(Agencias/InfoCatólica) «Nadie puede usar el nombre de Dios para cometer violencia. Matar en el nombre de Dios es un gran sacrilegio», reiteraron los obispos parafraseando el discurso del papa Francisco en Albania el pasado 21 de septiembre.
La asamblea agradeció en su mensaje a todas las organizaciones internacionales y a los países por su solidaridad e invitó «a todas las personas de buena voluntad a ofrecer la necesaria asistencia y ayuda a las víctimas inocentes de la barbarie que se está perpetrando».
El mensaje que salió del Sínodo que se está celebrando en estos días en el Vaticano también incluyó un pensamiento por «todas las familias que sufren en todas las partes del mundo y son víctimas de continua violencia».
Los obispos garantizaron también la constante oración para que «el Señor convierta los corazones y dé paz y estabilidad a todos aquellos que sin duramente puestos a prueba».