(Efe) “No hay duda de que entre las finalidades de un diario está la de registrar los problemas sociales, resaltando los aspectos negativos. Sin embargo, aún respetando el derecho a la información, se debería ofrecer a los lectores las muchas noticias positivas y alentadoras que no faltan en nuestro mundo, que muchas veces no encuentran un adecuado espacio periodístico”, afirmó el Pontífice.
El Obispo de Roma señaló que muchos de los problemas sociales que destacan los diarios están causados muchas veces por “un progresivo alejamiento de los valores humanos y cristianos”.
El papa Ratzinger destacó la labor del vespertino de la Santa Sede “al servicio del ministerio del Sucesor de Pedro (él), para dar una específica contribución a la difusión del Evangelio y testimoniar la verdad”.
El Pontífice les exhortó a mantener una “adecuada” formación técnica y profesional y a cultivar incesantemente un espíritu de servicio y de fe a las enseñanzas de Cristo y su Iglesia.
Fundado en 1861
El vespertino L'Osservatore Romano, nacido en 1861, tiene su sede dentro del Vaticano, a donde se trasladó el 4 de noviembre de 1929, pocos meses después de la firma de los Pactos Lateranenses (el 11 de febrero de 1929), que supusieron el nacimiento del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Tiene una edición diaria en italiano y varias semanales en diferentes idiomas, entre ellos el español. Su actual director es el seglar Giovanni María Vian, y en su redacción trabajan un centenar de personas provenientes de quince países, de Europa, América, África y Oceanía.