¿Cuál es la real magnitud de la crisis venezolana? Yo te lo explico…
A raíz del último artículo de mi blog titulado “Oremos: Siguen muriendo venezolanos tras largas horas de hacer cola” un lector me preguntó sobre qué tan grave era la crisis, porque había visto un diputado mexicano del partido de la Izquierda, candidato independiente a las elecciones para la Presidencia del País del 2018, Gerardo Fdz Noroña, en el que se aprecia en un vídeo editado por él en su canal de YouTube, con otro acompañante caminando por las calles de Caracas por la noche, donde se ve la gente muy tranquila, pasando momentos placenteros.
Explico ahora que hay de cierto y que hay de falso en ese vídeo.
Inseguridad
Venezuela es el país con la más alta tasa de asesinatos del mundo con una tasa de asesinatos de 58,1 por cada 100.000 habitantes superando al antiguo país más inseguro, que era Honduras, pero que ahora cuenta con una tasa de 51,49 por cada 100.00 habitantes. Luego siguen Bellice, Jamaica, El Salvador y Guatemala. Véase a este respecto:
Tasa de homicidios internacional por países
El crimen tiene una tasa de impunidad de más del 98% con todas sus variantes: secuestros, secuestros express, robos de vehículos, robos a mano armada, etc.
Ahora, eso no quiere decir que no haya gente que no salga a la calle. Cualquiera puede elegir una plaza de Caracas bien alumbrada y va a conseguir buhoneros vendiendo helados, café, empanadas, y gente saliendo de su trabajo o transitando por la zona. Eso no es un indicativo de que no hay inseguridad y que no hay crisis económica, sino de que en medio de la crisis las personas continúan con su vida y se adaptan lo mejor que pueden, pero no se engañen: en Venezuela muere más gente asesinada que en un país en guerra, las cifras no mienten.
Desabastecimiento
Algo que el diputado en cuestión no hace es visitar algún abasto o supermercado e intentar comprar cualquier producto básico: leche, harina, arroz, aceite, pasta, azúcar, mantequilla, desodorante, papel sanitario, pasta dental, toallas sanitarias, jabón, etc. Si lo hubiera hecho en cámara se habría visto que no podía encontrar NINGUNO de esos productos, que sólo se consiguen con muy poca probabilidad luego de largas horas de cola. Trata de reconocer a medias que hay “problemas de abasto” pero no se atreve a ir sino que se centra en su pequeño paseo.
Las colas
Pero lo que hace la mayor parte del pueblo venezolano es ir a algún supermercado y hacer cola a veces desde la noche anterior —si la dejan— y ver que hay algo al día siguiente y compran lo que encuentran que se encuentre “regulado” (más adelante explico que significa).
Recientemente han comenzado a aparecer algunos productos gracias a que el gobierno ha accedido a que algunas empresas vendan productos a precios no regulados que importan los propios empresarios privados pero a precio de dólar paralelo. Esos productos no son accesibles para la mayoría de la población porque están a precio dolarizado equivalente incluso al precio de los mismos productos en el mercado negro. Este mercado negro es el que se alimenta con los productos revendidos por las personas que hacen la cola para luego venderlos a varias veces su precio.
Por tanto, la mayor parte de la población sigue teniendo que hacer cola, aunque en algunos abastos se pueda ver el producto porque a ese precio no lo puede comprar, ni a precios de dólar paralelo ni a precios de mercado negro.
Evidentemente no todo el mundo está en la misma situación y siempre habrá personas con más recursos producto de su trabajo y sus ahorros que pueden comprar a precios de mercado negro o en las tiendas que venden productos importados a precio dolarizado. De allí que sea perfectamente normal ver a personas paseando en una plaza, ya sea porque están saliendo de su trabajo, o porque no tienen que hacer cola, mientras que otras, la gran mayoría si tiene que hacerlo. Y eso es tan verdad como que hay cada vez más personas recogiendo alimentos de la basura:
Para que se entienda la difícil situación de la mayor parte de la población lo ilustraré con un ejemplo: con el continuo aumento del dólar —y al precio de dólar paralelo en que estaba al escribir este post— el salario del Venezolano equivalía a menos de 10 dólares mensuales (27.092,08 Bs.F / 2.725 Bs.F x dolar) , a lo que hay que sumar un bono alimentario de 23 dólares (63.720 Bs.F / 2.725 Bs.F x dolar), lo que lleva el salario mínimo a un total de poco más de 30 dólares por mes. La semana pasada que el dólar estaba debajo de los 2.000 era un poco más, y por eso la Wikipedia lo establece en 51,69 dólares por mes.
¿Qué puede comprar un venezolano con esa cantidad de dinero? Un kilo de queso cuesta, por ejemplo, 4.200 Bs.F (1.5 dólares), por lo que si se gasta todo su dinero en “queso” podría comprar con el salario de un mes un máximo de 21 kilos. La deducción es lógica: con el salario de un día no puede comprar ni un kilo de queso.
Lo mismo sucede con una harina que se puede conseguir en el mercado negro a 2000 Bs.F (0,7 dólares), o cualquier otro producto similar, por lo que el venezolano que gana salario mínimo no se lo puede costear y tiene que conseguirlo a precio “regulado” haciendo colas de a veces más de 12 horas. Allí es que se producen las muertes que reseño en mi post anterior.
La escasez no afecta a todos los productos
Algo que es importante puntualizar para que se comprenda la situación, es que la escasez tampoco afecta a todos los productos, sino a los que se conocen como “regulados”. Un producto “regulado” es un producto prioritario al que el gobierno le impone un precio “tope” o “máximo” y llega a niveles que en caso de comercializarlo, obliga a ir a perdida a quien lo vende, lo cual a su vez hace que el producto desaparezca. El caso emblemático era el de la harina, que aunque el gobierno obligaba a empresas Polar a venderlo a pérdida, él propio gobierno no lo producía para no perder aunque había expropiado más de la mitad de la capacidad instalada productora de harina en el país.
Por tanto, el comerciante que vende productos regulados lo que hace es tratar de compensar la pérdida vendiendo otro producto, pero tratar de vender la menor cantidad posible del producto regulado. El productor también deja de producirlo y el producto cae en desabastecimiento.
Así yo puedo entrar a un supermercado y ver un estante repleto de “Coca Cola” o “Pepsi Cola”, o inclusive Atún y sardinas enlatadas a precios bien altos en comparación con el ingreso del venezolano, pero no ver un solo kilo de leche en polvo a precio regulado.
El caso de las medicinas es incluso más preocupante para quien tiene alguna enfermedad grave porque mientras la consigue puede morir.
¿Lo que hace este diputado es honesto?
En mi opinión no es honesto mostrar medias verdades para dar una impresión alejada de la realidad. Yo también me puedo ir a Corea del Norte y dar un paseo por las zonas que el gobierno permite visitar y hacer creer que la vida allá es color de rosas. Él también podría haberse metido en un barrio de Caracas identificado como “zona de paz” a la misma hora en que visitó esa plaza, a ver si sale vivo.
Si en verdad quiere probar la situación venezolana, yo le invito a que se venga a Venezuela e intente vivir un mes con el salario mínimo, hacer una de las colas de 12 horas que hace la mayor parte del pueblo venezolano, y luego de un paseo por alguna plaza, para que luego se indigne cuando alguien le haga un vídeo con una videograbadora para luego decir en otro país que en Venezuela la cosa no es como la pintan.
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15 comentarios
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JM: ¿Seguido votando a Maduro? Si en las últimas elecciones que se hicieron, perdieron por mayoría absoluta la asamblea, y suspendieron las elecciones de gobernadores para no perder también. Maduro cuenta con menos del 20% del respaldo de la población, según Data Analisis, la encuestadora más confiable del país, a la que el gobierno incluso ha citado en su favor cuando le ha convenido.
Si fuera a dar pela no temiera aceptar el referendum revocatorio. Hugo Chávez cuando sabía que iba a ganar lo aceptó y lo ganó.
Y lo de la seguridad... mejor no hablo. La última noticia es que roban en las camionetas o busetas con "punto de venta" en la mano, para transferir dinero con tarjetas de débito. Y es que la moneda vale menos que el papel con que se hace. Dato de gente cercana.
De terror.
Y lo peor es que el gobierno no hace absolutamente NADA para cambiarlo. NADA DE NADA.
Claro, le interesa tener a todo el mundo bajo estado de excepción sin declararlo.
Te agradezco JM por esclarecer a fondo la situación realista de Venezuela.. Y, sí, como bien dices en el post, el diputado Noroña es deshonesto, siendo este personaje de la Izquierda de México, de alguna manera u otra simpatiza con el régimen chavista, y ahora, estando Maduro en el Poder... Lo cual, no podría aventurarse a decir que el pueblo venezolano la está pasando de pesadilla, llegando a conseguir comida en los basureros. Si fuese alguien de la derecha de México a videograbar como el Presidente del Partido del PAN, Ricardo Anaya... seguramente estaría argumentando lo mismo que describes en el post. Aunque bueno, cualquier político difícilmente cumplirá todo lo que promete.
No puedo decir otra cosa que acordarme en oraciones.
Pienso que el abandono de Dios y de su Iglesia es la causa primera de cuanto sucede allí.
Y que también que es una vergüenza que un país de raíces cristianas tenga esa situación. Lo mismo que toda Centroamérica.
¡Lapidario!
Saludos José Miguel
revistavenezolana.com/2016/05/espana-ofrecio-fondo-ayuda-humanitaria-venezuela/
abc.es/internacional/abci-maduro-bloquea-ayuda-humanitaria-para-venezuela-201611150303_noticia.html
Sí las aspiraciones de Fernández Noroña, eran gobernar a México, acciones como está lo describen tal cual es.
El simple hecho de que Nicolás Maduro no acepte el revocatorio como lo hizo Cháves; es por que esta convencido de que ni con la ayuda de Noroña, refrendaría el mandato en Venezuela.
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