¿Debemos pedir perdón a los homosexuales?
El año pasado el cardenal alemán Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Frisinga, había asegurado que la Iglesia Católica tenía que pedir perdón a los homosexuales. Ante estas declaraciones preguntaron también al Papa Francisco si estaba de acuerdo en que la Iglesia tenía que pedirles perdón por haberlos marginado, y el Papa respondió que “no solo a ellos sino a cualquiera que pueda haberse sentido de esa forma”. En una entrevista publicada el día de hoy en REL, el Cardenal Cañizales también se le preguntó si estaba de acuerdo y respondió: “Lo acepto completamente. Hay que pedir perdón a los gays, pero no sólo a ellos, a mucha gente”. Ante todo esto es justo preguntarse:
¿Pero exactamente por qué debemos pedir perdón?
Porque si se trata de pedir perdón por haber sido protagonistas de cualquier tipo de trato injusto con los homosexuales, ciertamente habría que pedirles perdón. No dudo que los homosexuales hayan sido objeto de trato injusto por muchas personas, tanto católicas como no católicas, pero si estudiamos las declaraciones del Cardenal Marx, no se refería exactamente a esto.
Y es que el cardenal Marx hablaba específicamente a que debíamos pedirles perdón por la enseñanza oficial de la Iglesia respecto a la homosexualidad: porque esta afirma que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y también que estos actos no deben recibir aprobación en ningún caso. Enseñanza, que aunque políticamente incorrecta, sigue vigente en el Catecismo Oficial de la Iglesia Católica.
Para el Cardenal Marx en cambio, “no se puede decir que una relación entre dos hombres, si son fieles, no tiene ningún valor“.
El problema consiste entonces que mientras para la doctrina católica dichas relaciones son pecaminosas, para el cardenal alemán son “valiosas“, o lo que es lo mismo, tienen “algún” valor.
El problema
Entiendo que los miembros de los colectivos LGTBI puedan sentirse ofendidos por la enseñanza oficial de la Iglesia, después de todo, está claro que quisieran que enseñáramos que las relaciones homosexuales no son pecado, sino un tipo de relación que debe ser aceptada como normal en la “diversidad” del mundo moderno. Enseñar cualquier otra cosa es para ellos una “ofensa” o inclusive “discriminación“.
La pregunta sería si el hecho de que ellos se sientan ofendidos porque enseñemos lo que ha sido parte de la enseñanza de la Biblia y del Magisterio bimilenario de la Iglesia es razón suficiente para dejarlo de hacer.
Lo cierto es que si de verdad la Iglesia ha tenido razón en enseñar esto, debería seguirlo enseñando a pesar de que esta enseñanza resulte molesta e incluso sea tomada como ofensiva por estos colectivos. Ceder ante estas presiones nos llevaría a dejar de ser sal de la tierra y luz del mundo. La Iglesia aunque siempre debe acoger al pecador nunca debe traicionar su misión de denunciar el pecado. El libro del profeta Isaías nos recuerda la advertencia del Señor que pesa sobre aquellos que llaman al mal bien y al bien mal. Estos colectivos pretenden hacernos ceder en este punto y con algunos lo logran.
Hipocresía de la sociedad
En otras áreas políticamente correctas nadie pretende que la Iglesia traicione su mensaje. ¿Acaso vemos a la mafia ofendida porque la Iglesia enseña que el asesinato y el tráfico de drogas es pecado? ¿O a los ladrones por enseñar que robar está mal? Sinceramente creo que ni el propio Robin Hood se hubiese ofendido porque enseñemos lo evidente.
La hipócrita sociedad actual ve con buenos ojos que arremetamos contra aquello que es políticamente correcto. Contra los “avaros” capitalistas, contra los pedófilos y pederastas. ¿Pero acaso si degeneramos a un estado similar al que vivieron los antiguos griegos, cultura en que la pederastia era aceptada, tendremos que también dejar de enseñar sobre esto? ¿Se ofenderán acaso Aquiles y Patroclo? ¿O nos mandará a la hoguera el propio Alejandro Magno?
Por otro lado, de poca ayuda sería una Iglesia que solo acoge pero no suministra el remedio para el enfermo. Y es que aunque hoy está muy de moda hablar de “acogida” y de las “periferias", del “olor a oveja” y todo lo demás, y se olvida que una verdadera misericordia es la que busca la conversión del pecador, no dejarlo como está.
Si a un hospital llega un enfermo con un cuchillo clavado en la espalda, los doctores seguramente no se limitarán a darle una aspirina. Lo mismo, no tiene sentido, si alguien tiene una herida grave en el alma (el pecado mortal lo es) dejarlo permanecer en ese estado con la excusa del “respeto“. Y es esta precisamente otra de los graves problemas de hoy en día. Se comprende el respeto como una actitud excluyente de la corrección fraterna.
¿Irrespetamos a los sicarios cuando enseñamos que asesinar está mal? ¿Irrespetó Juan el Bautista a Herodes cuando le dijo que vivía en adulterio? ¿Por qué habría que suponer que la enseñanza del Catecismo es irrespetuosa, cuando señala una verdad objetiva?
¿Por qué entonces pedir perdón?
Y si a pesar del Cardenal Marx y de la opinión de la decadente y moribunda Iglesia alemana no tenemos que pedir perdón a los homosexuales por lo que dice el Catecismo, cabe preguntarse, ¿por qué entonces tendría la Iglesia que pedir perdón?
Porque no es verdad revelada que se pueda atribuir a la Iglesia los pecados de sus miembros. Los políticos que están tan ávidos de poner a la Iglesia de rodillas pidiendo perdón por los pecados de algunos de sus miembros, ni por error atribuyen, por ejemplo, a todos los musulmanes los atentados terroristas que perpetran los fundamentalistas islámicos.
¿Han visto a ustedes alguno de estos políticos hipócritas exigirles a los musulmanes que pidan perdón por los atentados terroristas que cometen sus correligionarios? ¿No es esto precisamente lo que se conoce como doble moral?
Y a diferencia de los musulmanes, cualquier injusticia que se haya cometido contra un homosexual no fue precisamente por obedecer la enseñanza católica, sino más bien por desobedecerla.
Como católico pido y pediré perdón por cualquier injusticia que haya cometido contra algún homosexual, pero no pediré perdón por creer la enseñanza de la Biblia y de la Iglesia, porque esta es justa.
Si en nuestra decadencia cada vez más obispos se suman a esta vorágine políticamente correcta de pedir perdón por todo lo que molesta a cualquier colectivo, aunque no tengan razón, pues no cuenten conmigo.
Poco ha servido a la decadente Iglesia alemana pedir perdón por haber sido católica. Poco sirve quedar bien en la foto pero convertirse en una iglesia insulsa que solo se limita a la amabilidad y a hacer unas cuentas obras sociales. La Iglesia alemana es modelo de en lo que no debemos convertirnos. Deberíamos darles las gracias por haber hecho el experimento.
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59 comentarios
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JM: Pero a diferencia de ellos no achacamos a todos los homosexuales los pecados de unos cuantos. De hecho, como también enseña el Catecismo, los homosexuales pueden llegar a ser muy santos.
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JM: Por supuesto, pero eso no quita que personas de la jerarquía eclesiástica hayan sido culpables y/o negligentes al permitir que estos homosexuales se ordenaran de sacerdotes. Y sus crímenes, más allá de que se califiquen como pederastia o efebofilia, igualmente son abominables.
Saludos
M.C.
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JM: Gracias por avisar. Corregido.
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JM: La doctrina católica se llama así porque es universal. Si el Catecismo que imprimen en mi país (Venezuela) enseña que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y no deben recibir aprobación en ningún caso, eso es válido aquí y en Alemania, aunque en el Catecismo que impriman allá esté en Alemán. Por tanto, aunque las costumbres de Alemania sean la de las propias Sodoma y Gomorra, eso no justificaría que un cardenal "católico" enseñe lo contrario al Magisterio.
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JM: Habría que estudiar el contexto y la época de tales condenas, pero está claro que la petición de perdón del Cardenal Marx no trata de eso.
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JM: Enseñar que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados no equivale a perseguirlos.
El estar continuamente pidiendo perdón da la idea falsa de que la Iglesia Católica está errada en todos sus presupuestos. Si el desmadre generado por el postmodernismo nos lleva a una situación de desastre total nadie se hará cargo de la debacle. Lo mismo que el liberalismo no pide perdón por la descomposición social que ha generado, por el capitalismo salvaje y por la destrucción del Planeta.
Ahora al Papa le ha dado por la ecología, pero la situación en la que estamos tiene culpables que se esconden y jamás piden perdón. La polución atmosférica empezó con la industrialización y fueron los países más industrializados los que contribuyeron a la degradación de la Tierra, arrastrando a otros que tuvieron que competir con ellos.
No fue el Imperio Austro-Húngaro, con una economía agraria y bastante retrasada el que contaminó la atmósfera y la tierra, fueron Alemania, Gran Bretaña, EE.UU y después la URSS (que tiene ciudades absolutamente degradadas) los que empezaron el desastre. ¿Piensan pedir perdón? Pues entonces basta ya de perdones a troche y moche. La situación de los homosexuales en el pasado estaba generada por la sociedad, cualquier tipo de sociedad, y sigue estándolo en algunos países, pero ellos también tienen que parar ya con su excesivo protagonismo porque hay otros dramas además de los suyos (que por cierto son generados por la biología).
No quiero que nadie me pida perdón por nada, afortunadamente nunca he sido víctima de violencia por mi orientación sexual, pero sí he sido testigo de varios actos violentos en contra de homosexuales.
Por otro lado, los ejemplos que ponen, del narcotráfico, pedofília, corrupción, terrorismo, etc. Son actos inhumanos, donde se afecta directamente a otra persona. Una persona homosexual (monógamo y fiel), no está afectando a otra persona. Una pareja homosexual, no le hace daño a nadie más.
Y mi punto era ese. Sí, sé que como iglesia, ofrece una conversión, pero no se necesita una cura para algo que no es una enfermedad.
Saludos.
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JM: El que comete actos homosexuales se daña a sí mismo y al otro con quien comete el acto, porque pecan ambos contra la ley de Dios. La principal víctima del pecado es quien lo comete, por lo que eso de que "no hace daño" a nadie más no se cumple ni con él mismo, si con la "pareja".
Lo decisivo es que por decir la verdad- esto es, que la sodomía es una conducta antinatural y un pecado que clama al cielo- no hay que pedir perdón a nadie.
Es más, el mundo debería dar gracias a la iglesia Católica por ser la única institución mundial -por lo menos hasta ahora-que recuerda la gravedad moral y el peligro de condenación de los que practican la sodomía.
El lobby gay se hace la "victima".... pero en realidad no lo es.
El homosexual pueder muy santo, cierto... tan cierto como que el narco, el pederasta, el asesino, también pueden serlo... siempre y cuando, con humildad, reconociendo y oponiéndose al mal, acojan la gracia de Dios.
A los que están en pecado grave habitual hay que acogerlos como personas con el alma enferma, y darles esperanza, porque Dios difícilmente abandona, siempre anda buscando un resquicio para penetrar en el alma.
El Venerable Fulton Sheen dice que el sufrimiento es una de las puertas por donde Dios penetra, y esa puerta no puede ser cerrada, al igual que la desesperación y el encierro en sí mismo, es la otra puerta que nunca se puede cerrar.
"El que comete actos homosexuales se daña a sí mismo y al otro con quien comete el acto, porque pecan ambos contra la ley de Dios."
Eso se puede afirmar desde la perspectiva de un católico pero no desde la óptica de no creyentes o simplemente no acordes a la moral católica. Es un daño no reconocido por los actores del mismo. Por añadidura, cada cual tiene potestad para dañarse a sí mismo nos guste o no nos guste.
Por lo tanto , no es comparable con actos como la pederastia u otros delitos nombrados porque en estos, el daño es a terceros, no buscado y reconocido por todas las partes.
Como bien ha dicho, se condena la homosexualidad pero convendría dejar en paz a los homosexuales, seguir la doctrina de la Iglesia pero no intentar cambiar la vida de nadie.
No se trata de lobbies de poder ni nada parecido sino de gente que en general se encuentra feliz con su vida y que como es lógico no quiere que nadie se la amargue constantemente.
Juzguen la homosexualidad pero hay que dejar vivir a los gays. ¿Se han planteado que quizá no quieren ser salvado?
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JM: Todo católico tiene el deber moral de instaurar el Reinado de nuestro Señor Jesucristo y de velar por el bien del prójimo, y eso implica enseñar firmemente que todo aquello que está mal, lo está. Y como ya dije, el homosexual no solo se daña a sí mismo sino también a terceros cuando comete actos homosexuales.
Ahora, lo que señala de que "se condena la homosexualidad pero convendría dejar en paz a los homosexuales, seguir la doctrina de la Iglesia pero no intentar cambiar la vida de nadie" solo puede venir o de un no creyente, o de un creyente sin caridad, sin vida de gracia y con la conciencia muy adormecida. Esto, porque si de verdad alguien ama a su prójimo y lo ve por ejemplo, golpeándose con un martillo en la cabeza, es natural que le diga: "Oye, eso te hace daño. Dios no quiere eso para ti". Pero pensado como usted habría que dejarlo en paz para no meterse en problemas.
Ahora bien, eso no quiere decir que tengamos que ponerle una camisa de fuerza para que no se golpee. Una cosa es "obligar" por medios coercitivos a otro para que no cometa ciertos tipos de pecado, y otra la corrección fraterna que bien puede rechazar o aceptar.
Y precisamente por eso, no se puede decir que la Iglesia "persiga" a los homosexuales. La Iglesia no les impide que cometan sus actos homosexuales, simplemente enseña que son intrínsecamente desordenados. Ellos aún así pueden abusar de su libre albedrío y seguirlos cometiendo.
A la luz de Ezequiel 33, usted sería para la Casa de Israel, como el centinela que no da la señal de alarma. Con la diferencia que no sería por quedarse dormido, sino por desidia o cobardía.
Pidamos perdón a Dios para que nos envíe pastores Santos y celosos de la Salvación de las almas y no lo que tenemos.
¡Saludos!
La homosexualidad ha seguido un proceso inverso a la drogadicción en estos últimos tiempos: en lo primero, lo que antes se consideraba enfermedad ahora se considera virtud; en lo segundo, lo que antes se consideraba vicio ahora se considera enfermedad.
No corresponde en esto comparar con la religión musulmana, ni con ninguna otra religión, pues solo en la religión cristiana se da lo que llamamos la Comunión de los Santos, o sea, las otras religiones son sólo doctrinas, no son una realidad como en la religión cristiana en la que sus miembros no sólo siguen una doctrina, sino que forman el mismo Cuerpo Místico de Cristo, los cristianos somos miembros del mismo Cuerpo, y somos hijos de la misma Madre, que es la Iglesia Católica.
Se debe pedir perdón cuando corresponda, pero siempre aclarando que la Iglesia pide perdón por el comportamiento contrario a la doctrina católica de algunos de sus hijos, no por lo que enseña esta doctrina.
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JM: La comparación con el Islam corresponde, en cuanto a que en cuanto a que quienes piden que la Iglesia pidan perdón (sin ser católicos ni comprender el dogma de la comunión de los santos) por pecados de sus miembros no hacen lo mismo, por ejemplo con el Islam, aunque muchos de sus actos terroristas los hagan en nombre de su religión. Las comparaciones no tienen que ir en un único sentido, ni menos en el sentido que se le antoje a usted.
Y una cosa es sentir dolor por los pecados que comete un miembro de la Iglesia, y otra muy distinta atribuirlos a la Iglesia. El Papa Juan Pablo II no pidió perdón por los pecados de la Iglesia sino por los pecados de sus miembros. Pero creo que a estas alturas está claro que no hay que pedir perdón por creer lo que enseña el Catecismo, y tampoco estamos obligados a pedir perdón por los pecados que cometa otro católico.
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JM: Leí todo el comentario, pero comento lo que considero pertinente.
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JM: Pero esa comparación no trata de por qué la Iglesia ha pedido perdón, sino de la coherencia de que ciertos grupos pidan que lo haga, cuando no se lo piden por ejemplo al Islam. De esta manera, se pone de manifiesto la falta de coherencia, hipocresía y doble moral de estos grupos. Por lo tanto, desde el punto de vista que he hecho la comparación si aplica, y como soy yo quien la he hecho, y se muy bien en qué sentido la he hecho, caso cerrado. Si lo entendió bien y si no también.
Y como he dicho, no hay deber moral de pedir perdón por un pecado que no nos es imputable. La Iglesia cuando pide perdón lo hace como un "gesto" de reconciliación, más es algo a lo que no está obligada porque los pecados de sus miembros no le son imputables. De ser así tendríamos que pedir perdón por cada pecado que haya cometido cada bautizado comenzando por Hitler.
«Pedir perdón por los pecados cometidos por miembros de la Iglesia no es algo nuevo, lo hizo el Papa San Juan Pablo II»
«la Iglesia pide perdón por el comportamiento contrario a la doctrina católica de algunos de sus hijos, no por lo que enseña esta doctrina.»
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JM: Lo lamento, tengo muy poca paciencia para gastar energías en una discusión inútil. Última vez que le explico:
- Cuando yo digo: "El Papa Juan Pablo II no pidió perdón por los pecados de la Iglesia" no estoy diciendo que sostiene la tesis contraria. Es cuestión de sentido común que el que yo afirme algo no implica que diga que el otro lo niega. En el mismo párrafo digo. "Pero creo que a estas alturas está claro que..". Lo que sostengo es que como los pecados de los miembros de la Iglesia no se pueden atribuir a la Iglesia, no existe deber moral de pedir perdón por los pecados cometidos por cada miembro de ella.
Que algunos pastores insistan que la Iglesia tiene que pedir perdón por los pecados ajenos, ahí se ve si hay amor a la Iglesia o no.
EL Sagrado Concilio Vaticano II, como el Catecismo de la Iglesia Católica conoce muy bien, la santidad de la Iglesia Católica, que también es Inmaculada, la Iglesia Católica no tiene mancha de pecado. Si no, miren atentamente esos documentos. Pero en sus miembros, nosotros los bautizados, estamos llamados a la santidad, a la purificación. Y es la Iglesia quien nos ayuda a ello.
Luego, en una familia normal, una madre cristiana y un padre cristiano, que educan a sus hijos en el Santo Temor de Dios, pero este hijo termina por cansarse y se va por malos caminos, malas amistades, esos padres cristianos no le educaron para eso. Y el hijo comete un sin fin de delitos, ¿Tienen culpa acaso esos padres cristianos? yo creo que no, puesto que le educaron con todo el amor y cariño.
Lo mismo la Iglesia Católica, que siempre educa a los bautizados con todo el cariño, con toda la ternura. Pero aún así, estamos viendo como se la quiere humillar por cualquier tipo de pecado ajeno del que nada jamás ha tenido que ver.
Se dice que no hay que hacer juicios contra nadie. pero qué fácil es hacer juicio a la Iglesia Católica, y la mayoría queda satisfecho. Según la Sagrada Escritura, la Iglesia Católica no puede pecar, porque ha nacido de Dios. Aunque acepta a miembros pecadores, nosotros los católicos, que como verdaderos cristianos, permaneciendo en la Iglesia Católica, nos vamos purificando paso a paso.
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JM: No es bueno generalizar. No se debe decir que "fueron los homosexuales que optaron por sus impurezas", porque no todos los homosexuales cometen actos impuros. El Catecismo denuncia como intrínsecamente pecaminosos los actos homosexuales, no a los homosexuales.
En esto hay que tener mucho cuidado porque allí sí podemos cometer una injusticia. El Catecismo a este respecto enseña:
CEC 2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.
CEC 2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.
Respecto del artículo me parece muy coherente del punto de vista católico.
Nadie discute el derecho de la Iglesia a hacer lo que quiera dentro de su ámbito, el problema es que quiere que los estados apliquen sus principios.
Es como si el estado español tuviera que prohibir el jamón porque para el Islam es un pecado gravísimo.
Si la iglesia no quiere casar gays que no lo haga, pero no puede pretender imponer a los estados sus dogmas.
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JM: Los católicos debemos cooperar con la institución del Reinado social de Nuestro Señor Jesucristo, o como dice en otras palabras la Constitución Pastoral Gaudium Et Spes del CVII:
"A la conciencia bien formada del seglar toca lograr que la ley divina quede grabada en la ciudad terrena." (GS 43)
Ahí está la raíz del problema: que por un falso respeto o misericordia, ya en la Iglesia no se puede corregir a nadie.
Incluso más: por respeto ya no se puede ni anunciar el Evangelio, porque hay que respetar la diversidad cultural de los pueblos.
A como van las cosas se va a optar por no misionar más, y la función de la Iglesia se va a reducir a un puro asistencialismo social.
Cuando oigo que se están formando personas para misionar, evangelizar y/o catequizar, me pregunto ¿para enseñar qué, si en muchos sectores de la Iglesia, las certezas se han reducido a simples opiniones?
No.
Pero es que vosotros no os limitáis a eso.
Pretendéis que se les limiten los derechos, tratáis de echarlos de las Iglesias en claro rechazo a lo propuesto or el propio Papa y proclamáis que los gays son los peores demonios del plantea.
Es lógico que traten de defenderse
¡Ay el día que conozcáis un verdadero demonio! Los gays os van a parecer querubines.
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JM: Luchamos porque sean reconocidos como derechos aquellos que son verdaderos derechos. No es un derecho que yo pueda casarme con un animal, o con una niña menor de edad, aunque no faltará alguno que sometido a esa tendencia quisiera que así fuera. Igualmente no existe el derecho al matrimonio homosexual, porque el matrimonio es entre un hombre y entre una mujer. No entre dos hombres, no entre un hombre y una vaca, o un hombre y un niño.
Otra diferencia consiste en que nosotros luchamos con medios lícitos, los colectivos LGTBI y las feministas utilizan cualquier medio a su alcance, incluyendo la violencia y la delincuencia para conseguir sus fines.
Como decía la película, hablan de amor cuando quieren decir sexo. Si dos personas con tendencia homosexual, incapaces de revertirla llegado un punto, viven juntos como hermanos, sin relaciones carnales contra natura, aunque su inclinación sea aberrante, no habrá pecado (aunque sí peligro, pero hablamos de un caso ideal), pues con la ayuda de gracia de Dios han sabido guardar la castidad.
Aquí de lo que se trata es de que la Iglesia católica reconozca el liberacionismo sexual y la coyunda a favor o contra natura, dentro o fuera del matrimonio, a voluntad del individuo autónomo con su cuerpo. Y eso es lo que quiere decir, aunque no lo diga explícitamente (la serpiente es astuta) el cardenal Marx (un cardenal que dice tales cosas es signo evidente de la crisis en la que se halla la Iglesia terrena), que emplea la ambigüedad como sus maestros, para prevenir la reacción de la Verdad, y acusarla de "intolerante" (que es lo que debe ser la verdad frente a la mentira). Y Cañizares (ese tenido por "conservador" y "reaccionario") y el resto de la clerecía ansiosa por ser políticamente correctos y hacerse perdonar su mitra, no se comportan sino como bobos útiles de esa maniobra.
Vale lo mismo el ejemplo para la fornicación de heterosexuales, pero en el acto homosexual ese pecado está agravado por el uso contranatura de los genitales.
No pocos prelados están cooperando con la doctrina del empoderamiento sexual, contra los mandamientos explícitos de Dios en el antiguo y nuevo testamento, y las enseñanzas de la Iglesia hasta que el enemigo penetró a través de las ventanas abiertas y comenzó a destruir desde dentro el edificio (el visible, claro, el otro nunca podrá).
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JM: En la entrevista queda claro que el Cardenal Marx no se refiere a las relaciones amistosas entre dos hombres, sino a relaciones homosexuales que no precisamente viven en castidad.
El problema de esa forma de pensar, Sr. Arráiz, es querer llevarla a la práctica incluso contra la voluntad del prójimo o, lo que sería peor, contra la vida del prójimo por lo de "salvarle el alma aunque sea por encima de su vida".
Saludos.
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JM: Nunca la doctrina católica ha enseñado que se debe salvar a las personas a la fuerza. Ya desde el AT Dios decía "Te pongo delante vida o muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas, tú y tu descendencia..." (Deuteronomio 30,19), hasta el NT "...para que todo el que crea tenga por él vida eterna." (Juan 3,15).
Quien sí quiere imponer sus ideas por la fuerza es la putrefacta sociedad actual, que por un lado clama que hay libertad de expresión, pero por el otro censura y ataca un autobus por recordar conceptos básicos de biología. Yo no veo católicos agrediendo y atacando a nadie, a diferencia de los colectivos LGTBI que asaltan Iglesias, las profanan (caso reciente en Argentina por ejemplo), etc. Así que no me venga con esas tonterías.
Dice el Señor: Del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6: Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.
Catecismo de la Santa Iglesia Católica:
I. La vida del hombre: conocer y amar a Dios:
1 Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, se hace cercano del hombre: le llama y le ayuda a buscarle, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Para lograrlo, llegada la plenitud de los tiempos, envió a su Hijo como Redentor y Salvador. En Él y por Él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.
2 Para que esta llamada resonara en toda la tierra, Cristo envió a los apóstoles que había escogido, dándoles el mandato de anunciar el Evangelio: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,19-20). Fortalecidos con esta misión, los apóstoles "salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban" (Mc 16,20).
3 Quienes con la ayuda de Dios, han acogido el llamamiento de Cristo y han respondido libremente a ella, se sienten por su parte urgidos por el amor de Cristo a anunciar por todas partes en el mundo la Buena Nueva. Este tesoro recibido de los Apóstoles ha sido guardado fielmente por sus sucesores. Todos los fieles de Cristo son llamados a transmitirlo de generación en generación, anunciando la fe, viviéndola en la comunión fraterna y celebrándola en la liturgia y en la oración (cf. Hch 2,42).
Pasión de Señor:
Jesús contestó: Tú lo dices: yo soy Rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad; todo el que es de la verdad escucha mi voz. Pilato le dijo: ¿Qué es la verdad?
Aquí veo el meollo del asunto. Cristo es la Verdad y es a Él a quién tenemos que enseñar. Lo de este Mundo: la LGTV, el marxismo, el capitalismo, lo políticamente correcto, es decir la verdad de los doctores de la ley, de los fariseos, de los sumos sacerdotes, de Pilatos, de los de antes y de los de ahora no es la verdad y no son la verdad. No somos de este mundo y no debemos enseñar su verdad sino a Cristo, única Verdad. Si nos hacemos del mundo, mundanos, traicionamos el Señor, nosotros sal,nos volveremos sosos y solo serviremos para que nos pisoteen. Si enseñamos que el pecado no existe, que es un invento de los curas para trincar a la gente, que es cosa del antiguo testamento y que ancha es Castilla. Si todo es misericordia y el Evangelio está en continua revisión. Si Dios Misericordioso, o mejor misericordino, nos vino a librar de la ley y todo es según nuestras emociones, deseos y conciencia, estoy harto de que los curas me digan estas majaderías y sea más dificil encontrar confesor que el papa te llame por teléfono
7 ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Es inevitable que existan pero ¡ay de aquel que los causa!" Es palabra del Señor.
¿Por lo que se ve los massmedia y los que mandan están de acuerdo? Ver la denuncia que ha salido en poquísimos medios, actualmente de la pederastia y prostitución organizada actualmente en centros de menores españoles. Ya salió hace unos años en Centros Portugueses. Pueden comprobar esto en internet.
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JM: Se equivoca si cree que voy a perder el tiempo debatiendo con apologías pro-LGTBI. Este post es una reflexión dirigida a católicos.
Sus post son bastante claros, se expresa sin ambages.
Que el Señor le bendiga.
Paz y Bien.
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JM: A la orden Miguel, saludos.
Son ellos los que eligen ser y vivirse de esa forma, el resto seguimos otra forma de vivir, la homosexualidad sI es verdadera está orientada hacia Jesucristo Amor.
.No hay acto conyugal ,no hay complementariedad, lo que si se pueden es amar como hermanos en Cristo Jesús ,rezar juntos al mismo Dios. La castidad es para todos .
Hay una forma de demostración por reducción al absurdo y en derecho se usa el "sensu contrario" para desmontar un sofisma.
La Iglesia de católica romana del cardenal alemán Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Frisinga, debe pedirme perdón por ser heterosexual y no permitirme copular con cualquier mujer (soy jurídicamente varón, nacido varón y a mi edad seguire siendo varón heterosexual hasta la muerte) que se hubiera dejado, por no permitirme tener varias mujeres (con una voy sobrado como católico) como los moros, por amenzarme con el infierno si caía en el 9º mandamiento (mis vecinas están de miedo en la piscina cada verano)...
Si lo que he escrito es una estupidez, lo que ha dicho el cardenal sobre los homosexuales o evasexuales es una ESTUPIDEZ de hereje.
Dios nunca nos deja solos.
Que pidan perdón los médicos y enfermeros por sus muchas negligencias.
Que pidan perdón los sindicatos por representar, entre otros, a trabajadores vagos y maleantes.
Que pidan perdón los clubes de fútbol por los muchos millones que se "negocian" con traspasos.
Que pidan perdón los medios de comunicación por ser una auténtica ramera al servicio del mal.
Que pidan perdón los musulmanes por sus millones de asesinatos.
Que pidan perdón los comunistas por sus multitud de genocidios.
Que pidan perdón las eléctricas españolas, por robar a manos llenas a los españolas con sus negocios con políticos.
Podría estar hasta mañana escribiendo... ¿ por qué la ICAR tiene que estar pidiendo perdón incluso, cuando solamente ha estado en consonacia con los tiempos ? ¿ O es que en en el mundo, la discriminación homosexual, sido sólo cosa de la ICAR ?
¿ Pedirán perdón los homosexuales por sus muchos delitos sexuales y contra la fidelidad ? ¿ Pedirán perdón por sus grotescas marchas del dia del orgullo guei ? ¿ Pedirán perdón por las burlas que hacen a la ICAR ?
Cuando veo un prelado asumir las posiciones que pretenden humillar a la ICAR inicialmente me viene a la cabeza que es un enemigo que actúa desde dentro. En la política española lo hemos visto miles de veces. Políticos, ocupando cargo en el gobierno central, que sólo se "solidarizan" y comprenden las posiciones nacionalistas, cuando España, en su conjunto, no tiene quien la defienda.
¿Qué les diría san Pablo quien escribió a los romanos "no os configuréis con este mundo...?
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