(Agencias/InfoCatólica) El robo de esta pieza religiosa causó una gran conmoción entre los feligreses de la parroquia, que ha sido objeto de varios actos vandálicos en los últimos años, e hizo que el alcalde de Majadahonda se comprometiera a regalar un sagrario nuevo a la iglesia en nombre del Ayuntamiento, compromiso que se ha cumplido hoy.
El pasado 25 de diciembre esta misma parroquia fue objeto de otro ataque, cuando unos desconocidos prendieron fuego de madrugada a la puerta de la iglesia después de la tradicional misa del gallo, rociándola con algún producto inflamable. A raíz de aquel atentado, la puerta de madera del atrio quedó muy dañada, si bien el fuego no alcanzó el artesonado de madera del coro que, según dijo el párroco entonces, era el objetivo que pretendían los asaltantes.
Actos vandálicos y robo sacrílego
El 11 de febrero dos hombres accedieron a la Iglesia de Santa Catalina, en Majadahonda, y huyeron con el Sagrario del retablo, que custodiaba dos copones con formas consagradas. La parroquia, al ser una de las más frecuentadas de la localidad, se encontraba abierta durante todo el día. En el momento del robo, había un grupo de personas celebrando una de las reuniones del grupo de Vida Ascendente, así como algunos feligreses retirando el Belén navideño.
Juan Francisco Pérez, el párroco, manifestó que “fue en un momento de descuido; de hecho, algunas personas les vieron que estaban merodeando, pero nadie podía imaginarse lo que iba a suceder”. Al parecer, se trata de dos hombres jóvenes, “de entre 25 y 30 años”, los que habrían sustraído el Sagrario, que se encontraba atornillado al retablo, y que arrancaron ayudados por dos palancas.
Por su parte, el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, manifestó entonces su solidaridad con el párroco y con todos sus feligreses y su "más profunda indignación" ante este "atentado" que demuestra la "falta de tolerancia de determinadas personas". “Trabajaremos hasta descubrir quién está detrás de estos hechos tan graves que representan una falta de respeto hacia todos los católicos", añadió.
Además de la parroquia de Santa Catalina, ubicada en la calle Mieses, la iglesia de Santa Genoveva, también en Majadahonda, sufrió hace dos años un ataque cuando unos desconocidos colocaron cócteles molotov en los conductos de ventilación del templo