea en los coros, se cantan cumpleaños, se relaja cuando se lanza agua bendiga y haciendo un chiste cuando se bendice con el agua bendita diciendo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y tomándolo en broma mientras se dice, bajo la excusa de que hay que ser alegres en el Señor.
Y luego, surge un estornudo y hay que cerrar templos y verlo por tv o escucharlo por radio porque "no se puede tentar al Señor".
Pues sí, son unos cobardes y faltos de fe. Suena duro, pero sí. ¿Por qué casi no se ven milagros? Porque Dios no se manifiesta dentro de un pueblo que anda sin de, al menos que tenga un plan salvífico. Pero si no hay fe, casi no vemos lo que tanto se espera.
En vez de correr, deben tomar las misas más en serio y ponerse a fortalecer la de los cristianos. De lo contrario, seguiremos viendo que nos cierran los templos por un estornudo o un ruido y terminamos permitiendo la gran desolación.
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JM: Es un error evaluar situaciones del pasado equiparándolas a una situación actual sin tomar en cuenta las posibles diferencias de cada una. Por ejemplo, las medidas que se pudiesen tomar contra la peste bubónica son distintas a las que se puedan tomar contra la peste española, el ébola o ahora el coronavirus. En muchos casos no se tuvo claro ni siquiera cuales eran las formas de contagio. Por tanto, si actualmente se cuenta con más información que antes no es sensato tomar ejemplo de tiempos pasados donde en base al contexto histórico y las circunstancias se pudo actuar de forma distinta.
Demás está decir que también es falaz el argumento de que una forma de actuar es correcta por el mero hecho de que que así actuaron en el pasado.
Dios se manifiesta dentro de un pueblo creyente, por supuesto, pero de allí no se deduce lo contrario: que un pueblo creyente pueda hacer que Dios se manifieste de determinada manera: eso lo decide Dios en su providencia. Y si en su providencia ha permitido saber que existe determinada enfermedad que se transmite de determinada manera, y el conocimiento de cómo puede evitarse su contagio, sería negligencia exponerse desobedeciendo las pautas que recibimos de parte de nuestros propios pastores, y caer en juicio temerario al acusarles de cobardes.
Usted mismo, si las desobedece puede terminar afectándose no solo usted sino a sus seres queridos u a otras personas que no tienen culpa de su falta de sentido común.
En resumen: la fe no está reñida con la prevención.
Pero lo importante son las medidas internas que los Pastores deben reiterar en Cuaresma, la cercanía con Dios (los Samaritanos le pidieron que se quedara y Cristo lo hizo y se quedo dos días), ponerse a revisar nuestra conducta ante el riesgo y estar velando y orando porque nadie sabe la hora (ni la circunstancia), cilicio y ceniza.
El Derecho dispone en el Canon 1247 El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la Misa; y se abstendrán además de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del Señor, o disfrutar del debido descanso de la mente y del cuerpo.
1248 § 1. Cumple el precepto de participar en la Misa quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la tarde.
§ 2. Cuando falta el ministro sagrado u otra causa grave hace imposible la participación en la celebración eucarística, se recomienda vivamente que los fieles participen en la liturgia de la Palabra, si ésta se celebra en la iglesia parroquial o en otro lugar sagrado conforme a lo prescrito por el Obispo diocesano, o permanezcan en oración durante el tiempo debido personalmente, en familia, o, si es oportuno, en grupos familiares.
Primero, que hay falta de fe en la mayoría de los sagrados pastores, eso no es un juicio temerario, sino muy probable. En efecto, la pésima formación doctrinal deriva en falta de fe, pues no se puede creer en lo que no se escucha, como está en Romanos 10, 14. El semipelagianismo reinante es un gran ejemplo. Luego no es necesario conocer la respuesta de los sacerdotes a esta crisis para sostener la falta de fe en muchos pastores sagrados.
Segundo. Durante la crisis del Coronavirus, se mantienen abierto ciertos negocios (supermercados y farmacias), y esto por dos razones. La primera, puesto que se toman las medidas sanitarias para acceder a los mismos con el mínimo posible de contagio, y la segunda, porque la vida natural pende de que se accedan a estos negocios.
Pues bien, incluso en el supuesto de que el riesgo de contagio sea alto, como quiera que la vida natural depende de ello, se seguiría que aún en estas circustancias estarían abiertos estos negocios, porque si uno va a comprar comida, sería probable que la vida natural corra riesgo, pero si no va a comprar comida, es seguro que la vida natural corra riesgo.
Tercero, dado lo dicho en lo anterior, es necesario sacar algunas conclusiones. Si «La Eucaristía es "fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11).» (CIC 1324), y la vida cristiana es la vida del alma, se sigue que la eucaristía es la fuente y culmen de la vida del alma. Ahora bien, como quiera que la vida del alma consiste en el bien de la gracia santificante, y «el bien de la gracia de un solo individuo es superior al bien natural de todo el universo» (Santo Tomás de Aquino, STh, I-II, q. 113, a. 9, ad 2) se sigue que es mucho más la vida del alma, que es sobrenatural, que la vida del cuerpo, que es natural. Pero la Eucaristía es la fuente y culmen de la vida del alma, como hemos dicho, luego la Eucaristía alimenta al alma como el pan alimenta el cuerpo. Pero es más el alma que el cuerpo, luego es más la Eucaristía que el pan.
Si, pues, se mantiene disponible, con probable riesgo del cuerpo, aquello donde se adquiere lo que sustenta al cuerpo (supermercados), con más razón aún debe mantenerse disponible, con probable riesgo del cuerpo, aquello donde se adquiere lo que sustenta el alma (Eucaristía).
Respuestas a algunas objeciones
1. La Eucaristía es fuente y culmen de la vida del alma. Pero como quiera que, absolutamente hablando, sólo es necesaria la oración para alcanzar la salvación, luego, absolutamente hablando, no es necesaria la Eucaristía para la salvación. Y, como no es absolutamente necesaria, ésta puede prescindirse si hay riesgo de muerte.
Respondo: Aunque no fuere absolutamente necesaria, lo que de suyo es muy conveniente al alma, de suyo es muy conveniente que se mantenga, así como de suyo, para la vida natural, es muy conveniente la vacunación de los niños, de suyo es conveniente que se mantenga. Así, como quiera que el bien del alma es mejor que el bien del cuerpo, aún con riesgo de muerte, puede mantenerse lo que conviene al alma; salvo que de este riesgo se siguiesen cierta o muy probablemente males para el bien de la gracia. Así, los pastores sagrados pueden tratar de salvar su vida, sin pecar, si con ello redunda el bien de la gracia de su rebaño; o bien, pueden entregarla, sin pecar, para el mismo bien.
2. La salud del cuerpo debe mantenerse para la glorificación de Dios. Pero, si se mantuviera la Eucaristía, muchos fieles perderían la salud y por consiguiente muchos no podrían dar más gloria a Dios. Luego es conveniente la cancelación de la Eucaristía para gloria de Dios.
Respondo: Sólo se puede omitir con causa grave aquello que no es absolutamente necesario pero es relativamente necesario. Sin embargo, si de la omisión se siguiese de modo cierto o muy probable males para el alma de los fieles, así como ninguno omite vacunar al hijo si de esto se siguiese de modo cierto o muy probable males para el cuerpo, no se debe omitir, aún con riesgo del cuerpo, aquello que no es absolutamente necesario para el bien del alma. Y, omitir la Eucaristía trae de modo cierto o muy probable escándalo para los fieles, pues como éstos no poseen suficiente doctrina, se inclinan muy fácilmente a varios males para el alma, como el creer que es más importante la vida del cuerpo que la vida del alma, o bien, que Dios no tiene poder para contener una enfermedad, entre otros.
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JM: Ok ahora hago las precisiones yo:
"Primero, que hay falta de fe en la mayoría de los sagrados pastores, eso no es un juicio temerario, sino muy probable."
Por supuesto que puede ser probable en sentido general, pero decir que porque el clero haya tomado ciertos medidas eso demuestra que hay falta de fe o cobardía es un pensamiento esencialmente falaz.
"Si, pues, se mantiene disponible, con probable riesgo del cuerpo, aquello donde se adquiere lo que sustenta al cuerpo (supermercados), con más razón aún debe mantenerse disponible, con probable riesgo del cuerpo, aquello donde se adquiere lo que sustenta el alma (Eucaristía)."
Aquí hay una falacia de falsa analogía. Evidentemente sin alimento es imposible subsistir, por tanto, debe mantenerse disponible el abastecimiento de alimentos aun existiendo ciertos riesgos a la hora de adquirirlo.
Sin embargo, no es cierto que si se suspenden las misas públicas por un lapso temporal es imposible la subsistencia de la vida de gracia. Los cristianos no nos nutrimos espiritualmente solo de la Eucaristía, también nos nutrimos por medio de la Palabra de Dios y del resto de los sacramentos. Y como he dicho antes: el estado de gracia no se pierde si no se puede comulgar en determinadas circunstancias.
Otra cosa distinta es celebrarla sin pueblo o dispensar el precepto.
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JM: Ya me dirá usted qué parte de lo que Ecvlesiam ha dicho lo ha dicho el Doctor Angélico. Seguro me habré saltado esa parte.
Por otra parte, con todo lo comentado no tiene sentido seguir creándose muñecos de paja: nadie ha prohibido celebrar Misa, en algunas partes solo se ha prohibido celebrar Misas con público, que es enteramente distinto.
Demás está decir que los derechos no son absolutos. Usted por ejemplo, tiene derecho de salir de su casa, pero si está en cuarentena, no puede salir, porque al hacerlo atenta contra el bien común y los derechos de los demás.
A todos nos duele no poder asistir a misa un domingo, pero los obispos ni son unos descreidos ni tontos. La situación sanitaria es grave, es un virus muy contagioso y con una mortalidad elevada (1400 muertos de 18.000 contagios es un 7%).
Seamos obedientes a nuestros pastores y a las autoridades sanitarias. Y oremos.
Óscar:
Usted no tenga miedo pero haga el favor de pensar en el prójimo y deje de ir esparciendo virus por ahí, para demostrar que es usted el más santo y los demás unos apóstatas.
Y léase el catecismo.
Eso es insólito y unico en la bimilenaria historia de la Iglesia. Y por muchas razones que busquemos, suena fatal y en el fondo lo que late es una tristisima falta de creencia en el orden sobrenatural.
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JM: No es mi labor juzgar cuan prudencialmente acertados han sido nuestros pastores en cada lugar en particular. Usted simplemente acate, que no estamos para que cada quien esté decidiendo por separado que corresponde hacer y qué no en este tipo de situaciones.
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JM: Corresponde a nuestros pastores decidir pastoralmente la forma de comulgar.
En España lo han suspendido en muchos sitios cuando ni siquiera el estado de alarma lo hace, haciendo las debidas recomendaciones sanitarias. Creo que no debería prohibirse, salvo que esas medidas sean razonablemente insuficientes. Proporcialmente, si no hay ocasión próxima de contagio, creo que los beneficios espirituales que se pierden son mayores. Y a la larga puede ser peor para los afectados.
Sin necesidad de llegar al juicio temerario (sobre la intención) de una persona, creo que los Obispos, si no tienen informaciones que nosotros no manejamos, no deberían cerrar los templos ni prohibir el culto eucarístico siempre que se puedan observar las normas sanitarias precisas, decepcionándonos si no es así.
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JM: De acuerdo, la aplicación prudencial de nuestros pastores podrá ser e algunos casos presipitada, exagerada, etc., pero en cualquier caso corresponde a ellos y no a cada persona por separado establecer las medidas prudenciales a seguir.
Es esencialmente falaz si se concluye como necesario. Pero no como probable.
Y, dada las circustancias, es más probable falta de fe en la toma de decisión que simple error en el juicio práctico o prudencial. Pues, como consta la falta de fe en general, se sigue que es probable que en general los obispos tomarán decisiones con falta de fe.
''Aquí hay una falacia de falsa analogía. Evidentemente sin alimento es imposible subsistir, por tanto, debe mantenerse disponible el abastecimiento de alimentos aun existiendo ciertos riesgos a la hora de adquirirlo.
Sin embargo, no es cierto que si se suspenden las misas públicas por un lapso temporal es imposible la subsistencia de la vida de gracia.''
He tratado de ser breve.
No he cometido falsa analogía, pues la analogía parte de ''un lugar donde adquirir X'' (supermercado, celebración Eucarística) no de ''el único lugar donde adquirir X''. Por el cual la analogía se cumple.
Pues ni el supermercado es el único lugar para obtener alimentos (existe la granja, la caza, pesca, etc) ni la Eucaristía es el único lugar para obtener el sustento del alma (oración personal, lectura de la Palabra, devociones, etc).
Sin embargo, la analogía es muy buena. Pues el mejor lugar para obtener alimento corporal es el supermercado, así como el mejor lugar para obtener alimento espiritual es la Eucaristía. Y esto es lo que sostuve en mi razonamiento.
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JM: Si admite que es esencialmente falaz acusar al clero que toma estas medidas de cobarde o falto de fe solo si se concluye como necesario, pero no como probable, ¿qué sentido tiene entonces hacer ese tipo de acusaciones públicas? Los cristianos no debemos andar acusando al prójimo ni a nuestros pastores de cosas que son solo probables, eso es juicio temerario.
Y su analogía sigue siendo falsa, porque si bien un supermercado no tiene por qué ser el único lugar para conseguir alimentos, los sitios similares y tiendas de alimentos en general (en donde se corre el mismo riesgo) sí pueden serlo para la población en general. No puede esperarse pues, que la población entera se ponga a cazar y pescar para prevenir el coronavirus, simplemente no es una alternativa.
¿No es eso un signo de algo más que cobardía? Ojalá fuera solo eso.
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JM: No es mi intención en mi artículo defender o justificar todas las aplicaciones pastorales de las medidas preventivas contra el coronavirus en cada lugar del globo, simplemente recalcar que corresponde a nuestros pastores establecerlas y a nosotros acatarlas.
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JM: No argumenta, solo afirma gratuitamente.
Tanto la excepción de la obligación de asistir a misa así como la suspensión de misas con participación de los fieles son parte de la potestad de nuestros pastores precisamente por ser administradores a los cuales corresponde tomar tales decisiones.
Pongamos un ejemplo: por un lado dice "mientras el Templo reúna las condiciones que permitan la Presencia del Señor" pero se olvida también de las condiciones que permitan la presencia de los fieles. Razonando como lo hace, la Iglesia no hubiese podido prohibir celebrar misas en las localidades cerca de Chernobyl luego del accidente, dado que "no es dueña sino administradora de la Iglesia". También se podrían violar todas las cuarentenas en situaciones más extremas. El argumento es en ese sentido absurdo e irracional.
Y si admite por otro lado que hay límites obligados, ¿una cuarentena o una epidemia no lo es? ¿quien puede juzgar si se permite o no, cada fiel por separado o las autoridades de la Iglesia?.
Algunos comentaristas que lo impugnan lo hacen alegando grandes errores y juicios temerarios, que tú con ciencia y paciencia respondes muy bien.
Se podría añadir a lo que argumentas "la obediencia a las autoridades humanas", que están obligadas a procurar el bien común, siempre que lo que manden sea lícito y no intrínsecamente perverso, porque entonces hay que obedecer a Dios y no a los hombres.
La obediencia a las autoridades civiles es una obligación moral en conciencia. Y ya Cristo y sus apóstoles Pedro y Pablo dieron precisa doctrina sobre ello (Mt 22,17ss; Rm 13,1ss; Tit 3,1; 1Pe 2,13ss; y antes, Prov 8,15-16).
José Miguel: el Señor te ha bendecido, te bendice y te bendecirá siempre.
Bendición + JMIraburu
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JM: Muchas gracias padre por sus palabras, e infinitas gracias por su bendición.
Hasta , opinaria , que es presunción , que es un pecado contra el E.S.
El Cardenal Ignatius Gong Pin-Mei fue 30 años preso , confinado solitario , sin poder celebrar misa ni comulgar .No perdió la Fe .
No será que el que va a misa no está necesariamente tentando a Dios sino dejándolo en manos de Dios? A nadie se le ocurriría salir de casa en epidemia de ébola, pero si alguien sano con algo tan ligero como esto. No es cierto que sea tan mortal. Tu o usted dice que son "1400 muertos de los 18000 infectados" pero esos últimos son solo a los que se les han hecho las pruebas. Hay muchísimos mas asintomáticos o con síntomas leves que ni se enteran.
Yo entonces mañana me voy a sentir obligado a tentar a Dios, porque trabajo en un servicios de emergencias. Espero que Dios no me lo tenga en cuenta. Pero claro, donde vamos a ir a parar. ir a trabajar es infinitamente mas importante que adorar a Dios.
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JM: En mi opinión, parte de presupuestos falsos, y no puede por tanto, sino llegar también a conclusiones falsas. Dice por ejemplo "no cree que, si exponerse a una enfermedad es tentar a Dios incluso aunque se busque un bien mayor" sin embargo:
- Usted puede creer en conciencia que busca un bien mayor para usted y su alma, pero al mismo tiempo atenta contra el prójimo, su vida y la de los demás. Y dado que atentar contra la vida del prójimo es un pecado que va en contra del bienestar de su alma, no puede esperar que atentando contra el prójimo de verdad objetivamente busque el bien común.
En el fondo por tanto, objetivamente no busca un bien mayor, lo hace subjetivamente en conciencia errónea. Porque aunque es cierto que los bienes sobrenaturales están por encima de los naturales, no se trata como ya se ha dicho de escoger entre unos y otros. Es la caridad producto de la gracia que hemos recibido como bien sobrenatural, la que nos infunde la preocupación por el bienestar natural de nuestros hermanos.
Por otro lado, subestima la cifra de los 1400 fallecidos italianos sobre los de los 18000 infectados. Pero es que ¿y si hubiesen sido 24.000 o 28.000 infectados cambiaría algo? Si usted tiene familia, seguramente será un número relativamente menor de personas, ¿vale menos la vida de ellos porque no son porcentualmente significativos? ¿Si fuera su hijo una de las víctimas no importaría porque solo es 1? Se trata de una enfermedad para la cual todavía no hay tratamiento, por lo que evitar el número de contagios, independienteente la tasa de fallecidos sea 7 o 5 es importante. Cada vida vale.
JM: Si usted quiere defender que recibir la comunión en la mano es sacrilegio, está fuera de tema.
1-¿Cuàntas Misas se han celebrado sin pueblo y en esos templos cerrados?
2-¿Ha aumentado el número de Misas transmitidas por radio y TV u otros medios?
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JM: No es la intención del artículo contestar esas preguntas. Si se pueden contabilizar o no esos datos, tampoco es mi labor hacerlo. Si le interesa esa información, ponga manos a la obra y haga su tarea.
El mensaje que está dando la Iglesia es que vale más la vida que la gracia, todo lo contrario a lo que dice el Evangelio.
Los ortodoxos, por el contrario, se negaron a cancelar sus celebraciones litúrgicas y han respondido al gobierno cuando los amenazó por no hacerlo. Qué diferencia...
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JM: Un conflicto bélico y una epidemia son situaciones esencialmente distintas, para las que son apropiadas medidas pastorales distintas.
Podría ser dudosamente necesario, por ejemplo, suspender temporalmente las misas con públicos en un conflicto bélico, donde no hay riesgo de contagio por el simple hecho de estar personas aglomeradas en un lugar cerrado. No ocurre lo mismo con una epidemia que se contagia como la gripe.
También es falaz que ponga como ejemplo la forma de actuar de los ortodoxos, como si por el hecho de que ellos actúen distinto de por sí demuestra que es la forma correcta de actuar. Y si los protestantes hacen otra cosa, ¿nos los podrá también de ejemplo? Empiece mejor con el caso de la secta protestante Shincheonji, que se resistió a acatar las órdenes del Gobierno de Corea del Sur y más del 60% de los contagiados terminaron siendo sus adeptos o personas vinculadas con ella.
Mejor deje que los ortodoxos acaten las medidas de sus pastores y usted acate la de los suyos.
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