(Efe/InfoCatólica) En el inicio de la ceremonia, el cardenal dijo que la Hermana Dulce, nacida como María Rita Lopes Pontes en Salvador, se destacó por “trabajar por el rescate de la dignidad humana de los ancianos, enfermos, pobres, niños y personas en situación de carestía de toda la geografía del estado (Bahía)”.
Concluida la petición de beatificación por parte del arzobispo de Salvador, Murilo Kriege, y el relato de la trayectoria vital de la religiosa, se leyó el decreto apostólico de Benedicto XVI en latín y portugués, que inscribe oficialmente a la Hermana Dulce en la lista de los santos y beatos de la Iglesia Católica.
“Concedemos que la venerable sierva de Dios María Rita de Sousa Brito Lopes la cual, profundamente confiada en la Divina Providencia, se dedicó a cuidar de los enfermos, sea llamada desde hoy en adelante con el nombre de Bienaventurada Dulce de los Pobres”, reza el decreto papal. Asimismo fue anunciado el día del calendario en el que se celebrará la fiesta litúrgica de la religiosa, fijado para el 13 de agosto.
Los asistentes desafiaron a la lluvia que caía por momentos en el Parque de Exposiciones de la ciudad, donde tuvo lugar la misa, según mostró en imágenes la televisión brasileña. Los gobernadores de Bahía, Jaques Wagner, y del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, además del ex candidato a la Presidencia brasileña José Serra, también estuvieron presentes.
Puede convertirse en la primera santa nacida en Brasil
La religiosa, nacida el 26 de mayo de 1914, pertenecía a la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios y desarrolló una obra filantrópica en Bahía donde fundó varios hospitales y una red de apoyo social.
El “Ángel Bueno de Bahía” como se la conoce en Brasil, falleció el 13 de marzo de 1992, a los 77 años de edad y podría convertirse en la primera santa nacida en Brasil, el país con el mayor número de católicos del mundo.
Ayer por la mañana, el papa Benedicto XVI recordó a la ya convertida en beata durante el rezo del Regina Coeli en Vaticano: “Deseo también unirme a la alegría de los pastores y fieles congregados en San Salvador de Bahía para la beatificación de la hermana Dulce Lopes Pontes, que dejó tras de sí una prodigiosa huella de caridad al servicio de estos últimos, haciendo que todo Brasil viera en ella 'la madre de los desamparados'“.