(Agencias/InfoCatólica) "Después de dos semanas interminables mi madre puede descansar en paz", declaró ayer al diario Público su hijo José Ramón Páez, que pidió la intervención de la Junta de Andalucía en el proceso después de que el médico que atendía a su madre se negara a quitarle la sonda mediante la que se alimentaba.
La Asociación Derecho a Vivir (DAV) interpuso dos denuncias, la primera para pedir el restablecimiento de la sonda nasogástrica a la paciente y la segunda contra la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, y contra el hospital Blanca Paloma por un posible delito de omisión del deber de socorro y otro de inducción o asistencia al suicidio.
No obstante, el juzgado archivó estas dos denuncias porque, según fuentes de la Fiscalía onubense, la asociación “no es parte interesada en el procedimiento y no se aportan indicios de que haya habido delito”.