Venezuela: Juguetes Kreisel y cómo hacer populismo con los bienes ajenos

Es noticia en Venezuela que el gobierno venezolano decomisó este viernes 3,8 millones de juguetes a una de las principales distribuidoras del país, juguetes Kreisel, acusándola de acaparamiento, y afirmó que los distribuiría a sectores populares.

William Contreras, jefe de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) anunció que «Los niños y niñas de la patria van a tener una Navidad feliz», dijo a periodistas William Contreras, jefe de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), tras el operativo, tras lo que añadió: «Vamos a garantizarles su Niño Jesús (regalo navideño)».

También se supo que dos gerentes de la empresa Kreisel, acusada además de fraude y boicot económico, fueron detenidos, mientras que la Sundde pidió que se prohíba la salida del país a los dueños.

Según la propia versión del jefe de la entidad, aseguró que productos importados entre 2008 y 2014 estaban almacenados en depósitos de Kreisel para ser comercializados con sobreprecios de hasta 34.000% y puso el ejemplo de una muñeca que había costado 22 Bs.F y ahora la estaban vendiendo en más de 60.000 Bs.F.

El origen del problema

A simple vista y desconociendo la realidad socioeconómica de Venezuela, uno se podría sentir tentado a pensar que el gobierno tenía razón e hizo algo justo (sobre todo si se tiene simpatías comunistas), a continuación explicaré por qué no es así.

Inflación

En Venezuela la moneda está sometida a una continua devaluación producto de la inflación que hace que la moneda pierda su valor de manera vertiginosa.  A la tasa de cambio del mercado paralelo el dolar estaba valorado al cerrar el 2010 en aproximadamente 9 Bs.F por dolar. Cerrando el 2012 ya estaba sobre los 17 Bs.F, cerrando el 2013 estaba en 64 Bs.F, al cierre del 2014 estaba sobre los 173 Bs.F., al finalizar el 2015 en 844 Bs.F, y actualmente, finalizando el 2016 está sobre los 4000 Bs.F.

Las causas, que detallarlas profundamente exceden el alcance de este artículo, residen básicamente en las malas políticas del gobierno que imprime dinero sin respaldo para pagar sus compromisos de deuda, y que ha eliminado los mecanismos legales de intercambio de divisas (incluyendo el canje de bonos de deuda petrolera) lo que ha puesto en manos de las casas de cambio colombianas el poder de fijar el precio de canje de nuestra moneda.

La consecuencia en Venezuela es que tener un billete en moneda nacional en la mano sería similar a que alguien tuviera un dólar sostenido pero «prendido en fuego», es como una «papa caliente» que o lo gastas ya o luego no podrás comprar nada con él.

En esa situación es natural que una empresa que compró un juguete hace varios años en un precio determinado, si no lo logró vender generalmente en navidad que es la época de venta de juguetes, hoy no lo pueda vender al precio de venta que tenía en ese entonces, porque de lo contrario no tendría ni siquiera para reponer el costo del artículo y reponer inventario. Estaría vendiendolo a pérdida.

El mismo funcionario del gobierno que pone el ejemplo lo deja obvio cuando dice que una muñeca costó 22 bolívares, y denuncia a la empresa por «boicot» por revalorizarlo a un precio equivalente de 16 dólares.  El problema es que con la continua inflación con 22 bolívares en Venezuela (0,0055 dólares) no se puede comprar ni un caramelo, que el más barato cuesta 50 bolívares.  Pues mucho menos una muñeca.

Esto es lo que se puede comprar al momento de escribir este post con cada billete en bolívares, en el cual el billete de menor denominación es muy superior al precio que el gobierno afirma tiene la “muñeca":

De esta manera el gobierno asfixia al sector empresarial privado venezolano, impidiendo revalorizar sus productos conforme la inflación bajo acusación de especulación, y el mismo tiempo intenta comprar el favor popular regalando juguetes que no compró, sino que confiscó perjudicando a los pocos empresarios que quedan que se animan a invertir y comerciar en el país.

¿Resultado? Que la próxima navidad menos empresarios se arriesgarán a comercializar juguetes en Venezuela. Si lo compras hoy a un precio y no lo vendes inmediatamente ya el precio al que te obligan a venderlo se habrá devaluado. Es como tener que vender una computadora al precio de lo que te cuesta un caramelo.

Ya de por sí es curioso que todavía los haya luego de que en navidades pasadas ocurriera lo mismo con otros juguetes como las Barbies, que el gobierno obligó a vender a un precio inferior al costo causando pérdidas a los inversores.

Pero está visto que al gobierno venezolano no le importa mucho asumir esos impactos económicos. Tiene una visión de corto alcance en la que sólo le preocupa mantenerse en el poder a corto plazo, no importa que luego la situación sea insostenible. «Como vaya viniendo vamos viendo» es la forma de pensar de este gobierno, que muchos venezolanos han apoyado porque se han beneficiado de estas políticas populistas. Luego seguirá con el discurso de que la crisis agravada es culpa del «imperio» norteamericano, o de la «oligarquía parasitaria». Pero cuando no queden, como ocurrió en Cuba, no quedará a nadie a quien echarle la culpa….Bueno, verdad que siempre estará Estados Unidos, como chivo expiatorio universal.

Es evidente el Gobierno pudo haber multado la empresa en caso de encontrar irregularidades, pero fue más fácil decomisar todo su inventario para luego aparecer como San Nicolás regalando juguetes, aunque no sean suyos.

Los que hoy son cómplices de estos atropellos recuerden que dice el Mandamiento: «No robarás». Dios tarde o temprano hará justicia.

———————————————————-

Nota: Te recuerdo que ya está disponible nuestro Curso Online de Apologética Católica. Si te interesa inscribirte, haz clic AQUI.