(Agencias/InfoCatólica) En la misiva, el papa ruega a Dios que les acompañe “en sus esfuerzos para que la abnegación de su compromiso sea un signo de la constante presencia del Resucitado en el mundo”.
El cardenal Rouco, que ofició una Misa, indicó que advierte “falta de luz en el corazón de muchos jóvenes” e intentos “desde fuera” de apagarla cuando está encendida.
“No hay peor enemigo del hombre que la mentira, que la negación de la Verdad, sobre todo si se hace intencionadamente”, dijo.
Tomando como hilo conductor de su homilía el Evangelio de San Lucas proclamado al inicio de la celebración eucarística, sobre el encuentro de Jesús con los discípulos que iban camino de Emaus, el cardenal Rouco Varela exclamó “¡Cómo no vamos a proclamar la Verdad cuando la tenemos a nuestro lado, nos explica las Escrituras y parte para nosotros su Pan que es su Cuerpo!”
Madrid, un nuevo Pentecostés
En este sentido y recordando que ya en la JMJ que presidió el ya beato Juan Pablo II en Santiago de Compostela se dijo que el “monte del Gozo había sido un nuevo Pentecostés”, el cardenal y arzobispo de Madrid anunció que Madrid también será otra gran manifestación del Espíritu Santo y justo en unos momentos en que tantos tratan de apagar la fe y niegan la Verdad. “La JMJ apuesta por ganar el corazón de los jóvenes para Cristo”.
El cardenal animó igualmente a los voluntarios de la JMJ y a las familias de acogida a continuar adelante, sin desánimo, confiando en Dios, y al resto les ha pedido que sigan el ejemplo de estos primeros.
En este sentido, el arzobispo de Madrid pide en una carta abierta, distribuida en el acceso al recinto, que no haya más demoras en las inscripciones de la JMJ, y pide a sacerdotes, familias y educadores que ayuden a los jóvenes a hacerlo pronto.
Según datos de la organización, hasta el momento se han registrado unos 350.000 jóvenes de 170 países para participar en la JMJ, entre el 16 y el 21 de agosto próximo, y 7.000 familias se han mostrado ya dispuestas a recibir peregrinos, aunque son necesarias 50.000.
“La tarea, que hemos asumido -subrayó el purpurado- al servicio de la Iglesia y de su pastoral juvenil, es de unas proporciones materiales y espirituales nada comunes, ¡inconmensurables!”.
La misa, a la que asistieron 8.000 personas según los organizadores, se celebró en un altar presidido por la imagen de la Virgen de la Almudena. Junto con el Cardenal Rouco concelebraron, entre otros, de los obispos de Alcalá, Mons. Juan Antonio Reig Pla, y de Getafe, Mons. Joaquín María López de Andújar.