Conversando con mis amigos evangélicos sobre los rezos católicos

DiálogoContinuando con la serie de conversaciones entre amigos sobre temas de apologética, les comparto un nuevo diálogo ficticio tomada del libro “Conversaciones con mis amigos evangélicos” (capítulo 24) en donde se analiza la objeción frecuente que hacen nuestros hermanos evangélicos respecto a si es vana la forma de rezar de los católicos. Como de costumbre los argumentos los he tomado de algunas Webs de apologética protestante y los nombres de quien participan no son reales.

Miguel: Hola José, hay un tema del que me gustaría conversar contigo, para ver si me lo aclaras.

José: Con gusto.

Miguel: Hace unos días, asistí a un funeral de un amigo católico, y vi a sus familiares rezando lo que llaman “el rosario”, y repetían una y otra vez las mismas oraciones. La verdad me llamó mucho la atención, porque precisamente en la Biblia dice: “Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.” (Mateo 6,7-8) ¿No hacían precisamente lo que aquí Jesús desaconseja? ¿Multiplicar palabras en la oración pensando que por eso serán escuchados?

José: Ok, pero para entender exactamente cuál es tu cuestionamiento te pregunto ¿Tú crees que el problema es que era una oración “prefabricada” o solamente porque repetían las mismas oraciones?

Miguel: Creo que un poco de ambas, para orar no necesito repetir oraciones de memoria, basta con decirle al Señor aquello que me sale del corazón. Tampoco siento necesario repetir lo mismo una y otra vez, porque como dice Jesús, Él ya sabe lo que necesito.

José: Nosotros en cambio, creemos que lo que allí Jesús critica no es precisamente ni lo uno ni lo otro, déjame explicártelo.

Miguel: Adelante.

José: En primer lugar, creemos que Jesús no está cuestionando las oraciones prefabricadas por ser, valga la redundancia, “prefabricadas”. Recuerda que los Salmos son precisamente bellas colecciones de oraciones de este tipo que Jesús (Marcos 14,26; Mateo 26,30) y la Iglesia primitiva utilizaban (Hechos 16,25; 1 Corintios 4,15; 14,26; Colosenses 3,16; Hebreos 2,12). San Pablo también las recomendaba: “Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor” (Efesios 5,19).  Con esto no quiero decir que los católicos solamente oremos de esa forma, por supuesto que también oramos de manera espontánea, pero no creemos que una forma excluya la otra, sino que la complementa. En las oraciones prefabricadas encontramos una herramienta valiosa para pedir auxilio o alabar a Dios (Salmo 145), a la hora de pedirle perdón (Salmo 51), a la hora de pedirle su protección (Salmo 23, Salmo 91), etc. El mismo Jesús nos enseñó una oración que es repetida miles de veces por los cristianos: El Padre Nuestro. Y hay constancia histórica que así fue desde muy temprano ya que en la Didaché, uno de los escritos cristianos primitivos de más antigüedad datado aproximadamente en los años 65-80 d.C., se atestigua que era enseñaba a los catecúmenos.

En segundo lugar, tampoco creemos que el problema sea la repetición en sí misma. Recuerda que Jesús mismo oró repitiendo las mismas palabras cuando estaba en el huerto de Getsemaní:

Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados. Los dejó y se fue a orar por tercera vez, REPITIENDO LAS MISMAS PALABRAS.” (Mateo 26,43-44)

Ahora, el hecho de que Jesús repitiera las mismas palabras varias veces al orar ¿hace su oración vana? Los mismos ángeles en el cielo repiten día y noche las mismas palabras de alabanza a Dios, y no vamos a acusarle de orar en vano: “Unos serafines se mantenían erguidos por encima de él; cada uno tenía seis alas: con un par se cubrían la faz, con otro par se cubrían los pies, y con el otro par aleteaban, Y se gritaban el uno al otro: «Santo, santo, santo, Yahveh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria.».” (Isaías 6,2-3) “Los cuatro Vivientes tienen cada uno seis alas, están llenos de ojos todo alrededor y por dentro, y repiten sin descanso día y noche: «Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso, Aquel que era, que es y qué va a venir»” (Apocalipsis 4,8). En el mismo capítulo de Daniel 3,51-90 vemos el famoso Cántico de los tres niños, el cual está lleno de repeticiones, lo mismo el Salmo 136 tiene 26 versículos y en cada uno hay una oración que dice:  “Por qué es eterna su misericordia”. El mismo Salmo 150 que tiene solamente 6 versículos tenemos “Alabad al Señor” o “Alabadle”  repitiéndose 11 veces.

Miguel: Pero si no se refiere a oraciones prefabricadas y repeticiones, ¿a qué crees que se refiere?

José: A eso vamos, espera.

Comencemos por examinar detenidamente el texto. Nota que  Jesús primero dice “Y al orar, no charléis mucho, COMO LOS GENTILES, que se figuran que por su PALABRERÍA van a ser escuchados”. Sea lo que sea que Jesús esté cuestionando, ya quedan claras dos cosas:

PRIMERO: Sabemos que con “la palabrería” no se refiere a la “repetición” en sí misma, ni que una oración sea “prefabricada”, pues ambas cosas son distintas y hemos visto que Jesús y los apóstoles oraban también de esta manera. Tampoco cuestiona que la oración sea larga, pues el mismo Jesús en Getsemaní, dio ejemplo de oración larga, al permanecer “una hora” en oración (Mateo 26,39.42.44), lo mismo que al durar, en ocasiones, la noche entera orando.

SEGUNDO: esta “palabrería” que cuestiona era habitual en las oraciones que hacían los gentiles, por lo que nos puede ayudar a entender que quiso decir si nos detenemos a examinar la forma en que oraban.

Miguel: Me parece bien.

José: Los gentiles y paganos veían la oración como una especie de fórmulas mágicas que al repetirlas mecánicamente lograban sus objetivos. Los sacerdotes de Baal por ejemplo, aparecen en el Antiguo Testamento demostrando prácticas interminables patológicas en la oración (1 Reyes 18,26). Igualmente aparecen listas de epítetos en los himnos babilónicos y fórmulas de encantamiento en los papiros mágicos de la edad helenística. Los dioses romanos tenían sus carmina, en los que no se omitía detalle y en los que se ponían todos los títulos y requisitos preventivos para que no fallase la petición. Era una especie de  “magia” o una “mecanización” de la piedad.

Se deduce que lo que hace Jesús es poner de relieve el componente de la verdadera oración cristiana, que exige como condición imprescindible la sinceridad y sencillez, mientras censura el modo de orar de los gentiles, quienes pensaban que serían escuchados por su mucho hablar, pretendiendo recitar unas fórmulas largas o calculadas, como si ellas tuviesen una eficacia mágica ante Dios.

Ya sea que oremos una oración prefabricada, o una oración espontánea, lo importante es no hacerlo mecánicamente sino con el corazón. Quienes oran de esta manera pero no lo hacen con sinceridad se hacen dignos del reproche que Jesús hizo a los fariseos: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.” (Mateo 15,8)

Miguel: Tu explicación me parece razonable, pero ¿y el Rosario no es precisamente una oración mecánica en la que los católicos esperan obtener resultados solamente por repetir una fórmula preestablecida?

José: Nosotros no vemos el Rosario como una “fórmula mágica” que nos dará resultados sólo por recitarla mecánicamente. La finalidad del Rosario es darnos un tiempo para meditar en la vida de Jesús, y de hecho es así, porque alguien que a lo largo de una semana ha rezado el Rosario todos los días, al finalizar ha meditado sobre toda la vida del Señor. Es simplemente una oración maravillosa en la que cada día de la semana se dedica a la reflexión de los misterios divinos.

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9 comentarios

  
pedro de madrid
Contra lo que digan los evangélicos, testigos de Jehova, etc, el católico que no esté muy preparado es mejor que lo deje en paz,, ellos están muy enterados en lo que quieren, lo que les interesa desde que empezaron sus maestros hace 100 0 200 años. De antes de la creación de sus religiones no le hableis , solo existe salvación a partir de.
15/11/14 8:30 PM
  
Feri del Carpio Marek
Supe de una persona que en una celebración anglicana reclamó en medio de una oración que estaban haciendo, diciendo que eso parecía una celebración católica, que el justamente había dejado la Iglesia porque se la pasaban repitiendo oraciones como loros, y que en la anglicana no deberían copiar esa mala costumbre. Entonces el pastor le dijo que eso que estaban rezando es la Palabra de Dios, se trataba del salmo 136.

Además de la mecanización de la oración, creo que es bueno también situar en el contexto de otras dos actitudes de las que Jesús nos quiere advertir: la de querer hacer oraciones simplemente para que los demás nos vean («tú en cambio cierra la puerta y tu Padre que te ve en lo secreto...»), y la de pretender en nuestra oración enseñarle a Dios lo que tiene que hacer («ustedes cuando recen digan 'hágase tu voluntad...»), cuando precisamente es a través de la oración que Dios nos quiere enseñar a nosotros, y ahí se ve entonces que oraciones "prefabricadas" pueden tener un valor enorme. La palabra clave para que la oración sea como tiene que ser («agradable a Dios») es "corazón". Cuando la oración se realiza con y en el corazón, entonces se convierte en un auténtico encuentro con Dios. Y quién mejor maestra para rezar con el corazón que aquella que «conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19.51). Al meditar los misterios de la vida de Jesús recitando las Avemarías entramos en esa escuela de María, que nos enseña a rezar con el corazón, como le agrada a Dios.
16/11/14 12:32 AM
  
Salvador Huizar
Es interesante como los comentarios de apologetas, sencillos y profundos, nos ayudan a comprender mejor nuestra fe y oración católica. Gracias a "José" y a "Miguel" por su diálogo tan agradable. Mi Señor Jesús les bendiga y les mande siempre Su Luz y Su Sabiduría.
16/11/14 12:56 AM
  
José Luis
Necesitamos orar incesantemente, porque nuestro enemigo el demonio no se toma un momento de descanso, y si nosotros nos relajamos en la oración, enseguida el demonio nos tira por tierra y nos patalea,

Pero orando incesantemente, siendo que la oración debe ser espiritual,

«Pero llega la hora, y es esta, en la que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad. Porque así son los adoradores que el Padre busca. Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben adorar en espíritu y verdad» (Jn 4, 23-24).

En este sentido he comprendido como hacer oración, además de lo que cómo nos lo enseña el Magisterio de la Iglesia Católica.

A mí me parece que eso de: "oración prefabricada", me hace pensar en cómo oran los superficiales o cristianos mundanos. Y hay mucho. Echan a perder, incluso las oraciones como del Padre Nuestro, Ave María, etc. porque la mundanidad le impide profundizar la belleza de la oración.

Es verdad que el Señor sabe lo que necesitamos, pero no podemos hacer como aquel que enterró su talento bajo tierra, habiendo recibido de su señor, las instrucciones debidas, y no tuvo en consideración en imitar a sus compañeros, dejándolo pasar.

La oración repetitiva, diría que es un freno, una puerta que se cierra al demonio, porque no nos consigue derribar por las tentaciones. La devoción del Santo rosario, cuando el alma se esfuerza en perfeccionarla día a día, el corazón se hace humilde, y la humildad causa demasiado espanto al demonio, y no podrá engañar al orante. Por eso, en espíritu y verdad, alcanzar la contemplación en la oración, con la ayuda de Dios es posible. Y la intercesión de la Santísima Virgen María.
17/11/14 3:31 PM
  
Walter
Yo rezo el rosario todos los días desde hace algunos meses y la verdad es que (durante todo el día) me hace recordar los misterios de la Vida de Jesús. Es como tener la Biblia en tu mente constantemente.
17/11/14 10:21 PM
  
Sergio
El mismísimo Señor Jesus, reprendio a los apóstoles, cuando los encontro dormidos, no oraron ni una ora, esta mas que clara la peticion de Nuestro Señor Jesus a los apostoles
Y bien que nos cabe a nosotros cuando no oramos ni una hora, por el mismo motivo.
El Señor nos bendiga y guarde
19/11/14 9:47 PM
  
Daniel Lagos de Perú
Nuestro Señor Jesucristo, en el momento culmen de su pasión, dijo: "Eli Eli Lama Sabactani", o sea, rezó el Salmo 21.
20/11/14 9:05 AM
  
leonardo alarcon quinteros
Como vas a meditar recitando el rosario si estas concentrado en repetir y repetir, recuerda que tenemos acceso directo a DIOS a traves de CRISTO, la expresión espontaneas y verdadera del corazón de un cristiano verdadero es la que escucha DIOS, NO REPETICIONES COMO MANTRAS.

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JM: Piensa como mi esposa que me dice bromeando que los hombres sólo podemos hacer una cosa a la vez. Yo puedo rezar el rosario perfectamente y meditar en la vida de Jesús perfectamente. Será que soy muy inteligente. Y su argumento de que las oraciones repetitivas son mantras es tan absurdo que se podría aplicar a los salmos.
29/11/14 4:08 AM
  
Juan Carlos
Catolico conoce y defiende tu Fé !!!

Catolico ignorante futuro protestante !!
05/12/14 4:23 AM

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