(Fides) El sacerdote explica, con gran preocupación, la situación de conflicto civil que afecta desde hace alrededor de dos semanas al estado de Kachin, el estado más septentrional de Birmania. Las estadísticas oficiales del gobierno dicen que la distribución por religiones es 57,8% budista y 36,4% cristianos. Está bajo la jurisdicción de la Diócesis católica de Myitkyina.
Se están enfrentando entre sí el ejército del gobierno y los guerrilleros del “Kachin Independent Army": se trata de un conflicto del que cada vez hay menos noticias, dado que el gobierno "ha tomado medidas para cortar las líneas telefónicas y eléctricas en la mayor parte del territorio, aislando la zona", señala el sacerdote.
Los enfrentamientos comenzaron debido a que el gobierno birmano ha llegado a un acuerdo con China para la construcción de un dique que alimentará una planta hidroeléctrica en el territorio de los Kachin, explica la fuente de Fides. La planta suministrará energía para el pueblo chino y el proyecto causará el desplazamiento y la inundación de las aldeas y los terrenos donde vive la población Kachin, que se ha rebelado.
Más de 10.000 desplazados por el conflicto
"El problema de los desplazados es el tener que abandonar sus cultivos, porque eso significa hambre, sufrimiento, ver esfumarse el trabajo y el sacrificio realizado durante todo un año. Las iglesias están abiertas para recibir a la gente, Caritas se ha movilizado y todas las diócesis están organizando las ayudas para la diócesis de Myitkyina, afectada por el conflicto. Las noticias son muy fragmentarias, pero sabemos que el sufrimiento de los civiles sigue aumentando y que los desplazados son más de 10 mil. Todo esto se hace más difícil por la temporada de lluvias".
Además, dado que los guerrilleros se esconden en el bosque, "los soldados del ejército birmano, cuando encuentran aldeas Kachin, no dudan en cometer violencia y atrocidades contra los civiles, por venganza", dice la fuente de Fides, comentando la noticia sobre las violaciones sistemáticas de las mujeres Kachin.
Ante esta dolorosa situación, “la Iglesia local de Myitkyina está haciendo todo lo posible para alojar a los refugiados, para animar y consolar a la población, exhortando a los fieles a ayudarse unos a otros. Además, los sacerdotes, religiosos y fieles oran incesantemente por la paz, confiando a Dios sus grandes sufrimientos.
En la actualidad, informa el sacerdote, hay por lo menos 800 personas desplazadas acampadas en Myitkyina: 220 personas desplazadas en la Iglesia Católica de San José, 330 en la iglesia bautista, y otros repartidos por los templos budistas de los pueblos de los alrededores.
Información y ayuda desde las radios de la Iglesia
Las ondas de Radio Veritas y Radio Free Asia están llegando a los refugiados y los civiles que se encuentran en zonas de conflicto, aisladas de las comunicaciones. Radio Veritas se dirige a los refugiados, animándoles e informándoles acerca de la lucha, a veces incluso invitándoles a marcharse de los territorios por su seguridad.
Según lo informado por la Iglesia local a Fides, Su Exc. Mons. Francis Daw Tang, Obispo de Myitkyina, muy preocupado por la situación de los fieles Kachin, habló en Radio Veritas lanzando un llamamiento a la población y diciendo: "Rezo por vosotros, mi pequeño rebaño, y no os abandono. La Iglesia está dispuesta a ayudaros, nuestras iglesias y los fieles os dan la bienvenida con los brazos abiertos, para secar vuestras lágrimas y consolaros por vuestro dolor. Estad unidos, llevar el peso los unos de los otros, el Señor esta con vosotros. Confiad en Él, todos nosotros, continuamos orando por la paz”.
Mientras tanto, en el resto de Myanmar no circulan noticias sobre el conflicto en el norte. El diario oficial del régimen no habla de ello o cuando lo hace, carga las culpas de la violencia al ejército rebelde Kachin. Mientras tanto, la presión internacional es cada vez mayor: el gobierno de EE.UU. ha hecho un llamamiento para poner fin a las hostilidades y se está realizando una investigación de la ONU sobre las violaciones de los derechos humanos que se están produciendo en el conflicto en acto.