(La República) La Iglesia ha lamentado el desarrollo de la campaña electoral. ¿Qué les preocupa?
Nosotros lamentamos la forma en que se está llevando esta campaña, porque hay un Perú enormemente polarizado, hay mucho insulto, hay mucho agravio de uno y otro lado. Nosotros, como Iglesia, buscamos el bien de la persona, el bien común y queremos el progreso del Perú.
Se ha acrecentado una brecha entre los peruanos…
Sí, por eso lamentamos ese hecho e invitamos a un voto libre, responsable, reflexionado. Como Iglesia, como Conferencia Episcopal, invitamos a que haya imparcialidad, porque es lo saludable.
En su comunicado, la Conferencia Episcopal se pronuncia en defensa de la vida, pero uno de sus pastores, monseñor Cipriani, apoya un proyecto que reivindica a un gobierno en el que se realizaron esterilizaciones forzadas.
Quisiera que se diferencie lo que es la Conferencia Episcopal con lo que es una persona, con el respeto que se merece esa persona. En ese tema, debo reafirmar lo que la Iglesia dijo en su momento. Hay documentos de la Iglesia, del Episcopado, que en este momento son válidos. Si la Iglesia se calla, haría mal, porque no estaría respondiendo a su misión de defender la vida, la maternidad, y la paternidad, que son derechos naturales.
¿Qué dicen estos pronunciamientos del Episcopado?
En 1997, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal, integrado por 12 obispos, emitió un documento en el que (leo un párrafo) “rechazamos enérgicamente el criminal abuso de la ignorancia y el uso de presiones dirigidas contra los sectores más pobres de la población, a quienes –pareciera– se quiere exterminar con campañas compulsivas de control natal”.
Denunciaban ustedes las esterilizaciones forzadas…
Así es. En uno de los párrafos se dijo que “la esterilización intensiva de mujeres pobres campesinas no solo lesiona su libertad y su dignidad, sino que al suprimir los nacimientos en las zonas rurales, la población de las mismas –ya mermada por las migraciones– disminuye radicalmente, lo que llevará pronto al vaciamiento del campo”. El 98, la Asamblea de los Obispos hace un nuevo comunicado.
¿Investigaron las denuncias? ¿Tenían pruebas contundentes?
El comunicado de los Obispos es contundente. Voy a leer sólo algunas frases: “Tenemos pruebas consistentes e irrefutables que demuestran que los métodos de control natal son impuestos en muchos casos mediante presiones, engaños o el ofrecimiento de beneficios materiales, y que las operaciones de esterilización se producen muchas veces en condiciones higiénicas peligrosas e indignas (…) Los dramáticos y clamorosos casos de víctimas de esa política, lamentablemente, han sido presentados por las autoridades como situaciones excepcionales de un programa que en sí sería bueno. Advertimos a nuestro pueblo que no es así”.
¿Sí era una política de Estado del fujimorismo, entonces?
Lo dice el documento. Se trataba de “violaciones a la libertad y al derecho a la vida son consecuencia previsible de la política antinatalista que pone las cifras y las metas por encima de los hombres y mujeres de nuestro pueblo”. La Iglesia recogió denuncias
Y tenían pruebas de eso…
Por supuesto. Cuando la Conferencia se pronuncia, lo hace basándose en realidades y no en fantasías, y ese es el valor de este documento. Si yo como presidente de la Conferencia me quedo mudo sobre este hecho, no estaría bien, porque no podemos quedarnos callados respecto de nada que atente contra la vida, como es este caso.
Se quiso acabar con la pobreza acabando con los pobres…
Se quiso acabar con la pobreza acabando con la posibilidad de que otros seres humanos nazcan en esa pobreza. Hay una frase. En el documento se dice que “los pobres no son una enfermedad a combatir”, lo dijo la Iglesia en su momento y lo dice ahora. La Iglesia hubiera hecho mal si callaba esto. No lo hizo y no lo hace ahora.
¿Las esterilizaciones del fujimorismo fueron un crimen?
El aborto es un crimen, la eutanasia es un crimen, las esterilizaciones forzadas fueron un crimen.
Si ningún representante de la Iglesia debe pronunciarse a favor de un candidato, ¿qué pasa con monseñor Cipriani?
Bueno… debió haber mantenido (la imparcialidad), pero es un ciudadano y tiene una opción. Evidentemente, es bastante preocupante. Nosotros debemos cuidar a nuestros fieles y mantener una imparcialidad…
Hace dos domingos los fieles tuvieron que escuchar un pronunciamiento de respaldo a las posiciones políticas de Cipriani en misa…
Tengo entendido que el Arzobispado ha señalado que no hubo una orden para que se difunda ese documento, pero fue leído en algunas parroquias. Pero el comunicado nuestro insiste en que la primera responsabilidad de la Iglesia es anunciar el evangelio, y también proclamar la defensa de la vida.
Sin embargo, el máximo representante de la Iglesia se ha pronunciado a favor de una opción sobre la cual pesan denuncias de crímenes de lesa humanidad…
El señor arzobispo de Lima es el arzobispo de Lima, como el señor arzobispo de Piura es arzobispo de Piura, pero el representante de la Iglesia en cada país, sea Ecuador, Perú, o Chile, es el presidente de la Conferencia Episcopal.
Por tanto, las declaraciones de Cipriani son a título personal.
Son una posición personal, que merece respeto, pero no son la posición de la Iglesia en el país.