El Problema fundamental del Lefebvrismo

“…no sea que, llevado por la soberbia, caiga en la misma condenación del diablo.” 1 Timoteo 3,6

El cisma lefebvrista comienza en el año 1988 cuando el Arzobispo Marcel Lefébvre (fundador de la Fraternidad San Pío X) ordenó cuatro obispos sin mandato pontificio, incurriendo él, y los obispos ordenados en excomunión “latae sententiae”. El problema, sin embargo, comenzó mucho antes cuando luego de repetidos actos de desobediencia a la Sede Apostólica fijan su posición: “«Nos negamos y nos hemos negado siempre a seguir a la Roma de tendencia neomodernista y neoprotestante que se manifestó claramente en el Concilio Vaticano II y después del Concilio en todas las reformas que de éste salieron»”, “ «Ninguna autoridad, ni siquiera la más elevada en la Jerarquía, puede constreñirnos a abandonar o a disminuir nuestra fe católica claramente expresada y profesada por el magisterio de la Iglesia desde hace diecinueve siglos»”

En resumen: Los lefebvristas rechazaban la autoridad no solo de un Concilio Ecumenico, sino cualquier autoridad (inclusive la del Papa) que según ellos, no estuviera de acuerdo con su noción de Tradición. A este respecto dice la Carta Apostólica en forma de “motu proprio” “Ecclesia Dei” de S.S. Juan Pablo II: .

“Las particulares circunstancias, objetivas y subjetivas, en las que se ha realizado el acto del arzobispo Lefebvre, ofrecen a todos la ocasión para reflexionar profundamente y para renovar el deber de fidelidad a Cristo y a su Iglesia.

Ese acto ha sido en sí mismo una desobediencia al Romano Pontífice en materia gravísima y de capital importancia para la unidad de la Iglesia, como es la ordenación de obispos, por medio de la cual se mantiene sacramentalmente la sucesión apostólica. Por ello, esa desobediencia - que lleva consigo un verdadero rechazo del Primado romano - constituye un acto cismático. Al realizar ese acto, a pesar del monitum público que le hizo el cardenal Prefecto de la Congregación para los Obispos el pasado día 17 de junio, el reverendísmo mons. Lefebvre y los sacerdotes Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta, han incurrido en la grave pena de excomunión prevista por la disciplina eclesiástica”
.

Mas adelante:

La raíz de este acto cismático se puede individuar en una imperfecta y contradictoria noción de Tradición: imperfecta porque no tiene suficientemente en cuenta el carácter vivo de la Tradición, que - como enseña claramente el Concilio Vaticano II - arranca originariamente de los Apóstoles, “va progresando en la Iglesia bajo la asistencia del Espíritu Santo; es decir, crece con la comprensión de las cosas y de las palabras transmitidas, cuando los fieles las contemplan y estudian repasándolas en su corazón, cuando comprenden internamente ellos misterios que viven, cuando las proclaman los obispos, sucesores de los Apóstoles en el carisma de la verdad”

En las presentes circunstancias, deseo sobre todo dirigir una llamada a la vez solemne y ferviente, paterna y fraterna, a todos los que hasta ahora han estado vinculados de diversos modos con las actividades del arzobispo Lefebvre, para que cumplan el grave deber de permanecer unidos al Vicario de Cristo en la unidad de la Iglesia católica y dejen de sostener de cualquier forma que sea esa reprobable forma de actuar. Todos deben saber que la adhesión formal al cisma constituye una grave ofensa a Dios y lleva consigo la excomunión debidamente establecida por la ley de la Iglesia(8).

Breve repaso: Tradición, Escritura y Magisterio

Explica el Catecismo (en sus numerales 76-87) que la transmisión del evangelio se hizo de dos maneras: oralmente y por escrito (2 Tesalonicenses 2,15). Explica también que con la finalidad de que el evangelio se conservara siempre vivo y entero en la Iglesia los apóstoles nombraron como sucesores a los obispos dejándoles a su cargo el magisterio.

Esta transmisión viva del evangelio que llamamos Tradición está estrechamente ligada a la Escritura y por de ella la Iglesia transmite a todas las edades lo que es y lo que cree. La Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas porque surgen ambas de una misma fuente, se funden en cierto modo y tienden a un mismo fin.

Mientras la Sagrada Escritura es la palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo, la Tradición recibe la palabra de Dios encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los apóstoles, y la transmite íntegra a los sucesores; para que ellos, iluminados por el Espíritu de la verdad, la conserven, la expongan y la difundan fielmente en su predicación.

Es importante señalar que el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escritura, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo, es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma.

Desde los más tempranos tiempos de la historia de la Iglesia los cristianos han sostenido que la Teología debe ser formulada de acuerdo con estos tres principios. La Escritura y la Tradición sirven como principios materiales de Teología mientras que el Magisterio sirve como su principio formal, lo que quiere decir que mientras en los primeros se encuentra contenida la Revelación, en el segundo reside el oficio de dar la correcta interpretación de la misma. Constituyen así el trípode en base al cual se formulan todas las verdades católicas.

¿Qué sucede si se rechaza la Tradición o el Magisterio?

Así como un trípode si le falta una pata se cae, lo mismo sucede con quien pretende hacer teología pero rechaza cualquiera de los tres elementos anteriores: En pocas palabras, corre el riesgo de malinterpretar las Escrituras, o de malinterpretar la Tradicion, lo cual expone a un riesgo adicional: el de caer en la disidencia (al rechazar enseñanzas no definitivas del Magisterio), herejía (al negar una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma) o inclusive en cisma (rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos).

Los padres de la Iglesia siempre alertaron sobre las desviaciones de quienes intentaban usurpar el lugar del Magisterio para imponer su propia concepción de la fe. No en balde San Agustín reafirmaba su sujeción a la autoridad de la Iglesia escribiendo a los maniqueos: “No creería en el Evangelio, si a ello no me moviera la autoridad de la Iglesia católica” (San Agustín. C. ep. Man. 5,6; cf. C. Faustum 28,2).

Así como San Agustín atribuye la herejía a la soberbia (De Doct. Christ., praef. 2; Ep. 208,2), Santo Tomás a la sobrevaloración del propio juicio (S. Th. II-II 5,3.), porque “no presta su asentimiento a todo cuanto enseña la Iglesia, sino que admite las que quiere y excluye las que no quiere, siguiendo así su propia voluntad” . Y aunque no es materia de este estudio entrar en el ámbito de la responsabilidad concreta de cada persona en particular, se puede afirmar sin temor a equivocarse que todo aquel bautizado que rechaza la autoridad del Magisterio ya sea con ignorancia invencible o no, termina usurpando su oficio.

Si examinamos la historia veremos que una y otra vez las herejías y cismas tienen este factor común: Un Cismático y/o heresiarca que se proclama dueño de la verdad y convence a otros de que lo es. Y esta historia se sigue repitiendo cada vez que alguien “sobrevalora su propio juicio” por sobre el juicio de la Iglesia.

Paralelos en la historia

1. El conflicto judaizante

El primer conflicto que enfrentó la Iglesia primitiva narrado en Hechos 15 y al que hacen referencia numerosas veces las cartas de Pablo (especialmente Romanos y Gálatas).

Ocurrió luego de que un conjunto de fariseos conversos al cristianismo quisieran forzar a los primeros cristianos a circuncidarse según mandato de la Ley judía que la ordenaba como señal de la alianza perpetua entre Dios y su pueblo: “Ésta es mi alianza que habéis de guardar entre yo y vosotros - también tu posteridad: Todos vuestros varones serán circuncidados…A los ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón, de generación en generación…como alianza eterna.” Génesis 17,10-13.

Se reúne la Iglesia en Concilio y ocurre la primera interpretación-actualización de la Tradición. El Magisterio ejercitando su oficio de intérprete autentico de la Revelación diferencia aquello que es temporal de aquello que permanece. En aquella época hubo quienes se resistieron a lo decretado por la Iglesia rechazando el Concilio de Jerusalén y perseverando en judaizar, sin embargo, hoy de sus doctrinas no queda ni el polvo.

2. Donatistas

Cisma del siglo IV. Los donatistas sostenían que la Iglesia se componía de los buenos y que los malos estaban excluidos; quienes hubieses rehuido el martirio durante las persecuciones de las etapas precedentes y los que no estuvieran dispuestos a aceptarlas llegado el caso no seguían perteneciendo a la Iglesia y por tanto sus sacramentos eran inválidos.

Para los donatistas la Iglesia de Roma y las iglesias comunión con ella estaban condenadas por haber admitido en su seno a falsos cristianos, siendo ellos el reducto fiel, la verdadera Iglesia fiel a la Tradición.

Los resultados fueron desastrosos: su fanatismo exagerado se manifestó en cruentas persecuciones de católicos, matándolos y quemando sus altares, echaron a los perros sus formas consagradas y por regusto al martirio recurrieron al suicidio colectivo. (Es imposible no notar aquí una similitud entre la actitud de los entonces donatistas, con la de los lefebvristas)

3. Tertulianitas y montanistas

Incluso los más brillantes escritores eclesiásticos han caído en la tentación de sobrevalorar su propio criterio, y pasar de ser guardianes de la ortodoxia a cismáticos y herejes.

Tal fue el caso de Tertuliano, quien llegó de haber sido un reconocido apologeta de su tiempo. En De praescriptione haereticorum rechaza a los herejes cualquier argumento objetando que ellos no tienen derecho a apelar a las Escrituras, y sostiene que solo en las Iglesias apostólicas, puede darse con la correcta interpretación de las mismas.

Su rigorismo extremo le llevó incluso a afirmar que el adulterio y la fornicación eran pecados imperdonables, por tanto ni siquiera el obispo de Roma como sucesor de Pedro tenia autoridad para absolverlos. Niega finalmente que el poder otorgado a Pedro fuera transmitido a sus sucesores (Tertuliano, Sobre la modestia 21).

Resultado: Abraza la herejía montanista que veía en Montano (otro hereje) la encarnación del Espíritu Santo, para luego terminar fundando su propia secta (los tertulianitas) hoy desaparecida.

4. Protestantismo

Bajo este nombre se engloban todas las sectas y comunidades eclesiales surgidas de la reforma protestante del siglo XVI.

Bajo el lema de las tres “Solas” (Sola Fe, Sola Gracia y Sola Escritura) los reformadores protestantes se encontraron predicando enseñanzas que se oponían a la Tradición (ver La Sola Fides y los padres de la Iglesia) y al Magisterio. Siendo incapaces de recurrir ni a una ni al otro terminaron rechazando ambas y sustituyéndolas por la doctrina de la Sola Escritura (La Biblia como única norma de fe) y del libre examen o juicio privado (donde es cada creyente quien tiene la última palabra en materia de fe).

Cuando cada protestante decidió ejercer el derecho que recibieron de los reformadores, se generó la fragmentación exponencial que conocemos hoy en el protestantismo: miles de denominaciones y agrupaciones sectarias difiriendo entre sí en casi todo pero unidas en mayor o menor grado en su rechazo hacia la Iglesia Católica y el Papa. (Ver Sola Scriptura y Juicio privado)

5. Viejos católicos

Movimiento inicialmente cismático y posteriormente herético desde el Concilio Vaticano I a raíz del rechazo del dogma de la infalibilidad papal. Se agrupan posteriormente un conjunto de sacerdotes y teólogos bajo la dirección del historiador Ignaz von Döllinguer. Pensaban ser quienes salvaguardaran la Tradición manteniéndola intacta la doctrina católica a como estaba antes antes del dogma. Debido a que no tenían entre sus filas ningún obispo y no contaban con sucesión apostólica, solicitaron ayuda de los cismáticos de Ultrecht quien les consagró un obispo.

Resultado: Una vez apartados de la barca de Pedro terminaron declarando la supremacía absoluta de los concilios sobre el Papa, aceptando el matrimonio de los sacerdotes, y posteriormente llegaron a negar dogmas como la inmaculada concepción y la asunción de María Santísima. Hoy día han llegado a ordenar mujeres al sacerdocio.

El lefebvrismo, sufre del mismo germen

Actualmente el Papa Benedicto XVI la concedido la remisión de la excomunión a los obispos lefebvristas y ha iniciado el diálogo bajo el control de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sin embargo, el problema de fondo sigue (que no es solo es de naturaleza litúrgica sino doctrinal), pues la postura lefebvrista llevada a sus últimas consecuencias, implica que la Iglesia Católica gobernada por el Papa y los Obispos en comunión con él, se ha apartado decisivamente de la verdadera fe (de esto, al sede-vacantismo, donde se acusa al Papa y a los obispos en comunión con él de herejes, y de proclamar que la Sede Romana está vacante, hay tan solo un paso).

Mientras los lefebvristas persistan en practicar teología apelando al Magisterio pasado contra el Magisterio actual, con una especie de “libre examen” similar al protestantismo, el germen nocivo estará allí. La diferencia es que los protestantes rechazan al Magisterio intentando imponer su interpretación privada de la Escritura, mientras los lefebvristas lo hacen con la Tradición.

Filo-lefebvrismo, el mismo problema

Existe otro sector dentro de la Iglesia, que sin reconocerse lefebvristas, comulgan y promueven las posturas lefebvristas. Profesan ser fieles al Papa, pero disienten públicamente del Concilio. El argumento: Como no toda la enseñanza del Concilio Vaticano II pretende ser definitiva, es posible tener diferentes grados de asentimiento, y esto se traduce que en la práctica lo que existe es un disentimiento pertinaz y sistemático.

A este respecto aclara la Carta Apostólica dada en forma de ‘Motu Proprio’ «AD TUENDAM FIDEM», Juan Pablo II, que la adhesión de religioso asentimiento del fiel católico a las doctrinas enunciadas por el Magisterio se debe, no solo a aquellas doctrinas definidas con carácter definitivo:

“La Profesión de fe, debidamente precedida por el Símbolo Niceno constantinopolitano, contiene además tres proposiciones o apartados, dirigidos a explicar las verdades de la fe católica que la Iglesia, en los siglos sucesivos, bajo la guía del Espíritu Santo, que le «enseñará toda la verdad» (Jn 16, 13), ha indagado o debe aún indagar más profundamente.(3)

El primer apartado dice: «Creo, también, con fe firme, todo aquello que se contiene en la Palabra de Dios escrita o transmitida por la Tradición, y que la Iglesia propone para ser creído, como divinamente revelado, mediante un juicio solemne o mediante el Magisterio ordinario y universal»(4). Este apartado afirma congruentemente lo que establece la legislación universal de la Iglesia y se prescribe en los cann. 750 del Código de Derecho Canónico(5) y 598 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales(6).

El tercer apartado, que dice: «Me adhiero, además, con religioso asentimiento de voluntad y entendimiento, a las doctrinas enunciadas por el Romano Pontífice o por el Colegio de los Obispos cuando ejercen el Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de proclamarlas con un acto definitivo» , encuentra su lugar en los cann. 752 del Código de Derecho Canónico (8) y 599 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales(9).

Carta Apostólica dada en forma de ‘Motu Proprio’ «AD TUENDAM FIDEM», Juan Pablo II

No se trata de hurgar en cada enseñanza del Magisterio a ver cual es definitiva y cual no, se trata de asentir con religioso asentimiento de voluntad y entendimiento, sean definitivas o no.

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30 comentarios

  
ronald
¿Podría decirme que dogma o parte del Magisterio infalible niega la Fraternidad San Pío X? ¿Qué Iglesia paralela ha fundado la Fraternidad San Pío X?

Comentario del blogger: En ninguna parte del post se dice que hay "algún dogma que niegue la Fraternidad Pio X". Los dogmas se refieren a cuestiones de fe y doctrina.
07/07/10 4:56 PM
  
ronald
Por cierto si compara la Fraternidad San Pío con cualquier herejía de la historia de la Iglesia, debería preguntar al Papa porque no trata el tema de la Fraternidad San Pío X dentro del dicasterio ecuménico.

Comentario del blogger: La razón es que los lefebvristas no son cismáticos formales, sino materiales. No dice el post que sean herejes, pero si profundiza en los errores que existen dentro de sus postulados, que en otros momentos de la historia, originaron herejías y cismas.
07/07/10 5:05 PM
  
 
El autor de esta columna parte de una falsedad: “El cisma lefebvrista comienza en el año 1988”.En Julio de 2008 la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei” aclaro que la Fraternidad Sacerdotal de de San Pío X está dentro de la Iglesia, ni en cisma formal. Eso ocurrió antes de que le fuesen levantadas las excomuniones a los obispos de esa Fraternidad. Los términos del documento se pueden ver en:

http://knol.google.com/k/fraternidad-sacerdotal-de-san-p%C3%ADo-x-no-est%C3%A1-en-cisma-formal#

Comentario del blogger: He aclarado en varias ocasiones (incluso en este mismo post), que el lefebvrismo es un cisma material (no formal).
07/07/10 6:04 PM
  
Yolanda
Los Lefebvristas de la fraternidad esa, bueno, ya se sabe que son cismáticos y no ocultan lo que son. Pero, en efecto, el problema está en ese "otro sector dentro de la Iglesia, que sin reconocerse lefebvristas, comulgan y promueven las posturas lefebvristas y que profesan ser fieles al Papa, pero disienten públicamente del Concilio"

Así es como se pasa "de ser guardianes de la ortodoxia a cismáticos y herejes"

Comentario del blogger: De acuerdo Yolanda, la historia ha demostrado que se puede pasar de cismático a hereje, o de hereje a cismático, en un solo paso.

Respecto al caso que comentas, el riesgo de pasar de disidente a cismático, y luego a hereje existe
07/07/10 6:41 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
1) Lo que pasó con Lefebvre no sólo es problema suyo sino de toda la Iglesia.

Cuando leo las palabras del cardenal Avery Dulles: “The Council documents… reflect some compromises… The Council fathers… adopted deliberate ambiguities”, no puedo sino preguntarme cómo es posible realizar el asentimiento intelectual católico sobre textos ambigüos.

http://www.americamagazine.org/content/article.cfm?article_id=2810

Quizá por el mismo motivo que el cardenal Avery Dulles dice lo que dice, monseñor Brunero Gherardini, canónigo de la Basílica de San Pedro, director de la revista “Divinitas”, Presidente de la junta de asesores de la “Societas Scholasticorum”, postulador de la causa de canonización del beato Papa Pio IX, ex-profesor de Eclesiología y Ecumenismo y decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Letrán, ha escrito el libro “Concilio Ecumenico Vaticano II. Un discorso da fare”, prologado por el obispo de Albenga, mons. Mario Oliveri, y por el arzobispo de Colombo, mons. Albert Malcolm Ranjith, ex-secretario de la Congregación vaticana para el Culto Divino. Libro que, parece ser, Benedicto XVI ya tenía en su mesa hace un año.
http://infocatolica.com/blog/buhardilla.php/0908210320-concilio-vaticano-ii-una-disc

En él Gherardini afirma que en los documentos -no infalibles- del Concilio Vaticano II se ha producido por todas partes una ruptura efectiva con la Tradición. Y concluye con una súplica a Benedicto XVI para que reafirme la auténtica doctrina (Sandro Magister).

http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1339326?sp=y

Brunero Gherardini, “Concilio Ecumenico Vaticano II. Un discorso da fare”, Casa Mariana Editrice, Frigento (Avellino), 2009.

http://www.casamarianaeditrice.info/un_discorso_da_fare.html

Miremos las cosas con un poco de perspectiva:

“El importante escritor alemán Martin Mosebach ha concedido una entrevista a The European...

ThE: La controversia que rodea a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X no ha dado resultados visibles para el Vaticano hasta ahora. Según su opinión, ¿qué es lo que este grupo trae a la Iglesia Católica además de su amor por la antigua liturgia?

MM: ¿Además de la antigua liturgia? ¿Qué hay más importante para la Iglesia que la liturgia? La liturgia es el cuerpo de la Iglesia. Es la fe hecha visible. Si la liturgia se enferma, se enferma la Iglesia entera. Esto no es meramente una hipótesis, sino una descripción de la situación actual. No podemos presentarlo con la suficiente radicalidad; la crisis de la Iglesia ha hecho posible que su mayor tesoro, su Arcanum, fuera barrido del centro hacia la periferia. A la FSSPX, y especialmente a su fundador, el Arzobispo Lefebvre, se les debe la gloria histórica de haber preservado por décadas y mantenido vivo este importantísimo don. Por lo tanto, la Iglesia le debe a la FSSPX, sobre todo, gratitud. Parte de esta gratitud es trabajar para sacar a la FSSPX de todo tipo de confusión y radicalización.”

http://infocatolica.com/blog/buhardilla.php/1004140404-si-la-liturgia-se-enferma-se

Quizá por todo eso, y por alguna cosa más, un párroco ha decidido encargar una nueva vidriera para su parroquia en la que aparece la figura de mons. Lefebvre.

http://www.osservatore-vaticano.org/article-mgr-lefebvre-represente-sur-un-vitrail-d-une-eglise-italienne-49389448.html

Quizá por eso mismo, y también por alguna cosa más, Una Voce Francia ya incluye las capillas de la FSSPX en su información sobre las Misas Gregorianas.

http://www.unavoce.fr/content/view/169/136/

Estamos hablando de algo más que del Lefebvrismo.

2) No hay tal "cisma" de la FSSPX, a menos que use el término "cisma" con algún otro significado. No es algo que diga yo. Lo dijo mons. Camille Perl como Vicepresidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei el 23 Mayo de 2008:

"Las afirmaciones hechas por el Cardenal Castrillón necesitan ser entendidas en un sentido técnico, canónico. Declarar que la Sociedad de San Pío X «no está en cisma formal» es decir que no ha habido declaración oficial de parte de la Santa Sede de que la Sociedad de San Pío X esté en cisma... ningún dicasterio de la Santa Sede dará otras respuestas que aquellas que hemos dado aquí."

http://secretummeummihi.blogspot.com/2008/07/pced-fsspxsspx-no-est-en-cisma-formal.html

Si a alguien le queda alguna duda acerca de lo que opina mons. Darío Castrillón Hoyos:

"Lo digo con franqueza: los lefebvrianos no son cismáticos... Lefebvre era un buen católico, cuya vida debe ser estudiada en profundidad, y en algunas partes también nuevamente evaluada."

http://panoramacatolico.info/articulo/lo-digo-con-franqueza-los-lefebvrianos-no-son-cismaticos-afirma-castrillon-hoyos?page=1

Ahora, sigamos hablando.


Comentario del blogger: Miguel, la ambigüedad de algunos textos Conciliares no tiene que verse como algo negativo. Lo mismo se pudo decir en su momento de la definición del dogma de la asunción de la Virgen. Hoy seguramente podemos pensar retrospectivamente que si en muchas definiciones conciliares (y no me refiero al Vaticano II) se hubiera sido mas explicito no hubiera sido necesario tantos Concilios a lo largo de la historia, pero las cosas no funcionan así. La Iglesia también puede deliberadamente dejar cierta ambiguedad en los textos conciliares para dejar abierto algunos temas, para que sean posteriormente, a medida que se desarrolla la doctrina cristiana, ser explicitados.

Ahora bien, las diferencias con los lefebvristas respecto a liturgia en mi opinión no son las más importantes, de hecho el Papa respecto a esto aclaró en su carta respecto al levantamiento de la excomunión:

“A la luz de esta situación, tengo la intención de asociar próximamente la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei", institución competente desde 1988 para esas comunidades y personas que, proviniendo de la Fraternidad San Pío X o de agrupaciones similares, quieren regresar a la plena comunión con el Papa, con la Congregación para la Doctrina de la Fe. Con esto se aclara que los problemas que deben ser tratados ahora son de naturaleza esencialmente doctrinal, y se refieren sobre todo a la aceptación del Concilio Vaticano II y del magisterio postconciliar de los Papas. Los organismos colegiales con los cuales la Congregación estudia las cuestiones que se presentan (especialmente la habitual reunión de los Cardenales el miércoles y la Plenaria anual o bienal) garantizan la implicación de los Prefectos de varias Congregaciones romanas y de los representantes del Episcopado mundial en las decisiones que se hayan de tomar. No se puede congelar la autoridad magisterial de la Iglesia al año 1962, lo cual debe quedar bien claro a la Fraternidad. Pero a algunos de los que se muestran como grandes defensores del Concilio se les debe recordar también que el Vaticano II lleva consigo toda la historia doctrinal de la Iglesia. Quien quiere ser obediente al Concilio, debe aceptar la fe profesada en el curso de los siglos y no puede cortar las raíces de las que el árbol vive.”


Respecto al uso del término cismático respecto a los lefebvristas lo acabo de volver a aclarar: Ellos son materialmente cismáticos, tal como aclara la Carta Apostólica en forma de “motu proprio” “Ecclesia Dei” de S.S. Juan Pablo II, arriba citada. Conozco perfectamente las declaraciones del Cardenal Castrillón, pero el se refiere al cisma formal (el mismo texto que reproduces lo aclara).
07/07/10 7:05 PM
Si bien puedo compartir la intención de fondo del autor, me parece que el artículo tiene cierto aire voluntarista en la búsqueda de argumentos y puede pecar de injusto.

En el Derecho Penal Canónico no se aplica la analogía, pues rige el principio de la taxatividad. Por ej., cuando el Papa dice en el mp Ecclesia Dei Afflicta, "Ese acto ha sido en sí mismo una desobediencia al Romano Pontífice en materia gravísima, etc", claramente se limita al acto de consagración de obispos sin mandato papal. No debe extenderse a cualesquiera otros actos realizados por Mons. Lefebvre o sus seguidores.

Respecto a vuestra interpretación del asentimiento debido al Papa, es peligrosa y no está de acuerdo con la tradición de la Iglesia. ¿Si el Papa es del Bayern Muenchen, tenemos que ser de ese equipo de fútbol? ¿Si al Papa le gusta la cerveza, nosotros también? Perdone mi recurso a la reducción al absurdo, pero para que se comprenda. Claramente la doctrina católica moderna ha diferenciado en distintos niveles de Magisterio ordinario para no caer en estas contradicciones. [Comentario al margen: Creo que el actual Papa tiene muy claro este tema y por eso la Oficina de Prensa de la S. Sede se apresuró a indicar que el libro "Jesús de Nazareth" es un trabajo intelectual y especulativo del Papa que no obliga. Lamentablemente, los anteriores Papas no fueron tan prudentes en este punto y más de una vez dieron citas o hicieron comentarios que fueron tomadas al pie de la letra con efectos no queridos.]

Creo que los esfuerzos del Papa actual de insistir en la hermenéutica de la continuidad y de la Tradición como clave de interpretación del Magisterio (punto sobre el que ya había insistido S.S. Juan Pablo II en 1978), nos dan la clave [también para un acuerdo con la Frat. S. Pío X]. En libro que lleva prólogo del entonces Card. Ratzinger, la Dra. Rowland explica perfectamente este tema respecto al CVII.

Comentario del blogger: Cuando cite al Papa Juan Pablo II inclui cuando advierte:

"En las presentes circunstancias, deseo sobre todo dirigir una llamada a la vez solemne y ferviente, paterna y fraterna, a todos los que hasta ahora han estado vinculados de diversos modos con las actividades del arzobispo Lefebvre, para que cumplan el grave deber de permanecer unidos al Vicario de Cristo en la unidad de la Iglesia católica y dejen de sostener de cualquier forma que sea esa reprobable forma de actuar. Todos deben saber que la adhesión formal al cisma constituye una grave ofensa a Dios y lleva consigo la excomunión debidamente establecida por la ley de la Iglesia"

Respecto al punto dos, mi interpretación respecto a la Ad Tuendam Fides(bastante explicita por cierto) respecto al obsequio religioso, si está de acuerdo a la Tradición de la Iglesia (Puede revisar los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola por ejemplo). Ir a los extremos colocando ejemplos elevados al absurdo no ayuda.

Estoy de acuerdo completamente en que debemos interpretar los textos conciliares en la hermenéutica de la continuidad, pero eso no es lo que hacen los lefebvristas.
07/07/10 7:34 PM
  
Nicolas
sa verdad leo una y otra vez su articulo y la verdad me confunde demasiado. Me confunde porque leo la carta del levantamiento de la excomunion del santo Padre y me pregunto: ¿que razon de ser entonces tiene el mismo? ¿que razon de ser los dialogos de la fraternidad y roma?. No soy lefebvrista pero si puedo decir que el Amor al Papa, a la Iglesia, los sacramentos, que vi en ellos es unico!!!
Basta leer la ultima carta de Mons Fellay donde habla con tanta claridad de la situacion de la iglesia actual...y sigo con la confusion desde su articulo.
Ademas, usted dice: "Existe otro sector dentro de la Iglesia, que sin reconocerse lefebvristas, comulgan y promueven las posturas lefebvristas"... por lo tanto este grupo estaria al borde del cisma material; me responderia que nombre podriamos dar por ejemplo al p. alessio de cordoba, (arg)" que vive en comunion con la iglesia, no ataca el concilio vaticano II, esta a cargo de una parroquia
dada por el arzobispo de dicha ciudad? pero que sin embargo participa de manera activa de las marchas en favor del matrimonio gay (hasta habla a los presentes)¿que nombre le damos?, porque para mi eso si es un cisma y eso si es ser hereje y no los lefebrista.
Y humildemente pido a yolanda que tenga mas caridad, estas palabras suenan MAL : "Los Lefebvristas de la fraternidad esa..." que no este de acuerdo con ellos no nos da lugar a faltarles la caridad.

Comentario del blogger: La intención del Papa de levantar la excomunión la ha expresado el mismo, por lo que seria un error entenderlo como que de alguna manera ha dado la razón a los argumentos lefebvristas, todo lo contrario. Puede usted leerla AQUÍ

Respecto al progresismo, es un tema que trataré en futuros post y es en cierta manera más peligroso porque ya es un problema de heterodoxia severo que ataca la integridad de la fe. Pero cada cosa a su momento.

07/07/10 7:42 PM
  
Miquel
"pero disienten públicamente del Concilio" ¿Es qué acaso el pastoral Concilio Vaticano II forma parte del Magisterio infalible?

"posturas lefebvristas"
¿Cuáles son esas posturas? ¿Guardar y enseñar lo que siempre se ha enseñado?

¿Se ha leído usted todos los documentos del CVII así como los de Trento o CVI? Respóndase a si misma. Mentir es pecado y no quiero que por mis preguntas peque usted.

¿San Atanasio, Santa Juana de Arco o Santa Teresa de Jesús fueron cismáticos o herejes?

Ustedes deben ser como el rector del seminario de los Legionarios de Cristo en Salamanca que afirman sin complejo alguno semejantes disparates: «Acataremos cualquier orden del papa sobre nuestro futuro, si nos pide que demos la misa en bañador, tengo uno listo para celebrarlo».

En el fondo, es la postura típica de los integristas, quienes, como consecuencia tal vez de una pésima formación que les pone fuera de la Iglesia, dicen que «prefieren equivocarse con el Papa», como si el Papa fuese el Oráculo de Delfos, olvidando que Cristo dice que «lo que no es frío ni caliente estoy por escupirlo de mi boca»; olvidan también que se les pedirá cuenta por aquellos talentos que, por miedo a perderlos, escondieron bajo tierra.

Siguiendo su lógica de hacer absolutamente todo lo que diga el Papa, en tiempos de los Santos Padres habrían lanzado sus legiones macielitas contra San Atanasio cuando éste se enfrentó al arrianismo triunfante en la jerarquía oficial de su época e impuso las manos más allá de su jurisdicción oficial; habrían condenado como «cismático» a San Bruno cuando éste recriminó al Papa Pascual II cierta errónea decisión; habrían secundado a San Pedro cuando éste apoyó a los herejes judaizantes y seguramente incluso se habrían circuncidado para ser así más fieles que nadie; habrían aprobado felizmente la decisión del Papa Celestino cuando éste aprobó el movimiento herético de los «espirituales»; etc.

Viviendo en Salamanca, parece mentira que no sepan aquello que enseñó el gran pensador y teólogo dominico de la Escuela de Salamanca e inventor del Derecho Internacional, el Padre Francisco de Vitoria:

«Si el Papa, con sus órdenes y sus actos, destruye la Iglesia, se le puede resistir e impedir la ejecución de sus mandatos».

Más explícitamente, ateniéndonos en concreto a las atribuciones del Papa en el campo de la liturgia, Monseñor Klaus Gamber, liturgista de cabecera del Papa Benedicto XVI, demuestra minuciosa y contundentemente en uno de sus tratados que el Papa no tiene ni potestad ni autoridad para modificar o abolir el rito de la Misa. Por eso, el propio Papa Benedicto XVI señalaba en un libro sobre liturgia:

«Tras el concilio Vaticano II se generó la impresión de que el Papa podía hacer cualquier cosa en materia de liturgia [...]. Así fue como desapareció, en grandes zonas de la conciencia difusa de Occidente, la noción de liturgia como algo que nos precede y que no puede ser “hecho” a nuestro antojo. Pero de hecho, el Concilio Vaticano I no pretendió definir en absoluto al Papa como un monarca absoluto, sino, por el contrario, como el garante de la obediencia a la palabra transmitida: su potestad se liga a la tradición de la fe, lo que rige también en el campo litúrgico [...]. La autoridad del Papa no es ilimitada: está al servicio de la santa tradición».

Así pues, si los integristas de Maciel no basasen su vida en la Dignitatis Humanae y en las predicaciones de su infame «padre fundador», probablemente habrían reparado en que la Constitución Dogmática Pastor Aeternus es el documento que define el magisterio infalible del Papa, cuál es su función y cuál es el grado de sumisión que le deben como Papa:

«Así el Espíritu Santo fue prometido a los sucesores de Pedro, no de manera que ellos pudieran, por revelación suya, dar a conocer alguna nueva doctrina, sino que, por asistencia suya, ellos pudieran guardar santamente y exponer fielmente la revelación transmitida por los Apóstoles, es decir, el depósito de la fe. [...] De esta manera si alguno, no lo permita Dios, tiene la temeridad de contradecir esta nuestra definición: sea excomulgado». Concilio Vaticano I, Const. Dogmática Pastor Aeternus, Cap. 4.

Tal vez si leyesen las Escrituras no haciendo un libre examen sino ciñéndose a la Tradición católica recordarían que tal definición sagrada dada infaliblemente por el Concilio Vaticano I ya la había formulado San Pablo con otras palabras:

«Aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os predique un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema» (Gál. 1, 8).

Y tal vez se habrían dado cuenta también de la sanción que merecen afirmaciones tan frívolas, tan irreverentes y tan fuera de lugar y comprenderían que, como dijo San Bernardo, «El que hace el mal, bajo pretexto de obediencia, hace más bien un acto de rebeldía que de obediencia».


Comentario del blogger: Ante todo agradezco a los lectores en lo futuro que traten de ser concretos. Esto con la finalidad de que los post no se hagan pesados en cuanto a su lectura.

Como ya he dicho antes, se suele sobreestimar el carácter pastoral del Concilio, así como también son inexactas las comparaciones que se han puesto para justificar disentir del Magisterio ordinario del Sumo Pontifice. La Ad Tuendam Fidem se refiere a las doctrinas enunciadas por el Romano Pontífice o por el Colegio de los Obispos, no a los fallos de ortopraxis de algun pontífice a lo largo de la historia, como fue el caso de San Pedro y San Pablo, pues la doctrina enseñada por San Pedro era ortodoxa,

Es evidente que el caso lefebvrista no se limita a alguna crítica puntual de algún acto aislado del Papa, como los casos de San Bruno, San Godofredo, San Norberto o San Hugo. Estamos ante el rechazo sistemático y pertinaz del Magisterio de por lo menos, tres Papas y un Concilio Ecuménico, con la única razón de que están convencidos de que son quienes interpretan auténticamente la Tradición.
07/07/10 8:02 PM
  
ronald
"Miguel, la ambigüedad de algunos textos Conciliares no tiene que verse como algo negativo. Lo mismo se pudo decir en su momento de la definición del dogma de la asunción de la Virgen. Hoy seguramente podemos pensar retrospectivamente que si en muchas definiciones conciliares (y no me refiero al Vaticano II) se hubiera sido mas explicito no hubiera sido necesario tantos Concilios a lo largo de la historia, pero las cosas no funcionan así. La Iglesia también puede deliberadamente dejar cierta ambiguedad en los textos conciliares para dejar abierto algunos temas, para que sean posteriormente, a medida que se desarrolla la doctrina cristiana, ser explicitados."

A... ¿Qué hay ambigüedad? "Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca."

Los otros Concilios se hicieron para condenar errores, el CVII no.

Sí, que han sido explicitados ya lo hemos visto ya... «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis.» (Mt 7,15-20).

Por favor, rogaría que, si quieres o pretendes un debate serio, no utilices calificativos que no se ajustan a la verdad. Monseñor Lefebvre no tiene seguidores, no tiene ninguna doctrina propia ni es el líder de ninguna ideología.

El liberalismo es X
El socialismo es X
El arrianismo es X
El "lefebvreismo" no es nada. No existe. No es "lefebvrista" como no se es "juan pablista" o "benedictista".

Comentario del blogger: Hombre Ronald, el texto que citas (Apocalipsis 3,16) no está haciendo referencia a la ambigüedad de textos conciliares, sino a la falta de compromiso con la fe de algunos cristianos de la Iglesia de Laodicea (Con esa forma de hacer eiségesis podemos sacar petróleo de la Biblia). Los mismos textos de la Escritura no carecen de ambigüedad, de allí que sea necesario interpretarlos a la luz de la Tradición y el Magisterio.

Un Concilio Ecuménico no tiene que condenar explícitamente errores para que sea lo que es. (Lo cual no es el caso del Concilio Vaticano II, tópico que acaba de tratar Daniel Iglesias en su blog, en un artículo que también le he publicado y puede leerse AQUI).

No se porqué has interpretado que yo pretendo un debate con este post. Simplemente lo publico para expresar mi opinión y doy la oportunidad de que me hagan comentarios puntuales.
07/07/10 8:27 PM
Reitero mi petición de hacer comentarios breves y puntuales por favor.
07/07/10 8:50 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Como curiosidad, es posible cumplir sin tacha tanto con el precepto dominical como con el óbolo de San Pedro acudiendo a una misa de la FSSPX.

http://www.cfnews.org/sspx-obl.htm

El dato:
http://photos1.blogger.com/blogger/669/1989/1600/20050905_Let%20-ED-4.jpg

El comentario:
http://rorate-caeli.blogspot.com/2006/03/ecclesia-dei-sspx-priests-and-faithful.html
07/07/10 9:00 PM
  
ronald
"Estamos ante el rechazo sistemático y pertinaz de por lo menos, tres Papas y un Concilio Ecuménico, con la única razón de que están convencidos de que son quienes interpretan auténticamente la Tradición."

Si faltas a la verdad por ignorancia, tienes la obligación de informarte o formarte mejor.

Si faltas a la verdad a sabiendas, mientes.

La FSSPX SIEMPRE ha reconocido al Papa, desde Pablo VI hasta Benedicto XVI. El hecho de plantear objeciones sobre ciertos puntos vinculados a la enseñanza de siempre de la Iglesia no implica un rechazo de su autoridad o de su función pontificia; porque en ese caso habría que afirmar que una buena parte del episcopado francés y alemán sería cismática por no compartir la visión de las cosas que tiene el Papa. ¿Acaso algunos Obispos franceses no fueron a Roma para oponerse a la voluntad del Papa Benedicto XVI de reconocer la Misa tradicional? ¿Acaso algunos Obispos de Alemania no publicaron un documento justificando que los divorciados vueltos a casar pudiesen comulgar, y ello contra la voluntad del Papa? El Papa Juan Pablo II pidió a los sacerdotes y religiosos que volviesen a vestir el hábito eclesiástico y no fue oído. Podríamos citar muchos otros casos de desobediencia de hecho que, con todo, no implican un rechazo de la función pontificia.

Un cisma consiste en rechazar la autoridad del Papa y crear su propia Iglesia. Ese no es el caso de la FSSPX. Sus sacerdotes mencionan al Papa en el canon de la Misa que celebran día a día, lo mismo que el del obispo en cuya diócesis residen. Rezan públicamente por el Papa cada vez que se expone el Santísimo Sacramento. Por lo demás, los miembros de la Fraternidad San Pío X que no reconocen públicamente a Benedicto XVI (y a sus predecesores) como Papa son excluidos de la congregación.


Comentario del blogger: Cuando me refiero al rechazo sistemático y pertinaz de los lefebvristas a por lo menos tres Papas, me refiero a la enseñanza de su magisterio ordinario, no al reconocimiento de la función pontificia. Para evitar imprecisiones corregiré el comentario. Opino que la cuestión excede el simplemente no compartir la visión del Papa de turno, el problema como ya ha dicho el Papa va mucho más allá y es de naturaleza doctrinal.

Respecto a la definición de cisma, a continuación una bastante precisa:

Cisma (del griego schisma, separación, división) es, en el lenguaje de la teología y el derecho canónico, la ruptura de la unidad y unión eclesiásticas, i.e. ya sea el acto por el cual uno de los fieles corta los vínculos que le unen a la organización social de la Iglesia y que le hacen miembro del cuerpo místico de Cristo, o el estado de disociación o separación que resulta de dicho acto. (Para más información clic AQUÍ).

Es el Papa Juan Pablo II, no un servidor, el que ha calificado a los lefebvristas de cismáticos, por lo menos materialmente, al cometer un acto cismático “en materia gravísima y de capital importancia para la unidad de la Iglesia”. A este acto de desobediencia le atribuye llevar consigo “un verdadero rechazo del Primado romano”
07/07/10 9:27 PM
  
Tulkas
En todo caso la ambigüedad del V-II se reduce a un par de textos o tres entre varios cientos de páginas farragosas. ¿Tiene error doctrinal el V-II? No. ¿Es Magisterio infalible? No. Pues santaspascuas al respecto.

La principal víctima del lefevrismo es el Tradicionalismo y si no pues ahí tenemos las invectivas de Fellay sobre los tradicionalistas "bloqueados en lo doctrinal" (sic) por haberse "sometido a Roma".

Al final lo que parece que está pasando es que el Tradicionalismo se está quedando arrinconado como un movimiento (o ramillete de movimientos) más, hasta el punto de que parece igual de esotérico ir a la Misa tradicional que a una misa-festival kiko-kríptica.

Los recelos hacia la misa tradicional, tanto de sacerdotes como de laicos, me parecen una desgracia. Una desgracia porque al fin y al cabo y aunque la Liturgia NO sea la única activdad de la Iglesia, sí es verdad que de ahí nos nutrimos todos, nuestra vida cristiana está anclada en la Liturgia, tiene leguaje litúrgico, es Litúrgica o NO ES.

07/07/10 9:30 PM
De vuelta, el texto de S.S. Juan Pablo II que Ud. cita se refiere a "la adhesión formal al cisma". Las palabras no están ahí porque sí, menos en un motu proprio de carácter disciplinar como éste. No podemos aplicar la analogía en la interpretación de textos canónico-penales.

Disculpeme, pero el ejemplo de San Ignacio no viene a cuento. Cuando S. Ignacio escribió nadie se planteaba la diferencia entre Magisterio Ordinario y Extraordinario, y si existen diversos niveles en el primero, cuestión típicamente contemporánea derivada del Concilio Vaticano I.

Si se refiere a la obediencia "ciega", podría traerle numerosas citas de Sto. Tomás en sentido contrario; justamente porque el de Loyola y el Aquinate escriben en planos diversos -- espiritual-moral el primero, teológico-ético el segundo. Y aquí estamos en un plano teológico-canónico que debe ser explicado desde la Teología dogmática *y* desde el Dcho. Canónico. Los lefebvristas pretenden salvarlo recurriendo al "estado de necesidad" (can. 1323, 4). En todo caso habrá que discutir si ese estado de necesidad existió o no, y si aún sigue existiendo.

Lo de la hermenéutica de la continuidad lo traje porque me parece que, en vez de "combatirlos" de frente cuando nos une un 99% de cuestiones, sería mejor ayudarlos a descubrir esa posibilidad de una correcta interpretación del Vaticano II y el Magisterio postconciliar, aún en casos aparentemente contradictorios con la Tradición y que deben necesariamente explicarse, y que creo que son un desafío riquísimo para una teología productiva.

Sí, creo con Ud. que la Fraternidad se encuentra en cisma material; pero, como digo antes, creo que eso hay que tratarlo desde la Dogmática y los Cánones. Por ej., ¿la jurisdicción delegada es inherente al sacramento de la confesión? ¿puede confirmar un obispo sin diócesis? ¿puede haber tribunales canónicos no establecidos como manda la ley de la Iglesia ni sometidos al Romano Pontífice? ¿existe "jurisprudencia" sobre el estado de necesidad en casos similares, i.e. peligro de cisma? ¿el estado de necesidad es meramente subjetivo?


Comentario del blogger: Si, el texto de Juan Pablo II alerta de la adhesión formal al cisma en el contexto de una advertencia “a todos los que hasta ahora han estado vinculados de diversos modos con las actividades del arzobispo Lefebvre, para que cumplan el grave deber de permanecer unidos al Vicario de Cristo. Y aunque el acto cismático es la ordenación ilícita (nunca he dicho lo contrario), la raíz de ese acto es el rechazo al Concilio Vaticano II.

Respecto a si existen distintos niveles de asentimiento, en este caso que hablamos de Magisterio ordinario, se requiere obsequio religioso de la voluntad y entendimiento. Más detalles puede encontrarlos AQUI

La apologética tiene una doble finalidad: Confirmar a los débiles en la fe, y atraer a los que se han desviado. Se combate el error, no las personas.

Respecto a si hay riesgo de cisma o no, yo pienso que si, y el Papa también lo ha dicho. El estado de necesidad en mi opinión es subjetivo.
07/07/10 9:56 PM
  
Sergi
Paisano, gracias por el post. Me aclaraste muchas de mis dudas en relación con el papel de la Tradición en la Iglesia.

Desde hacía tiempo te quería preguntar eso, pero se me había pasado con el correr de los días. Sin embargo, me gustaría que profundizaras un poco sobre el alcance de la Tradición. Me generan dudas -porque me parece exagerado- que si cuando rezas en una Misa no colocas el pulgar derecho sobre el izquierdo, entonces, tu posición de oración no pertenece a la Tradición de la Iglesia y debe ser rechazada, y así cualquier cantidad de cosas que he visto por aquí.

Como ¿qué cosas debo considerar parte de la Tradición, en consecuencia, inamovibles, y que otras son parte simplemente de venerables costumbres, pero que pudiesen ser cambiadas?

Comentario del blogger: Tienes razón Sergi, lo que sucede es que di por sentado muchas cosas porque el tema principal del post no era en sí la Tradición. El Catecismo Católico tiene una buena explicación que te reproduzco a continuación:

Tradición apostólica y tradiciones eclesiales

83 La Tradición de que hablamos aquí es la que viene de los apóstoles y transmite lo que estos recibieron de las enseñanzas y del ejemplo de Jesús y lo que aprendieron por el Espíritu Santo. En efecto, la primera generación de cristianos no tenía aún un Nuevo Testamento escrito, y el Nuevo Testamento mismo atestigua el proceso de la Tradición viva.

Es preciso distinguir de ella las "tradiciones" teológicas, disciplinares, litúrgicas o devocionales nacidas en el transcurso del tiempo en las Iglesias locales. Estas constituyen formas particulares en las que la gran Tradición recibe expresiones adaptadas a los diversos lugares y a las diversas épocas. Sólo a la luz de la gran Tradición aquellas pueden ser mantenidas, modificadas o también abandonadas bajo la guía del Magisterio de la Iglesia.
07/07/10 10:05 PM
  
César Fuentes
Es que la tradición no es una losa de marmol,algo ya alcanzado e inamovible. Lo mismo que hay que cuidar el depósito de la fe sin derramar una gota,me desagrada que yo,converso desde hace unos tres años y que no gusta de los abusos liturgicos,sólo he asistido a misas de Novus Ordo,y desde luego nadie me va ha hacer quitar de la cabeza que no soy católico,o un católico engañado por este asunto.Y que conste que estoy de acuerdo con el Motu de Benedicto XVI,y que no se debe ofrecer resistencias a los fieles que desen asistir a la Misa tradicional. Es más,algún día espero hacerlo yo también,me gustaría,pero yo veo adoración a Dios en las misa a las que asisto.

Salvando las distancias,hay paralelismos,a mi entender, entre el Israel donde nació Jesús y el estado de la Iglesia actual. Haciendo la guerra teológica y doctrinal unos contra otros y Dios dejado de lado. Y la piedad de los sencillos resintiendose.

La tradición es algo demasiado bella y pura y grande como para dejarsela a los que a sí mismos se llaman tradicionalistas-¿y qué somos los demás,pobres diablos zafios e ignorantes?-

Demasiada paciencia y delicadeza está teniendo el Papa-un hombre piadoso y humilde-con los lefebvristas,que son más bien orgullosos y arrogantes.
Hora va siendo de que obedezcan o se atengan a las consecuencias,pues son ellos los errados.

Y los filo-lefebvristas,pues qué decir,a mí me recuerdan mucho a los fariseos de tiempos de Jesús.
07/07/10 11:11 PM
  
González C.
Admiro mucho el trabajo apologético de José Miguel Arráiz, en general, pero en esta ocasión, pienso sinceramente que se ha dejado llevar por sus propios gustos y emociones.Porque es una artimaña trasladar el error donatista, de Lutero o del último Tertuliano, que negaban dogmas, a Lefebvre, que no ha negado ninguno ¿o sí? y luego, establecido este falso paralelismo, arremeter contra los Lefebvrevista y otros sospechosos. Con esta treta argumental, más tarde se lanza a establecer unos criterios muy bien elaborados teológicamente y hasta impecables,pero que no vienen al caso. Es más, una vez levantada la excomunión por Benedicto XVI a Mons falley y los otros tres obispos, el único que afirma, en varias respuestas a los comentarios, que se trata de un cisma material, es Arráiz en contra de la opinión del propio Benedicto XVI, mostrándose más papista que el propio Benedicto, que jamás lo ha dicho. Y de paso acusa a otro ala de la iglesia de estar al borde del cisma material ¿se refiere al sector que está harto de tantos abusos litúrgicos, como este: http://infocatolica.com/blog/fidesetratio.php/1007050922-viena-ilustracion-de-que-el-p?
Seguiré leyendo su blog de apología con mucho gusto, dado que me parece sobresaliente, pero respecto a su criterio sobre el actual tradicionalismo, sinceramente me parece que no llega al aprobado. Aunque no seré yo quien le ponga la nota final, pues sólo usted parece estar calificado para decir quien es cismático o no, aunque no coincida su opinión con la del Papa. ¿ No le parece a usted, S. Arráiz, que la única postura radical en este asunto es la suya, impartiendo carnés a diestra y a siniestra ( supongo que más bien a aquella) de quien está en cisma material o al borde del precipicio?


Comentario del blogger: Gonzales, el centro del argumento no es que la situación del lefebvrismo ahora sea la misma que la de los donatistas, lefebvristas, y demás herejes y cismáticos, tampoco que hayan llegado a los mismos extremos, sino que detrás de todos ellos se encuentra el mismo error: El de tratar de imponer el propio juicio en cuestiones de fe sobre el juicio del Magisterio de la Iglesia. Esto es una verdad tan grande como una casa, aunque algunos se hayan pasado la raya más que otros. (Observa el caso de los sede-vacantistas: La misma actitud de rechazo al Concilio les empujó bastante más allá: "Los Papas son herejes").

Si revisas bien los comentarios de Benedicto XVI verás que jamás ha negado que sean cismáticos materialmente, por el contrario, deja entender precisamente eso en su carta respecto al levantamiento de la excomunión.

Es importante distinguir entre cisma formal y material. Todo acto que pone en peligro la unidad de la Iglesia es materialmente cismático.

Reitero que el ser un disidente del Magisterio ordinario es un paso que puede colocarlo a uno al borde de la herejía y el cisma, máximo cuando en el caso de los lefebvristas las cosas llegaron tan lejos, y no se ve una adhesión próxima de los lefebvristas a reconsiderar su posición. El acto del Papa de levantar la excomunión ha sido un acto caritativo, pero que en mi opinión no ha sido recibido como correspondía.
07/07/10 11:12 PM
  
Yolanda
Qué paciencia tienes, blogger. Auq ue n o sé qué esperabas sino atraer tanto a los cismáticosa como a los filocismáticos que son mucho más peligrosos según el párrafo tuyo que resaltéen mi primer comentario.

En cuanto a Apocalipsis 3,16, ya sabes que hay gente que lo usa para un roto y para un descosido. Algunos lo citan tanto y tan exclusivamente que se diría que reducen la Escritura toda a Apocalipsis 3,16. Por ellos, podríamos borrar el resto. O erigir Apocalipsis 3,16 en piedra angualar a partir de la cual hay que interpretar el resto de la escritura, la Tradición y el Magisterio. Y, de paso, justificar todos los excesos cismáticos.

Tulkas,

la desgracia que mencionas es cierta, sí: es una desgracia ese recelo. Ya sabes a quién achacar que se recele...

Y peor aún es que es que parezca igual de esotérico ir a la Misa tradicional que a una misa-festival kiko-kríptica... Porque ni siquiera es así: es mucho más esotérico y pintoresco, en el concepto vulgar, una misa tradicional que un sarao kiko.

Una desgracia, sí.
07/07/10 11:18 PM
  
Arturo
La FSSPX se limita a ser fiel a toda la Tradición católica, a la Fe de siempre, sin innovaciones absurdas e innecesarias y sin máculas filoprotestantes ni ecumenismos relativistas. Así pues, si la FSSPX no es católica, hemos de inferir que la Iglesia católica no es católica.

Comentario del blogger: El problema es que según tu juicio y el de la FSSPX, ellos son fieles a la Tradición Católica, no según el juicio de la Iglesia. Creo que hay que distinguir entre lo que es la Tradición de la Iglesia y lo que es la visión estática y rígida que puede tener el lefebvrismo de lo que es la Tradición. Precisamente el post intenta poner en evidencia que son cosas distintas.
08/07/10 1:01 AM
  
Carlos C
Cuando he visto éste post del señor José Miguel Arráiz, me entusiasmé pues de seguro pensé que iba a aprender acerca de algo que me interesa y me ha venido molestando por un tiempo. Gracias.
Pues sí que he aprendido sin duda alguna del blogger y de los participantes comentaristas pero no he zanjado mis dudas y aprehensiones.
Por supuesto el otro entrañable blogger Miguel Serrano Cabeza, como siempre tan erudito y a pesar que contradice al Sr. José Miguel es como siempre correcto.
Ellos y los demás denotan un definitivo amor por Dios y la Iglesia. Los sentimientos vuelan acaloradamente , Yolanda no se extraña de lo que pasa y hay hasta quien duramente la trata. ¿Quién lleva razón?
A mí me preocupa tanta disensión y no soy tan especializado y erudito como los que defienden una u otra posición por acá.
Pero sí que me ha verdaderamente sorprendido las dudas de Sergi y en cierto modo las aserciones de Cesar Fuentes. Me siento más compenetrado con ellos o sea más a su nivel en el razonamiento más simple (que no simplón).
Las dudas del papel de la tradición de la Iglesia y el estado de los neófitos (yo no lo soy ) como Cesar, o de los que confortables e inspirados nos encontramos en el Novo Ordo nos asaltan. Expertos no faltan.
Yo si que me he preguntado lo mismo que sergi , literalmente, que si poner el pulgar derecho sobre el izquierdo; tres manteles en el Altar; posición del Corporal a dos dedos del borde; apoyar las manos sin tocar el Corporal etc.... Todo muy bonito y no me importa que en mi parroquia así se celebre la Misa Tridentina. ¿Pero es que todos estos años que he asistido a Misa no me ha servido...? lo dudo, no creo que el Novo Ordo sea espurio. Antes de esta tradición tridentina bien hermosa y todo, se celebró la Eucaristía sin tantos adornos ¿no servían tampoco? ¿De veras que Dios se siente más halagado? ¿Mas respetado y amado? Acaso el Sacrificio de Dios, él me permite sentirlo menos a mí y amis hijos que a los de la Misa tradicional de hace unos mil años? Lo aceparé si la Iglesia me lo pide.
Pero yo en mi corazón seguiré dudando que llegaré a justo sólo a través del Vetus Ordo y no como Benedicto XVI acaba de decir que “Sólo puede ser justo quien acepta dejarse tomar por Dios” Y por la Gracia de Dios acepto, lo vengo aceptando desde los ocho años.
Pero si mañana el Papa me dice que aceptar ser tomado por Él no es ya suficiente, que necesito rezar en latín, pues a desempolvar los libros de latín y aprender de nuevo toda la filigrana aunque no la entienda.
Pero hay una cosa que me preocupa más, NO ME REFIERO A NADIE EN ÉSTE POST, y es que no me acaba de convencer el militarismo agresivo y hasta vulgar de algunos enamorados de la LEY, o sea de la antigua Liturgia y que muy a menudo se pasan la Caridad por el forro Y podría nombrar a estos militantes entre profesionales y hasta al menos de un sacerdote del bien lejos.. Y repito con los que aquí he nombrado hay pasión y fuerte opinión, mas a Dios gracias sin que hayan atentado contra la Caridad.; para mi un alivio.


Comentarios del blogger:

Carlos, los católicos tenemos en el Magisterio una guía que en estos casos nos saca de dudas ante estas aparentes contradicciones. No es necesario ser muy erudito, sino ser diligente en escuchar la enseñanza de la Iglesia.

Primero te comentaré las razones por las cuales no estoy de acuerdo con algunos puntos que ha comentado Miguel Serrano: Que algunos renombrados obispos opinen que “en los documentos -no infalibles- del Concilio Vaticano II se ha producido por todas partes una ruptura efectiva con la Tradición” , es comprensible, pero hay que comprender que se están situando en la línea de la hermenéutica de la ruptura, rechazada por el Papa, no solo cuando era el Cardenal Ratzinger y prefecto de la Congregación de la doctrina de la fe. En mi Apología sobre el Vaticano II analizo este punto con detalle.

“El cardenal Ratzinger, a diez años de la clausura del Concilio, en 1975 dijo:“Hay que dejar bien claro, ante todo, que el Vaticano II se apoya en la misma autoridad que el Vaticano I y que el concilio Tridentino: es decir, el Papa y el colegio de los obispos en comunión con él. En cuanto a los contenidos, es preciso recordar que el Vaticano II se sitúa en rigurosa continuidad con los dos concilios anteriores y recoge literalmente su doctrina en puntos decisivos”
Informe sobre la fe, capítulo 2, por Cardenal Joseph Ratzinger”


No es un juicio personal el que reafirma la continuidad entre el Vaticano II y los concilios anteriores. Esa opinión la mantiene hoy siendo Papa Benedicto XVI quien en su Discurso del Santo Padre Benedicto XVI a los cardenales, arzobispos, obispos y prelados superiores de la curia romana disipa esas dudas aclarando que es una aparante discontinuidad, pero en lo esencial se mantiene. (Te sugiero leer todo el discurso)

Respecto al punto dos (la liturgia), mi opinión coincide con la tuya. Es importante pero no es lo más esencial. Ni el Novus ordo ni la ligurgia tradicional alteran la esencia del sacrificio eucarístico. Si nos remontamos a los primeros días de la Iglesia veremos como Cristo celebró su primera Misa en arameo (todavía lo hacen los maronitas). La Misa también se ha celebrado griego, armenio, siríaco. Yo no creo que el idioma cambie su sustancia, porque lo que importa es lo que se dice, no el idioma en que se dice, y quizá por eso yo prefiero la nueva Misa, porque para mi es preferible que el pueblo comprenda lo que se dice (ya que en la práctica es poco realista pensar que todos van a poder aprender latín, cuando la mayoría no aprende ni ingles). El hecho de que existan tantas liturgias válidas y aceptadas por la Iglesia (La Iglesia nunca ha estado en contra de la diversidad en este sentido) es otra prueba. Allí tienes a la liturgia alejandrina, antioqueña, bizantina, caldea, mozárabe, ambrosiana, etc. etc. etc.

Por su puesto que si esto no cambia la esencia del Sacrificio de la Misa, menos lo cambia el número de las genuflexiones, o si el sacerdote está de frente o de espaldas (todas cuestiones de forma y no de fondo, pues en la primera Misa, estaban todos sentados alrededor de una mesa).

El texto que te coloqué del Catecismo era para ejemplificarte precisamente que una cosa es la Tradición (Con T mayúscula) y otras las tradiciones particulares. Hoy hay gente más preocupada incluso si un par de monjas orando en una reunión se toman de las manos, y hasta hay el que sale diciendo que es abuso litúrgico o un culto secreto masónico , otros de los atavíos del Papa (que si usa o no usa Tiara), que no digo que no deba vestirse bien, pero ¿es que acaso eso cambia o altera la función que desempeña?. Es mejor quedarse en la simplicidad, que muchas veces agrada mas a Dios el rustico humilde que le sirve, que el sabio que olvidándose de sí mismo contempla el curso de los astros (Kempis).
08/07/10 6:01 AM
  
ronald
Arturo, no esperes nada de un bloggero que ante comentarios diciendo que la Misa de siempre es "esotérica y pintoresca", no hace ninguna aclaración a la comentarista.
La Misa de los Papas declarados santos, de los grandes Santos de la Iglesia y fundadores de las mayores y grandes congregaciones religiosas, del santo cura de Ars, de San Pío Pietrelcina de generaciones y generaciones católicas, de miles de sacerdotes, de nuestros mártires durante la Cruzada, etc, etc.. era una Misa esotérica y pintoresca.

Sin comentarios.

Comenterio del blogger: Ronald, te sugiero leer con calma las palabras de Tulkas, yo definitivamente no he interpretado lo que tu. Su comentario ha sido este:

"la principal víctima del lefevrismo es el Tradicionalismo y si no pues ahí tenemos las invectivas de Fellay sobre los tradicionalistas "bloqueados en lo doctrinal" (sic) por haberse "sometido a Roma".

Al final lo que parece que está pasando es que el Tradicionalismo se está quedando arrinconado como un movimiento (o ramillete de movimientos) más, hasta el punto de que parece igual de esotérico ir a la Misa tradicional que a una misa-festival kiko-kríptica. Comentario de Tulkas


El está haciendo uso de una hipérbole para mostrar el daño que hace el tradicionalismo en sus posiciones extremas a la Tradición

08/07/10 11:15 AM
  
César Fuentes
No sólo paciencia,sino valor tienes,José Miguel. Celebro que seas así.
Por cierto,he de padir disculpas,pues en mi comentario anterior escribí Tradición en minusculas. Pido perdón.

Comentario del blogger: No hay cuidado Cesar, todos entendemos que en los comentarios a veces por la prisa cometemos errores de transcripción. Yo mismo he de haber escrito Magisterio con minúscula un par de veces.
08/07/10 1:50 PM
  
Yolanda
Ronald: lo has entendido al revés
08/07/10 2:29 PM
  
Hector
Cuando veo el problema de con la FSSPX, tengo la imperiosa necesidad de reconocer que la forma en que se organiza la Iglesia Ortodoxa nos lleva unos cuantos pasos adelantados.

Comentario del blogger: No veo como la organización de la Iglesia Ortodoxa pueda ser mas efectiva que la de la Iglesia Católica para resolver este tipo de cuestiones. Precisamente nosotros por contar con alguien que ejerce un Primado jurisdiccional sobre la Iglesia, somos menos vulnerables a cismas y divisiones. Desobedientes habrán a lo largo de la historia, pero eso ya no se debe a la organización de la Iglesia, sino a los fallos humanos.
08/07/10 4:54 PM
  
Arturo
La Tradición... ¿debemos entenderla entonces como un concepto flexible y moldeable según las circunstancias? Yo creo que no. Por lo menos no en lo sustancial. Y, en mi opinión, en cuestiones fundamentales sí se han introducido innovaciones rupturistas que difícilmente pueden interpretarse a la luz de la Tradición.

Comentario del blogger: Un punto muy interesante que vale la pena aclarar.

El Papa Juan Pablo II habla del carácter “vivo” de la Tradición porque “va progresando en la Iglesia bajo la asistencia del Espíritu Santo; es decir, crece con la comprensión de las cosas y de las palabras transmitidas”.

Esto puedes comprobarlo tú mismo estudiando patrística. Veras como en cada una de las doctrinas cristianas ha habido un desarrollo: Véase: Trinidad, bautismo, penitencia, primado del Papa, purgatorio, justificación y salvación, Transubstanciación, Mariología, etc. etc. etc.

Y cuando se habla de desarrollo se sostiene enfáticamente que se diferencia de evolución. La doctrina cristiana no evoluciona, porque el concepto de evolución implica que algo que originalmente es una cosa por medio de un proceso pasa ser otra distinta. Distinto es el desarrollo, donde el elemento que se desarrolla sigue siendo el mismo: Asi como una semilla pasa a ser árbol, pero sigue siendo lo que es, o un bebe pasa a ser hombre, pero sigue siendo una persona humana.

El Cardenal Newman desarrollo excelentemente bien este tema en su ensayo sobre la doctrina cristiana. Por su puesto que tratar este tema merece un post aparte, voy a tenerlo en cuenta.

ACTUALIZACION

La doctrina cristiana ¿Desarrollo o evolución?

08/07/10 4:59 PM
  
Juan Stuse
José Miguel. Totalmente de acuerdo contigo y además añadiendo que es urgente desenmascarar el nucleo de soberbia que se oculta detrás de la ortodoxia aparente de esta gente: Porque puden venir tiempos de confusión en que se haga necesaria una auténtica defensa de los dogmas, la moral y las costumbres, que necesariamente tendrá que distinguirse de este grupo de liturgistas cismáticos y de tradicionalistas filosóficos a la francesa. (El tradicionalismo político español nada tiene que ver con ellos).
08/07/10 5:33 PM
  
Tony de New York
Yo estoy HARTO de los hijo/as de Lefébvre. Bien dicen las Sagradas Escrituras:

16 "¿A qué compararé la gente de este tiempo? Se parece a los niños que se sientan a jugar en las plazas y gritan a sus compañeros: 17 'Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron.'
San Mateo 11, 16-17.

08/07/10 6:07 PM
  
Carlos C.
Muchas gracias José Miguel por haberme entendido tan bien. Es una lástima que exista tanta controversia con cómo cada cual percibe la Tradición. Cosa buena de por sí pero no al punto como antes dije de abandonar la Caridad. Pero sobretodo hasta llegar al punto de “atar las manos” al Espíritu Santo y como mal menor llegar a hacer a Benedicto XVI a sus propias imagenes y semejanzas asumiendo lo que el Papa no ha dicho o doblando lo que dijo.

Recuerdo una tradición a Dios Gracia ya tiempo rota. Yo tenía que ayunar 12 horas para poder acercarme a comulgar. Ni que decir tiene eso de hacerlo a diario estaba bien lejos de lo común. Hoy dñia a mi “lunch hour” corremos multitud para oír Misa y comulgar para regresar a nuestros quehaceres santificados. Aun algunos dicen que todos los días uno se puede acostumbrar y tal... pues es verdad que uno se acostumbra ¿y cual es el problema? Bendita tota tradición por lo que yo tomo Mi Pan de cada día.

Siempre diré que para Tradición Tradición volvamos a la de tomar la Eucaristía no ya sentados alrededor de una mesa (Altar) sino reclinado y apoyado en un lado como era la costumbre , la tradición entonces. Que si yo fuera s. Juan también reclinaría mi cabeza sobre su pecho (Si él lo permitiera). ¡Qué libertino ese Juan! dirán algunos.
Pero El Espíritu es un Dios de orden y sabe que 500 personas no van a poder reclinarse en el pecho del Hijo El Espiritu Santísimo.
A a no ser que Dios se lo proponga, no creo que piense en enseñar latín al mundo entero para que unos pocos corten el pastel y se lo coman También. Que si el quiere puede repartir las lenguas hasta de ángeles para ayudarnos a rezar.

Con todo lo importante que los teólogos son, una vez más estoy de acuerdo con el Padre Santo como Infocatólica cuenta :

El Papa Benedicto XVI subrayó ayer la importancia del 'sensus fidei', es decir, de la fe del pueblo de Dios por encima de las ESPECULACIONES TEOLÓGICAS...
...El Papa asegura que los teólogos deben conservar la humildad y la sencillez del Pueblo de Dios...
...el Pueblo de Dios es “magisterio que precede”, el cual “debe ser después profundizado y acogido intelectualmente por la teología”.
Y eso si que es también Tradición. Y como Pueblo de Dios me siento digo a Su Santidad “Amen”


Comenterio del blogger: Soy yo quien agradece Carlos.


08/07/10 6:28 PM
  
Juan Antonio
Una pregunta: ¿qué es más "cismático", rechazar el acto de Asís de 1986 (con Budas encima de un sagrario y la presencia de cultos animistas e incluso de la logia masónica B'nai Berith), o rechazar la "Humanae Vitae"? Porque varias conferencias episcopales enteras rechazaron la "Humanae Vitae" de Pablo VI y nadie las consideró cismáticas.

Comentario del blogger: Todo acto que atente contra la unidad de la Iglesia es materialmente cismático. No se trata pues, de justificar el errores de los lefebvristas, con los excesos y errores del sector progresista.
08/07/10 7:08 PM
  
Tulkas
Yo no creo que todos eso detalles pintorescos de la Missa de san Gregorio (que si las puntas de los dedos no pueden tocar el corporal, que si el cáliz hay que cogerlo por el nudo o por la copa, que si hay que arrodillarse en el segundo escalón o en el tercero, que si hay que decir tres Kyrie o dos, que si los movimientos de las manos al Gloria in excelsis Deo han de ser más o menos amplios, la abundancia de genuflexiones, que si la incensación tiene que ser circular...) no forman parte de la Tradición.

Pero tienen un fuerte sentido antropológico. En primer lugar insertan al cuerpo en la celebración Litúrgica, ¿de una forma demasiado estereotipada e incluso amanerada?, no sé, porque eso es cuestión estética. Lo cierto es que la dimensión corpórea del celbrante o del participate a la Missa se inserta también, de forma reglada, ordenada, quisquillosa casi... pero infalible.

El rubricismo no es una prerrogativa de Dios, es casi una necesidad del hombre.

Con el Novus Ordo no sale perdiendo Dios, digámoslo así, lo que sufre hasta desvanecerse o bien crece hasta llenarlo todo de modo omnímodo es la parte humana de la Liturgia.

O de otra forma: el déficit fundamental del NOvus Ordo como el del protestantismo (y no quiero que la analogía pase de aquí)es de índole no teológica, sino antropológica.

08/07/10 7:39 PM

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