¿Es Jesús también Yahveh?
En un artículo en mi blog dejé en el aire una pregunta para que todo el que quisiese la respondiera:¿Es Jesús también Yahveh? La mayoría contestó que cada una de las personas de la Santísima Trinidad es Yahveh, tanto el Padre, como el Hijo, como el Espíritu Santo. Sin embargo, también hubo en menor proporción personas que dijeron que sólo Dios Padre, primera Persona de la Santísima Trinidad es Yahveh. He aquí la respuesta.
Signficado de Yahveh
Yahveh es el nombre propio de Dios en el Antiguo Testamento, pues así fue que se identificó ante Moisés en la teofanía de la zarza ardiendo:
“Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los israelitas y les digo: “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros"; cuando me pregunten: “¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?» Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas: “Yo soy” me ha enviado a vosotros.» “(Éxodo 3,13-14)
En ese momento Dios dio al hombre el único nombre que podía definirlo de alguna manera: Yahveh, que en lengua hebrea puede traducirse “Yo soy lo que soy", “Yo soy el que es” o “Yo soy el existente", tal como lo tradujeron los traductores de la Septuaginta: ego eimi ho on. Dios, por ser quien es, es el único verdaderamente existente en sentido de que no es contingente, lo que quiere decir que no necesita de nada ni nadie para existir, como si lo hacen las creaturas. Al no ser contingente Dios no ha sido creado por nadie, sino que es el creador, principio y fin de todas las cosas.
A este respecto el Catecismo de la Iglesia Católica enseña:
“Al revelar su nombre misterioso de YHWH, “Yo soy el que es” o “Yo soy el que soy” o también “Yo soy el que Yo soy", Dios dice quién es y con qué nombre se le debe llamar. Este Nombre Divino es misterioso como Dios es Misterio. Es a la vez un Nombre revelado y como la resistencia a tomar un nombre propio, y por esto mismo expresa mejor a Dios como lo que él es, infinitamente por encima de todo lo que podemos comprender o decir: es el “Dios escondido” (Is 45,15), su nombre es inefable, y es el Dios que se acerca a los hombres.
Al revelar su nombre, Dios revela, al mismo tiempo, su fidelidad que es de siempre y para siempre, valedera para el pasado ("Yo soy el Dios de tus padres", Ex 3,6) como para el porvenir ("Yo estaré contigo", Ex 3,12). Dios que revela su nombre como “Yo soy” se revela como el Dios que está siempre allí, presente junto a su pueblo para salvarlo.” (CEC 206-207)
Como se puede observar, ya aquí está implícitamente respondida la pregunta, pues el Catecismo enseña que Yahveh es el nombre propio de Dios, no sólo de Dios Padre. Y si como católicos profesamos la doctrina de la Trinidad: que existe un solo Dios en Tres Personas Divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, es natural que cada una pueda identificarse con el nombre de Yahveh.
Negar esto conduce inequívocamente a dos opciones: a) al arrianismo, o b) una contradicción con lo que enseñan las Sagradas Escrituras.
- Cae en arrianismo quien piensa que sólo el Padre es Yahveh, pensando que sólo Yahveh es Dios, pero ni el Hijo ni el Espíritu Santo lo son. Esta posición fue rechazada unánimemente desde la Iglesia primitiva al igual que por todos los Padres de la Iglesia, y es lo que profesan hoy sectas como los Testigos de Jehová. Véase a este respecto: La doctrina de la Trinidad en la Iglesia primitiva y los padres de la Iglesia.
- Contradice las Sagradas Escrituras quien sostiene que sólo el Padre puede identificarse con Yahveh y al mismo tiempo afirma que profesa la doctrina de la Santísima Trinidad. Veamos por qué:
Sólo Yahveh crea
Lo enseña la Escritura cuando afirma:
“Así dice Yahveh, tu redentor, el que te formó desde el seno. Yo, Yahveh, lo he hecho todo, yo, solo, extendí los cielos, yo asenté la tierra, sin ayuda alguna.” (Isaías 44,24)
Otros textos similares son Apocalipsis 4,11; Hebreos 3,4; Salmo 89,12; 33,6.
Las Sagradas Escrituras también enseñan que Dios hizo todo para sí mismo:
“Todas las cosas las ha hecho el Señor para gloria de sí mismo” (Proverbios 16,4)
Si Yahveh lo hizo todo “solo“, “sin ayuda alguna“, y lo hizo para sí mismo, no se explicaría cómo podría no ser Jesús también Yahveh, cuando el evangelio de Juan comienza diciendo que “ Todo se hizo por ella [La Palabra hecha Carne = Jesús] y sin ella no se hizo nada de cuanto existe" (Juan 1,3).
Obsérvese que cuando el evangelio de Juan resalta que “sin ella no se hizo nada de cuanto existe” está diciendo que todo aquello que puede ser etiquetado como “hecho” fue creado también por la Palabra (Jesús).
Abundan también las reflexiones de los padres de la Iglesia sobre el pasaje del Génesis donde Yahveh crea al hombre (Génesis 1,26): “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, el cual al estar conjugado en plural, revela implícitamente el diálogo entre las Personas de la Santísima Trinidad. Véase a este respecto:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza", reflexiones de los padres de la Iglesia
Por lo tanto, quien afirma que sólo el Padre es Yahveh, está afirmando por consecuencia que sólo el Padre es el creador, sin el Hijo y sin el Espíritu Santo. Y si afirma lo primero y pretende afirmar lo segundo se contradice.
Sólo a Yahveh se adora
Lo enseñan también claramente las Sagradas Escrituras:
“Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí.” (Éxodo 20,2-3)
“Así dice Yahveh el rey de Israel, y su redentor, Yahveh Sebaot: Yo soy el primero y el último, fuera de mí, no hay ningún dios.” (Isaías 44,6)
“Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, «Aquel que es, que era y que va a venir», el Todopoderoso.” (Apocalipsis 1,8)
Por tanto, si sólo se debe adorar a Yahveh y fuera de Él a nadie más, en el caso de no ser el Hijo y el Espíritu Santo también Yahveh no se les debería adorar a ellos, por lo que nuevamente caen en contradicción quienes afirman que sólo se puede identificar a Dios Padre con Yahveh.
Sólo Yahveh salva y es el juez de la humanidad
Las Sagradas Escrituras también enseñan que sólo Yahveh es el único y verdadero salvador:
“Yo, yo soy Yahveh, y fuera de mí no hay salvador.” (Isaías 43,11)
En el Antiguo Testamento se profetiza además que tanto el juicio como la salvación la hará Yahveh en persona:
“Dijo él: «De cierto que ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán.» Y fue él su Salvador en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: Él mismo en persona los liberó. Por su amor y su compasión él los rescató: los levantó y los llevó todos los días desde siempre.” (Isaías 63,8-9)
Esta idea, que se repite a lo largo de todo el Antiguo Testamento (Salmo 50,1-6; 96,11-13; 98,9; Zacarías 14,5) en el Nuevo Testamento se consuma en Jesucristo, como salvador de la humanidad:
“Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»” (Mateo 1,21)
“os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;” (Lucas 2,11)
“Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.” (Juan 3,17)
“y que se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Evangelio” (1 Timoteo 1,10)
De la misma forma es él a quien identifica el Nuevo Testamento como quien ha de juzgar al mundo:
“«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.” (Mateo 25,31-32)
El Hijo de Dios se identifica con Yahveh
Igualmente abundan los textos de la Sagrada Escritura donde se identifica a Jesús con Yahveh. Por ejemplo, discutiendo con los judíos se identifica de manera tan clara, que los judíos intentaron apedrearle:
“Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy.» Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.” (Juan 8,52-59)
También se le atribuyen los títulos que en el Antiguo Testamento se le atribuyen a Yahveh en Isaías 44,6:
“Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. El puso su mano derecha sobre mí diciendo: «No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Hades.” (Apocalipsis 1,17-18)
“Al Ángel de la Iglesia de Esmirna escribe: Esto dice el Primero y el Ultimo, el que estuvo muerto y revivió.” (Apocalipsis 1,8)
“Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin. Dichosos los que laven sus vestiduras, así podrán disponer del árbol de la Vida y entrarán por las puertas en la Ciudad. ¡Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras, y todo el que ame y practique la mentira!» Yo, Jesús, he enviado a mi Ángel para daros testimonio de lo referente a las Iglesias. Yo soy el Retoño y el descendiente de David, el Lucero radiante del alba.»” (Apocalipsis 22,13-16)
El Espíritu Santo también se identifica con Yahveh
Hay pasajes en el Nuevo Testamento en donde el Espíritu Santo se identifica con quien el Antiguo Testamento es identificado como Yahveh. Por ejemplo, cuando San Pablo menciona palabras dichas por Yahveh al pueblo en Isaías 6,8-10, pero las atribuye el Espíritu Santo:
“Cuando, en desacuerdo entre sí mismos, ya se marchaban, Pablo dijo esta sola cosa: «Con razón habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías: Ve a encontrar a este pueblo y dile: Escucharéis bien, pero no entenderéis, miraréis bien, pero no veréis. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, y con sus oídos oigan, y con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los cure.”(Hechos 28,25-27)
Lo mismo hace el autor de la epístola a los hebreos:
“Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en la Querella, el día de la provocación en el desierto, donde me provocaron vuestros padres y me pusieron a prueba, aun después de haber visto mis obras = durante cuarenta años. Por eso me irrité contra esa generación y dije: Andan siempre errados en su corazón; no conocieron mis caminos. Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso! ” (Hebreos 3,7-11)
En resumen…
Ciertamente hay textos que se refieren a Dios Padre como Yahveh, así como hay textos en el Nuevo Testamento donde se identifica a Dios con la Persona del Padre. No hay ningún problema en ello, sino en entenderlos con la lógica protestante (aut aut) asumiendo que sólo el Padre es Yahveh, y no con la lógica católica (et et) en la que se puede afirmar que el Padre es Yahveh, sin por eso negar que su Hijo o el Espíritu Santo lo sean.
En este artículo me he limitado a abordar la pregunta específica si puede Jesús identificarse con Yahveh. Para una explicación más amplia de la doctrina de la Santísima Trinidad puede leer:
Resumen de la doctrina de la Santísima Trinidad
———————————————————-
Nota: Te recuerdo que ya está disponible nuestro Curso Online de Apologética Católica. Si te interesa inscribirte, haz clic AQUI.
23 comentarios
menos, estarían fuera del dogma y terminan confundiendo al pueblo:
En contadas ocasiones, con decir que Dios es familia,ya esta explicado
el misterio.pero hay que decir algo mas, no se meten en materia,
Lo que mas me sorprende de usted es que nos da tantas citas del A.T y Nuevo T. y con tanta precisión que es admirable por el bien que hace a
seglares y curas.
Felicidades y un cordial saludo.............JOSÉ LUIS...........España
Lo cierto es que se trata del plural mayestático, empleado también en otras partes de las Sagradas Escrituras. Por supuesto, esto no contradice ni a la existencia del Espíritu Santo (llamado Ruah-ha Kodesh por los judíos) ni a la del Logos, Cristo, a través del cual todo fue hecho.
---------------------
JM: Si, que han de saber San Agustín, San Ireneo o San Justino mártir comparado con su ilustrísima. Lástima que no contaban con su guía para aprender a hacer exégesis.
La verdad yo prefiero fiarme de los santos padres.
Para entender mejor la revelación que Dios hace de su Nombre propio en Ex 3,14-15, es necesario tener en cuenta dos propiedades de los verbos en hebreo: la construcción de la raíz o tronco (binyan) y la forma.
El tronco tiene 7 variantes, de las cuales 2 son relevantes para este pasaje:
- qal: activo simple;
- hiphil: activo causativo.
La forma puede ser:
- perfecta: describe una acción terminada;
- imperfecta: describe una acción en curso o continua.
El Nombre revelado en Ex 3,14, "EHYEH", es tronco qal, primera persona singular, forma imperfecta de "hyh", "ser", lo cual en general puede significar "yo era", "yo soy" o "yo seré", siempre en un sentido continuo, dependiendo del contexto en que se usa. Por lo que usado por Dios en primera persona, dado que Dios Es en la eternidad, la cual no es una sucesión infinita de momentos sino un único momento de infinita plenitud, el significado correcto es "Yo Soy" [1]. Así, Dios revela que es el Ser por esencia, el Ser Subsistente o Absoluto.
El Nombre revelado en Ex 3,15, "YHWH", viene de "hwh", una variante temprana de "hyh", "ser". A diferencia del Nombre anterior, en este Nombre la tradición de los copistas hebreos ("masoretas") no indica con los signos diacríticos de vocalización (niqud) agregados al texto consonántico la pronunciación de la palabra escrita (Ketiv), sino la de la palabra que se lee en lugar de ella (Qeri), la cual es Adonai, "el Señor", excepto cuando YHWH es precedido por Adonai, en cuyo caso se lee Elohim, "Dios".
Por lo tanto, dado que desde al menos 200 a.C. los judíos ya no pronunciaban habitualmente el Tetragrammaton, como es atestiguado por su ausencia en los fragmentos en hebreo del libro del Eclesiástico, escrito ca. 180 a.C., hallados en Qumran, Masada y la geniza de El Cairo, tal que su pronunciación había quedado restringida a una sola persona, el Sumo Sacerdote, en una sola ocasión del año, la fiesta de la Expiación (Yom Kippur), y dado que, por lo tanto, desde la destrucción del Segundo Templo en 70 A.D. el Tetragrammaton había dejado totalmente de ser pronunciado por los judíos, en principio no se sabe con certeza cuál era su vocalización original, existiendo dos posibilidades:
- raíz qal, tercera persona singular, forma imperfecta, si se lo vocaliza "YiHWeH", lo cual en general puede significar "él era", "él es" o "él será", siempre en un sentido continuo, dependiendo del contexto en que se usa. Por lo que usado por una criatura, la cual existe en el tiempo, para referirse a Dios, incluye los tres significados al mismo tiempo, dado que desde el punto de vista de la criatura Dios Era en el pasado, Es en el presente y Será en el futuro: "Él Era, Es y Será". Lo cual coincide con la alabanza que los cuatro vivientes, en la visión de S. Juan en el Apocalipsis, "repiten sin descanso día y noche: «Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso, “Aquel que Era, que Es y que va a venir”.»" (Ap 4,8). Por lo tanto, en este caso YHWH es el mismo Nombre revelado en Ex 3,14 pero pronunciado en tercera persona por una criatura, denotando a Dios como Es en Sí mismo: el Ser Subsistente o Absoluto.
- raíz hiphil, tercera persona singular, forma imperfecta, si se lo vocaliza "YaHWeH", significando "Él causa que sea", o más completamente, "Él causaba, causa y causará que sea". Por lo tanto, en este caso YHWH denota a Dios como Es para nosotros: el Creador, el que hace que seamos [2].
Es claro que ambas opciones se implican mutuamente:
- Dado que solamente "El que Es" puede "hacer ser", o en términos filosóficos, que solamente el Ser Subsistente puede dar el ser y sostener en el ser a los seres contingentes, el Nombre YaHWeH presupone necesariamente los Nombres EHYEH / YiHWeH.
- Dado que es inherente a "Aquél que Es" poder "hacer ser", o en términos filosóficos, que es inherente al Ser Subsistente poder dar el ser y sostener en el ser a los seres contingentes, el Nombre EHYEH implica potencialmente el Nombre YaHWeH antes de la libérrima decisión divina de crear, y lo implica necesariamente luego de esa decisión. Nótese que la potencialidad es solamente de la criatura, que puede o no ser creada por Dios pero que debe existir para que pueda ser pronunciado el Nombre de Dios en tercera persona.
1. «si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados.» (Jn 8,24)
2. «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta;» (Jn 8,28)
3. «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham fuese, Yo Soy.» (Jn 8,58)
4. «Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy.» (Jn 13,19)
En todos estos pasajes es claro que Jesús se aplica a Sí mismo el Nombre propio de Dios en primera persona. Esto es particularmente evidente en los pasajes 1, 2 y 4, en los que Jesús resalta la importancia de creer/saber que "Él Es", en claro eco de dos pasajes del segundo Isaías:
"Vosotros sois mis testigos - oráculo de Yahveh - y mi siervo a quien Yo he elegido, para que me conozcáis y me creáis y entendáis que Yo Soy." (Is 43,10).
"Escúchame Jacob; Israel, a quien llamé: Yo Soy; Yo Soy el primero y Yo Soy también el último." (Is 48,12).
Nótese también que en el pasaje 3 queda claro que el Hijo Es en la eternidad, un único momento de infinita plenitud, y no en el tiempo, una sucesión de momentos, porque Jesús dice "antes de que Abraham fuese, Yo Soy", no "antes de que Abraham fuese, Yo Era."
En adición a estos cuatro pasajes, los dos "Yo Soy" con que Jesús respondió en el Evangelio de S. Juan a la partida que había llegado a prenderlo en el huerto de Getsemaní, más el "Yo Soy" con que respondió a la pregunta del Sumo Sacerdote "¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?", corresponden a las tres veces en que el Sumo Sacerdote pronunciaba el Nombre propio de Dios al cargar las iniquidades y transgresiones de los hijos de Israel en el cabrito a ser enviado a morir al desierto (Lev 16,20-22). Para quien le interese, desarrollé este tema en:
gnosesthehotiegoeimi.blogspot.com/2016/03/sentido-de-la-caida-en-tierra-de-la.html
("gnosesthe hoti Ego Eimi" = "sabréis que Yo Soy")
Notas
[1] Escribo con mayúscula el verbo Ser en sentido subsistente y con minúscula en sentido contingente adoptando la sugerencia de S. Juan Pablo II en su catequesis del 7 de agosto de 1985:
Sería oportuno cuando nos referimos a Dios escribir con letra mayúscula aquel "soy" el que "es", reservando la minúscula a las criaturas. Ello sería además un signo de un modo correcto de reflexionar sobre Dios según las categorías del "ser".
[2] Una objeción frecuente a esta opción es que el tronco hiphil de hwh no existe en el idioma hebreo sino solamente en el arameo. A esto respondo señalando que, si el Exodo tuvo lugar a mediados del siglo XV a.C., entonces el Nombre fue revelado a Moises cuando los idiomas arameo y hebreo todavía no se habían diferenciado ("Mi padre era un arameo errante" (Dt 26,6)). Esto es consistente con la referencia a "la tierra de los Shasu de Yhw" en el templo en Soleb, Nubia (Sudán), construido por Amenhotep III, quien reinó de 1391 a 1353 a.C., donde "Shasu" era el término con que los egipcios designaban a los nómadas pastoriles semítico-hablantes que vivían en la península del Sinaí, el Néguev y el sur de Transjordania de la Edad de Bronce tardía a la Edad de Hierro temprana.
No tengo claro de qué parte de mi escrito desearías que comparta las fuentes, pero la razón por la que no las indiqué no fue ocultarlas, sino que no las fui registrando al componer el escrito. Hay temas que obviamente son de dominio público, como las propiedades de los verbos en hebreo. Gran parte de la base para el estudio de los Nombres EHYEH y YHWH puede hallarse en la entrada en wikipedia en inglés de "Tetragrammaton". El razonamiento que hice sobre esa base tomó ideas de algunas fuentes, pero su formulación es mía. La información de los Shasu también es de dominio público.
El primer comentario es una traducción mejorada y aumentada de una respuesta que escribí en julio pasado en hermeneutics.stackexchange.com:
hermeneutics.stackexchange.com/questions/19760/why-isnt-the-tetragrammaton-used-in-exodus-314/23305#23305
El segundo comentario está extraido del escrito que enlazo al final de él.
En el Evangelio según san Juan hay una frase de Cristo misteriosa: Cap 14 versículo 18.
Dicho sea:
Yo soy el infinito Dios; El que soy; el que nadie puede medir; nadie puede definir, otro, que yo el que soy. El que fui, soy y seré.
Yo soy el que por mi mismo como principio, medio y fin de todo lo que es y puede ser, soy . Y no me hecho a mi mismo, sino que soy. Simplemente soy.
Juan 9: Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
-------------------------
JM: En el comentario menciono la forma de razonar protestante, no su creencia en este punto en particular. Muchos protestantes aceptan la doctrina de la Trinidad porque la recibieron por tradición de los reformadores protestantes, pero otros no, sobre todo las sectas derivadas de ellos: como los testigos de Jehová, o incluso los adventistas que creen que Jesús es el arcángel Miguel.
Lo has explicado muy bien. Aunque no se sepa arameo ni hebreo se entiende lo que escribes. Muchas gracias.
le estaria muy agradecido de saber
saludos
----------------
JM: Hola Cristian. Generalmente nos envían los artículos, los evaluamos y dependiendo de ciertos factores (como que estén acordes con nuestra línea editorial, que no tengamos un artículo sobre lo mismo exactamente, etc.) lo publicamos.
JM: La dirección de envío es [email protected]. No nos comprometemos a publicar ningún artículo que nos envíen.
no me parece muy logico, debe haber un ser supremo y padre de todo al cual debamos referirnos con un nombre propio, desde mi punto de vista la palabra jehova hace alusion unica y exclusivamente al padre de todos nosotros a dios
-----------------
JM: Un error precisamente en los enfoques arrianos es reducir un tema teológico encerrándose en un simplismo que termina por ser realmente irracional.
Pero sí, la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Verbo hecho carne (Juan 1,1), sí pudo tomar la condición de siervo aunque tuviese condición divina. San Pablo lo explica.
"Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre".
-------------------
JM: Hola César
Biblias católicas hay muchas muy buenas. Yo utilizo la Biblia de Jerusalén.
El libro Compendio de Apologética Católica lo puedes ordenar en Amazon.
https://www.amazon.com/dp/1496112261
Saludos
Saludos fraternos, Víctor
+++
Dejar un comentario