¿Solo la Iglesia Católica se puede llamar Iglesia?
Hace algún tiempo nuestro hermano y compañero blogger Eleuterio Fernández ponía la pregunta sobre el tapete. A este respecto es muy oportuno reproducir la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a esta interrogante.
Respuestas a algunas preguntas acerca de ciertos aspectos de la Doctrina sobre la Iglesia
Martes 10 de julio de 2007
Introducción
El Concilio Vaticano II, con la Constitución dogmática Lumen gentium y con los Decretos sobre el Ecumenismo (Unitatis redintegratio) y sobre las Iglesias orientales (Orientalium Ecclesiarum), ha contribuido de manera determinante a una comprensión más profunda de la eclesiología católica. También los Sumos Pontífices han profundizado en este campo y han dado orientaciones prácticas: Pablo VI en la Carta Encíclica Ecclesiam suam (1964) y Juan Pablo II en la Carta Encíclica Ut unum sint
(1995).
El sucesivo empeño de los teólogos, orientado a ilustrar mejor los diferentes aspectos de la eclesiología, ha dado lugar al florecimiento de una amplia literatura sobre la materia. La temática, en efecto, se ha mostrado muy fecunda, pero también ha necesitado a veces de puntualizaciones y llamadas de atención, como la Declaración Mysterium Ecclesiæ (1973), la Carta Communionis notio (1992) y la Declaración Dominus Iesus (2000), publicadas todas por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La vastedad del argumento y la novedad de muchos temas siguen provocando la reflexión teológica, la cual ofrece nuevas contribuciones no siempre exentas de interpretaciones erradas, que suscitan perplejidades y dudas, algunas de las cuales han sido sometidas a la atención de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ésta, presuponiendo la enseñanza global de la doctrina católica sobre la Iglesia, quiere responder precisando el significado auténtico de algunas expresiones eclesiológicas magisteriales que corren el peligro de ser tergiversadas en la discusión teológica.
Respuestas a las preguntas
Primera pregunta: ¿El Concilio Ecuménico Vaticano II ha cambiado la precedente doctrina sobre la Iglesia?
Respuesta: El Concilio Ecuménico Vaticano II ni ha querido cambiar la doctrina sobre la Iglesia ni de hecho la ha cambiado, sino que la ha desarrollado, profundizado y expuesto más ampliamente.
Esto fue precisamente lo que afirmó con extrema claridad Juan XXIII al comienzo del Concilio.(1) Pablo VI lo reafirmo,(2) expresándose con estas palabras en el acto de promulgación de la Constitución Lumen gentium: «Creemos que el mejor comentario que puede hacerse es decir que esta promulgación verdaderamente no cambia en nada la doctrina tradicional. Lo que Cristo quiere, lo queremos nosotros también. Lo que había, permanece. Lo que la Iglesia ha enseñado a lo largo de los siglos, nosotros lo seguiremos enseñando. Solamente ahora se ha expresado lo que simplemente se vivía; se ha esclarecido lo que estaba incierto; ahora consigue una serena formulación lo que se meditaba, discutía y en parte era controvertido».(3) Los Obispos repetidamente manifestaron y quisieron actuar esta intención. (4)
Segunda pregunta: ¿Cómo se debe entender a afirmación según la cual Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia católica?
Respuesta: Cristo «ha constituido en la tierra» una sola Iglesia y la ha instituido desde su origen como «comunidad visible y espiritual»(5). Ella continuará existiendo en el curso de la historia y solamente en ella han permanecido y permanecerán todos los elementos instituidos por Cristo mismo.(6) «Esta es la única Iglesia de Cristo, que en el Símbolo confesamos una, santa, católica y apostólica […]. Esta Iglesia, constituida y ordenada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él».(7)
En la Constitución dogmática Lumen gentium (8) la subsistencia es esta perenne continuidad histórica y la permanencia de todos los elementos instituidos por Cristo en la Iglesia católica, en la cual, concretamente, se encuentra la Iglesia de Cristo en esta tierra.
Aunque se puede afirmar rectamente, según la doctrina católica, que la Iglesia de Cristo está presente y operante en las Iglesias y en las Comunidades eclesiales que aún no están en plena comunión con la Iglesia católica, gracias a los elementos de santificación y verdad presentes en ellas,(9) el término “subsiste” es atribuido exclusivamente a la Iglesia católica, ya que se refiere precisamente a la nota de la unidad profesada en los símbolos de la fe (Creo en la Iglesia “una"); y esta Iglesia “una” subsiste en la Iglesia católica.(10)
Tercera pregunta: ¿Por qué se usa la expresión “subsiste en ella” y no sencillamente la forma verbal “es"?
Respuesta: de esta expresión, que indica la plena identidad entre la Iglesia de Cristo y la Iglesia católica, no cambia la doctrina sobre la Iglesia. La verdadera razón por la cual ha sido usada es que expresa más claramente el hecho de que fuera de la Iglesia se encuentran “muchos elementos de santificación y de verdad que, como dones propios de la Iglesia de Cristo, inducen hacia la unidad católica».(11)
«Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió a la Iglesia».(12)
Cuarta pregunta: ¿Por qué el Concilio Ecuménico Vaticano II atribuye el nombre de “Iglesias” a las Iglesias Orientales separadas de la plena comunión con la Iglesia católica?
Respuesta: El Concilio ha querido aceptar el uso tradicional del término. “Puesto que estas Iglesias, aunque separadas, tienen verdaderos sacramentos y, sobre todo, en virtud de la sucesión apostólica, el sacerdocio y la Eucaristía, por los que se unen a nosotros con vínculos estrechísimos",(13) merecen el título de «Iglesias particulares o locales»(14), y son llamadas Iglesias hermanas de las Iglesias particulares católicas.(15)
“Consiguientemente, por la celebración de la Eucaristía del Señor en cada una de estas Iglesias, se edifica y crece la Iglesia de Dios"(16). Sin embargo, dado que la comunión con la Iglesia universal, cuya cabeza visible es el Obispo de Roma y Sucesor de Pedro, no es un simple complemento externo de la Iglesia particular, sino uno de sus principios constitutivos internos, aquellas venerables Comunidades cristianas sufren en realidad una carencia objetiva en su misma condición de Iglesia particular (17).
Por otra parte, la universalidad propia de la Iglesia, gobernada por el Sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él, halla precisamente en la división entre los cristianos un obstáculo para su plena realización en la historia (18).
Quinta pregunta: ¿Por qué los textos del Concilio y el Magisterio sucesivo no atribuyen el título de “Iglesia” a las Comunidades cristianas nacidas de la Reforma del siglo XVI?
Respuesta: Porque, según la doctrina católica, estas Comunidades no tienen la sucesión apostólica mediante el sacramento del Orden y, por tanto, están privadas de un elemento constitutivo esencial de la Iglesia. Estas Comunidades eclesiales que, especialmente a causa de la falta del sacerdocio sacramental, no han conservado la auténtica e íntegra sustancia del Misterio eucarístico,(19) según la doctrina católica, no pueden ser llamadas “Iglesias” en sentido propio (20).
El Sumo Pontífice Benedicto XVI, en la audiencia concedida al suscrito Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha aprobado y confirmado estas Respuestas, decididas en la Sesión Ordinaria de esta Congregación, y ha ordenado que sean publicadas.
Dado en Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 29 de junio de 2007, solemnidad de los Stos. Apóstoles Pedro y Pablo.
William Cardenal Levada
Prefecto
+ Angelo Amato, S.D.B.
Arzobispo titular de Sila
Secretario
NOTAS:
(1) JUAN XXIII, Discurso del 11 de octubre de 1962: «… el Concilio… quiere transmitir pura e íntegra la doctrina católica, sin atenuaciones o alteraciones… Sin embargo, en las circunstancias actuales, es nuestro deber que la doctrina cristiana sea por todos acogida en su totalidad, con renovada, serena y tranquila adhesión…; es necesario que el espíritu cristiano, católico y apostólico del mundo entero dé un paso adelante, que la misma doctrina sea conocida de modo más amplio y profundo…; esta doctrina cierta e inmutable, a la cual se le debe un fiel obsequio, tiene que ser explorada y expuesta en el modo que lo exige nuestra época. Una cosa es la sustancia del “depositum fìdei", es decir, de las verdades que contiene nuestra venerada doctrina, y otra la manera como se expresa, siempre, sin embargo, con el mismo sentido y significado»: AAS 54 [1962] 791; 792.
(2) Cf. PABLO VI, Discurso del 29 de septiembre de 1963: AAS 55 [1963] 791; 792.
(3) PABLO VI, Discurso del 21 de noviembre de 1964: AAS 56 [1964] 847-851.
(4) El Concilio ha querido expresar la identidad de la Iglesia de Cristo con la Iglesia católica. Esto se encuentra en las discusiones sobre el Decreto Unitatis redintegratio. El Esquema del Decreto fue propuesto en aula el 23/09/1964 con una Relatio (Act. Syn. III/II 296-344). A los modos enviados por los obispos en los meses siguientes el Secretariado para la Unidad de los Cristianos responde el 10/11/1964 (Act. Syn. III/VII 11-49). De esta Expensio modorum se citan cuatro textos concernientes a la primera respuesta:
A) [In Nr. 1 (Prooemium) Schema Decreti: Act Syn III/II 296, 3-6]
«Pag. 5, lin. 3 - 6: Videtur etiam Ecclesiam Catholicam inter illas Communiones comprehendi, quod falsum esset.
R(espondetur): Hic tantum factum, prout ab omnibus conspicitur, describendum est. Postea clare affirmatur solam Ecclesiam catholicam esse veram Ecclesiam Christi» (Act. Syn. III/VII 12).
B) [In Caput I in genere: Act. Syn. III/II 297-301]
«4 - Expressius dicatur unam solam esse veram Ecclesiam Christi; hanc esse Catholicam Apostolicam Romanam; omnes debere inquirere, ut eam cognoscant et ingrediantur ad salutem obtinendam…
R(espondetur): In toto textu sufficienter effertur, quod postulatur. Ex altera parte non est tacendum etiam in alliis communitatibus christianis inveniri veritates revelatas et elementa ecclesialia» (Act. Syn. III/VII 15). Cf. también ibidem punto 5.
C) [In Caput I in genere: Act. Syn. III/II 296s]
«5 - Clarius dicendum esset veram Ecclesiam esse solam Ecclesiam catholicam romanam…
R(espondetur): Textus supponit doctrinam in constitutione ‘De Ecclesia’ expositam, ut pag. 5, lin, 24 - 25 affirmatur” (Act. Syn.III/VII 15). Por lo tanto, la comisión que debía evaluar las enmiendas al Decreto Unitatis redintegratio expresa con claridad la identidad entre la Iglesia de Cristo y la Iglesia católica, y su unicidad, y fundada esta doctrina en la Constitución dogmática Lumen gentium.
D) [In Nr. 2 Schema Decreti: Act. Syn. III/II 297s]
«Pag. 6, lin, 1 – 24 Clarius exprimatur unicitas Ecclesiæ. Non sufficit inculcare, ut in textu fit, unitatem Ecclesiæ.
R(espondetur): a) Ex toto textu clare apparet identificatio Ecclesiæ Christi cum Ecclesia catholica, quamvis, ut oportet, efferantur elementa ecclesialia aliarum communitatum».
«Pag. 7, lin.5 Ecclesia a successoribus Apostolorum cum Petri successore capite gubernata (cf. novum textum ad pag. 6. lin.33-34) explicite dicitur ‘unicus Dei grex’ et lin. 13 ‘una et unica Dei Ecclesia’» (Act. Syn. III/VII).
Las dos expresiones citadas son las de Unitatis redintegratio 2.5 e 3.1.
(5) Cf. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución dogmática Lumen gentium, 8.1.
(6) Cf. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto Unitatis redintegratio, 3.2; 3.4; 3.5; 4.6.
(7) CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución dogmática Lumen gentium, 8.2
(8) Cf. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Declaración Mysterium Ecclesiæ, 1.1: AAS 65 [1973] 397; Declaración Dominus Iesus, 16.3: AAS 92 [2000-II] 757-758; Notificación sobre el volumen «Iglesia: Carisma y poder», del P. Leonardo Boff, O.F.M.: AAS 77 [1985] 758-759.
(9) Cf. JUAN PABLO II, Carta Encíclica Ut unum sint, 11.3: AAS 87 [1995-II] 928.
(10) Cf. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución dogmática Lumen gentium, 8.2.
(11) CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución dogmática Lumen gentium, 8.2.
(12) CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto Unitatis redintegratio, 3.4.
(13) CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, DECRETO UNITATIS REDINTEGRATIO, 15.3; CF. CONGREGACIÓN para la Doctrina de la Fe, Carta Communionis notio, 17.2: AAS 85 [1993-II] 848.
(14) CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto Unitatis redintegratio, 14.1.
(15) Cf. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto Unitatis redintegratio, 14. 1; JUAN PABLO II, Carta Encíclica Ut unum sint, 56 s: AAS 87 [1995-II] 954 s.
(16) CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto Unitatis redintegratio, 15.1.
(17) CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Carta Communionis notio, 17.3: AAS 85 [1993-II] 849.
(18) Cf. Ibidem.
(19) Cf. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto Unitatis redintegratio, 22.3.
(20) Cf. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Declaración Dominus Iesus, 17.2: AAS 92 [2000-II] 758
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12 comentarios
Y qué quiere decir esto: Pues que todas las creencias legítimas y no antagónicas a la misma, están, y "subsisten como parte de un todo" en ella.
Comentario del blogger: Rastri, no he entendí que quieres decir con "todas las creencias legítimas y no antagónicas"
Comentario del blogger: Le explico por qué sus comentarios no aparecen ni aparecerán en lo futuro.
He optado por aplicar de forma más rígida el reglamento en cuanto a los comentaristas que envían comentarios ofensivos al blog o a mi persona no admitiéndoles más comentarios luego de la primera infracción si considero que la gravedad del insulto lo amerita.
Comentarios como los que usted envía encajan en ese perfi. Como este que envió hace poco: "Mickey, por eso nunca visito tu mediocre blog. Ahummm...! Ahí te ves. Y tú no me borras. Yo me borro sólo, progresaurio.".
Los comentarios son una manera de que el blogger pueda compartir ideas e impresiones con los lectores, pero con el derecho de no admitir a quienes no saben mantener un tono mínimo de respeto.
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-Entiendo como "creencias legítimas y no antagónicas" o contradictorias, aquellas que dentro de sus correctas jerarquias son válidas. O no desdicen la validez jeraerquica de su inmediata superior. Por ejemplo:
-La Circuncisión que instauró Abraham es para los judíos, lo que para los cristianos es el Bautismo que instauró Jesús el Cristo.
-Visto así y en tanto y cuanto y cómo la Circuncisión Judía respeta la jerarquía superior del Bautismo Cristiano como principi de salvación: La Circuncisión Judía es legítima y no antagónica al Bautismo Cristiano.
Ahora bien en tanto y cuanto y cómo el compromiso o contrato místico de la Circuncisión pretenda anular, emular, socabar o igualar el principio salvífico del compromiso o contrato místico del Bautismo: Ésta, la Circuncisión, se convierte en antagónica al Cristianismo y por lo tanto en Anatema, no sólo ante el Cistianismo sino ante la "Ley y los Profetas".
Entiendase que Abraham instauró la Circuncisión tanto para él como para su descendencia, así como para sus sirvientes y esclavos. Como reconocimiento y arrepentimiento de recibir y transmitir, en causa, efecto y mortal consecuencia el origen genético del Pecado Original.
-Dicho sea: Abraham llega a saber que en el Paraíso Terrenal, -antes del Pecado Original- todo allí crecía y se multiplicaba como por generación espontánea; Sea SIN CAUSA Y CONSECUENCIA DE LA CÓPULA CARTNAL.
Dicho sea: como Jesús fue concebido, por Obra y Gracia del Espítu Santo que es el Poder De Dios. (Mc.12,24-25; Mt.22,29-30)
Y en atención y arrepentimiento a este conocimiento, simbólicamente, Abraham declara que todo lo que "cincunda y es circundante" a este pecado de la Cópula Carnal: establece la obligación de la Circuncisión.
Mas tarde, sin menospreciar el valor y significado de la Circuncisión, Jesús, establece el Bautismo como nuevo y definitivo medio de salvación que es la resurrección en nuevo y futuro lugar de Paraíso Terrenal (Ap.21,1)
-Donde allí y para los resucitados: Todo volverá a ser, crecer y mutiplicarse como fuera en su principio origen de Paraíso Terrenal.
Sea: Sin causa y consecuencia del la "cópula carnal" que es el egocentrizarse, el inocularse, el ingestarse mutuamente Hombre y Mujer -y por Ley Jerarquías macho y hembra- "Que es el comer del árbol genealógico prohibido situado en el medio del jardín de la Lujuria que fue, y no será, el Pecado Original".
Lo del árbol manzano en el medio de jardín así como la serpiente es un a forma de hablar en modo de tiempo y lugar, que viene a decir:
-"En modo" del tiempo del reino del vegetal cuando el manzano, allí en el medio centro del jardín, era el rey de la fruta en el planeta Tierra.
-"En tiempo" cuando el Hombre era el rey de todo el Paraiso Terrenal.
-En el lugar" de aquel Paraiso Terrenal cuando los hijos de la Serpiente, o Raza de Víboras (Ap.13,9-10) tentaron a Eva y Adán de ser -como Dios-: Dueños y señores de la continuidad genealógica de su creación.
Comentario del blogger: Que te puedo decir Rastri, ya sabes lo que pienso de estas elucubraciones.
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-Y qué te puedo decir yo, rastri. Tu preguntas y yo respondo. Y argumento con mis elucubraciones.
Y todo esto entendido cómo no hay parto posible que no tenga su juicio primero de elucubración: Sea éste físico, filosófico, metafísico o teológico
-El dilema, tu dilema como el de tantos otros, no es que haya elucubradores. Sino que sus comprometidas elucubraciones cambien la historia del mañana. Por lo que en conocimiento de principio causa fuera la de ayer.
-Cierto que yo sé lo que tu, como la mayoría de los que escriben en los boggs de esta página, piensan de "mis elucubraciones. Las que hoy día, por nuevas y desconocidas siendo mal tenidas. Mañana podrán ser de "incontetable forma admitidas y obligadas. Pues, por lo dicho: están ratificadas por su principio causa irrefutable"
-Tú como el 90% de los que aquí intervienen, a menudo insolentemente, juzgan por lo que la computadora de su cerebro más o menos culta, haya asimilado a través del tiempo y su ordinario magisterio;
-Es decir sois muy cultos, más que yo ciertamente y menos que Wikipedia; Pero poco sabios.
Dicho sea: Para vuestra desgracia carecéis de otra lógica posible que la viene del mundanal cultismo conocido y consagrado.
Y ya lo habrás oído: Cómo el Espíritu, a menudo habla e instruye de forma y manera para que no todos lo entiendan. Esta "piedrecita blanca" de oculta sabiduría: sólo lo sabe quien lo recibe.
Dicho sea: Para quien convenga: Sea para bien de los buenos, o para los malos: PARA QUE SE OBRE EN ORDEN A LA RESPONSABILIDAD DEL CONOCIMIENTO.
Yo por mi parte considero que estamos todos salvados. La mera idea de un infierno después de esta asquerosa vida es totalmente inconcebible, ¿cómo puede haber algo peor?.
Invita, invita...me los he leído, he ido a retiros en donde se me ha hablado del infierno, leído el Catecismo...y no me da la gana el creermelo.
Si hay otra vida, yo soy de los que piensa de que hay un 50% de posibilidades de que así sea, no está para sufrir.
El Infierno señalado en las Escrituras está en este mundo.
Comentario del blogger: Bueno Josafat, yo cumplo con invitar.
-¿Sería lícito ir a una misa de una iglesia ortodoxa,no habiendo ninguna católica cerca,en domingo,o cualquier otro día?
-¿Se podría condenar un católico que abandonase la Iglesia y se hiciese protestante evangélico,renegando de la Iglesia Católica en los peores términos?
Se que pueden ser preguntas ingenuas,pero como no tengo ni idea,prefiero preguntar.
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Josafat,la vida puede ser dura,pero siga usted a Cristo y esté en Su Iglesia,tenga fe,por lo que más quiera,que Dios no abandona a los suyos. Y lea lo que le ha recomendado José Miguel.
Comentario del blogger: Estimado Cesar, a la primera pregunta tengo entendido que si se podría recibir la comunión en una Iglesia Ortodoxa sino no hay posibilidades de encontrar una Iglesia Católica, en caso contrario sería ilícito.
Respecto a la segunda pregunta, la respuesta es que si se puede condenar (es pecado de apostasía). Aunque cada caso particular lo juzgará Dios.
Saludos
Comentario del blogger: Me imaginé que eso querías preguntar en la pregunta anterior, y la respondí arriba.
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