(EP/InfoCatólica) La marcha ha comenzado minutos antes de las 21 horas en la calle Salitre y ha recorrido varias calles del este distrito durante hora y media. Estaba encabezada por el presidente de la asociación de Ateos y Librepensadores de Madrid (Amal), Luis Vegas, varios de sus miembros y vecinos de la zona.
Sujetaban una pancarta en la que primeramente se podía leer por la libertad de expresión y por un Estado laico. Pero un grupo de anarquistas que se encontraban en el interior de la marcha se enojaron y pidieron a los convocantes que quitaran de la pancarta cualquier mención al Estado, por lo que fue retirada la proclama sobre el Estado laico.
Al principio de la manifestación hubo un pequeño incidente protagonizado por dos personas que defendían el derecho a la vida, que fueron increpadas por una participante de las protestas, que reivindicaba el derecho al aborto. Las discusiones no llegaron a mayores. De todas formas, varias furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) flanqueaban a los manifestantes para evitar incidentes.
Sin embargo, el resto de la marcha se caracterizo por un tono lúdico. De hecho, en el centro de la misma, cuatro personas portaban, a modo de paso procesional, una tetera de plástico, que han utilizado como símbolo del movimiento ateo. Se refieren así a la tetera de Russell,una analogía creada por el filósofo Bertrand Russell para refutar la idea de que le corresponde al escéptico desacreditar las afirmaciones de la existencia de Dios.
Esta teoría ha ido derivando en otras muchas versiones, dependiendo del participante. Así, en varios momentos lanzaron gritos a favor de la 'tetera cósmica' que supuestamente regía el mundo; otras la asemejaban al diablo y otros la frotaban con la intención de que saliera un genio. Además, en diferentes momentos la tetera de plástico rojo era depositada en el suelo y piropeada por los presentes.
Durante la manifestación se oyeron lemas en contra de los sacerdotes y de la religión católica, así como contra las sectas y contra las leyes divinas. También hubo gritos contra la Delegación del Gobierno y por la libertad de expresión. La marcha la componían diversos grupos sociales y algunos de ellos iban vestidos de 'chulapos', en coincidencia con las fiestas de San Isidro. Los vendedores ambulantes de cerveza también aprovecharon la ocasión para proveer a los manifestantes de refrigerio.