(Aci) “El reloj está corriendo", afirmó el Arzobispo de Rio, Mons. Orani Joao Tempestá poco después de la Misa final de la JMJ Madrid 2011 en Cuatro Vientos. "Queremos demostrar que Río no es sólo deporte y carnaval. Nuestra Jornada será una oportunidad para los jóvenes que se ven afectados por problemas como la pobreza, la violencia y las drogas", indicó.
La delegación brasilera recibió en Cuatro Vientos la Cruz peregrina de la JMJ que pronto iniciará su recorrido por Brasil. “El país es inmenso, y queremos que la peregrinación llegue a todas las 274 diócesis de Brasil, antes de llegar a Río de Janeiro, dos meses antes de la cita", indicó el Arzobispo.
La última JMJ celebrada en Iberoamérica tuvo lugar en 1987 en Buenos Aires y desde entonces muchas cosas han cambiado en la región.
"La organización de la JMJ es una alegría y una oportunidad para los católicos de nuestra Arquidiócesis, para el Brasil y los fieles de América Latina. No se trata sólo de recibir a los jóvenes de todo el mundo, sino de renovar nuestra confianza en el Espíritu Santo a ser discípulos y misioneros y confirmar nuestro compromiso con la vida social real y construir una civilización del amor”, indicó.
Por su parte, el Arzobispo de Aparecida y Presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, Cardenal Raymundo Damasceno Assis, aseguró en una conferencia de prensa celebrada en Madrid, que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha expresado su voluntad de ayudar con todos los medios posibles en la realización del evento.
Además, como presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), el Cardenal Damasceno ha pedido una intensa participación de toda Iberoamérica.