(Efe) “El gobierno cubano, ante estas situaciones, ha comunicado a la Iglesia que desde ningún centro de decisión nacional se ha dado la orden de agredir a estas personas”, señaló un comunicado del arzobispado de La Habana.
El comunicado no cita expresamente a las Damas de Blanco y se refiere a ellas como “las esposas de algunos ex prisioneros, de los que fueron excarcelados recientemente”.
La Iglesia, obviamente, condena la violencia
El portavoz del arzobispado, Orlando Márquez, agregó que “acerca de actos en que las personas pueden ser ofendidas de palabras o de obras no es necesario preguntar la opinión de la Iglesia”.
“Es bien sabido, y lo hemos reiterado en varias ocasiones, que la violencia de cualquier tipo, aplicada a personas indefensas, no tiene ninguna justificación”, señaló.
El arzobispado recalcó que “la Iglesia en el momento presente que vive nuestro país persigue el bien del pueblo cubano, la reconciliación entre todos y la paz, por medio de actitudes y gestos que favorezcan el desarrollo sereno que Cuba necesita en esta etapa de cambios en que vivimos y que el pueblo cubano espera y reclama”.
“Cualquier otro modo de abordar la realidad cubana que pueda afectar la convivencia pacífica y quebrantar el bien de la nación no puede encontrar ningún respaldo entre quienes tenemos una visión cristiana del mundo y el deber de pensar y actuar según los requerimientos de nuestra fe”, indicó.
Una delegación de las Damas de Blanco, liderada por Laura Pollán, se entrevistó con el canciller del arzobispado, Ramón Suárez Porcari, y el portavoz Márquez el miércoles pasado tras denunciar que en La Habana y otras poblaciones habían sido sometidas a “actos de hostigamiento, repudio y represión” aparentemente por personas partidarias del Gobierno durante sus tradicionales caminatas.
El arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega Alamino, protagonizó un inédito proceso de diálogo entre la Iglesia Católica en Cuba y la dictadura castrista que fue apoyado por España, y que fructificó en la excarcelación progresiva de 126 presos políticos, entre julio de 2010 y abril de 2011.
Las excarcelaciones incluyeron a los 52 opositores del “Grupo de los 75” condenados en la ola represiva de 2003 que motivó el surgimiento de las Damas de Blanco y sus caminatas pacíficas en la isla.