La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios agradece a Teresa Romero su atención a los misioneros enfermos de ébola

Sería un testimonio que miembros de la Orden de San Juan de Dios se ofrecieran para tratar y cuidar a los afectados por el ébola en nuestro país, y no que lo tengan que hacer médicos y enfermeros con familia e hijos. Estoy seguro que San Juan de Dios lo hubiera hecho así.

los médicos y enfermeras son los que tienen la preparación necesaria para atender estas emergencias sanitarias.

Sí AntonioFM. Tu razonamiento es aplicable también a la ONG Médicos sin fronteras. Pero es preferible que continúen los profesionales que actualmente hacen frente al flagelo fuera de África.

Así si. Lo primero es agradecer a Teresa Romero que atendiese a los enfermos de ébola.

Y hay que agradecer a los hermanos de San Juan de Dios que den el testimonio heroico hasta la muerte que estan dando, que son un ejemplo para todos los cristianos del mundo y para los que no lo son. Luego nos quejamos nosotros de las pequeñeces de nuestro día a día. Dios les bendiga, y que salve a esa enfermera, y que la ayude a ser mas prudente, puesto que ha tenido una grave imprudencia, mas extraña siendo ella profesional de la medicina y por esa imprudencia puede haber contagiado a otras personas.

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JUAN NADIE: Ya es imposible entenderte, con tu comentario estás acusando de imprudentes literalmente a los religiosos contagiados y fallecidos.

En absoluto, los imprudentes han sido el Gobierno que no ha articulado un mecanismo eficaz para tratar una enferemdad infecciosa y la enfermera que ha contagiado a ocho personas. Por lo que conocemos por la prensa se ha producido un fallo en cadena de la Administración en general, del Hospital Carlos III y de la enferemera paseando por ahí con fiebre despues de haber atendido a ese religioso. Yo que no soy profesional de la medicina si hoy atiendo a un efermo de ebola y pasados unos días tengo fiebre y sintomas de gripe, no me paseo por la ciudad ni voy a la peluqueía ni a atención primaria, me voy al Carlos III y me peleo con quien haga falta para que me traten y no contagiar a nadie. Si lees un poco sobre la naturaleza y propagación del ebola es la primera actitud que tienes que tener, y es de suponer que esa enfermera lo conocía, porque si no lo conocía entonces es todavía peor.
Los hermanos de S. Juan de Dios no tienen culpa de nada y menos los dos religiosos que han dado testimonio con su vida.