(Aleteia/InfoCatólica) El Papa Francisco en su mensaje «animó a manifestar en este especial ministerio» del exorcismo «ejercitado en comunión con los propios Obispos» para que se manifieste « el amor y la acogida en la Iglesia de quienes sufren debido a la obra del maligno (el demonio)».
El portavoz oficial de la Asociación, el psiquiatra, Valter Cascioli entrevistado por Radio Vaticano ha alertado sobre las consecuencias del ocultismo, satanismo y el esoterismo. «Estas prácticas abren el camino a la actividad demoniaca».
«El numero de las personas que han hecho estas practicas sufren graves daños sociales, psicológicos, espirituales y morales». El psiquiatra admite que la Asociación de Exorcistas ha constatado un aumento preocupante de la actividad del demonio, llamada «extraordinaria» que se manifiesta en ‘ obsesiones, vejaciones y posesiones demoniacas».
Los riesgos de la actividad del demonio, según Cascioli aumentan debido al momento histórico: «El individualismo, la superficialidad, la secularización, parecen dominar nuestra sociedad». Es en estos síntomas, el experto, considera que se encierra una lucha entre el bien el mal. «La lucha contra el maligno que se está convirtiendo en una emergencia».
La fuerza del mal, la oposición al bien de Dios, aumenta debido a «la debilidad de la fe, a la falta de normas, a la falta de valores, y al relativismo cultural» señaló. Esta cultura del mal se difunde a través de «libros, programas de televisión, películas» que esconden mensajes ‘sensacionalistas’ pensado para llegar a las nuevas generaciones para llevarlos a la «practica del ocultismo, el satanismo, y muchas veces a practicarlo» directamente.
Por último, el portavoz de la Asociación Internacional de Exorcistas anota que « el diablo no sólo nos separa de Dios, sino que también separa las personas, las familias; separa además de la realidad porque, lamentablemente, a veces existen situaciones de alienación mental, que siguen a las actividades secundarias del demonio» llamadas extraordinarias.