(Aci / Ewtn / InfoCatólica) En un artículo publicado el 1 de mayo en el diario El Comercio, el Cardenal relató que en 1994 cuando era Arzobispo de Ayacucho, centro de acción del grupo terrorista Sendero Luminoso, fue entrevistado por un periodista de la revista peruana Caretas que sumó a las declaraciones públicas del Purpurado una crítica privada en "lenguaje fuerte" sobre la ausencia en la zona del colectivo civil denominado Coordinadora de Derechos Humanos.
"En mi calidad de Arzobispo, la revista Caretas me hizo un reportaje publicado el 14 de abril de 1994, en el que declaré, en lenguaje coloquial, que los derechos humanos son, en un sentido amplio, ‘el derecho a vivir en libertad, con educación, con trabajo y a actuar libremente’". "Hablando de la situación de Ayacucho, comenté al periodista que la Iglesia tenía en esa ciudad ‘varios programas de ayuda social y espiritual con los sectores más pobres’ y los enumeraba", prosigue.
"Terminada la entrevista, acompañé al corresponsal a la puerta de mi casa y, off the record, le dije: ‘Y durante ese tiempo no he visto a los de la Coordinadora de Derechos Humanos’. Refiriéndome a esa coordinadora –no a los derechos humanos, por supuesto– añadí, con el lenguaje de batalla fuerte de los deportistas: ‘¡esa …!’ El periodista grabó, sin decírmelo, de manera desleal, ese comentario suelto, confidencial y lo puso al final de su nota".
"Pese a las múltiples aclaraciones hechas desde entonces, quienes no quieren aceptar la verdad continúan con la calumnia de que yo me expresé despectivamente de los derechos humanos, lo que no es cierto. Lamento que, en unas declaraciones al diario La Vanguardia de Barcelona, España, nuestro ilustre literato Mario Vargas Llosa, malévolamente informado, haya repetido esa infame falsedad", agregó.
"No soy humalista ni fujimorista"
Tras explicar que "los derechos humanos son parte fundamental del mensaje cristiano" y que "los derechos humanos son cualidades rectas y justas que tiene el hombre por su propia condición de persona", el Cardenal se refiere a las recientes reuniones que ha tenido con los candidatos presidenciales Ollanta Humala y Keiko Fujimori.
Con ambos, indicó, "tratamos cordialmente temas de moral, no de política. Como peruano, no pertenezco ni he pertenecido nunca a un partido político. No soy humalista ni fujimorista, ni he sido nunca ‘cómplice declarado de la dictadura’, como ha afirmado nuestro premio Nobel", Mario Vargas Llosa.
El Cardenal explica luego que "conocí al presidente Alberto Fujimori y compartí con él la preocupación de todos por la pacificación del país; y, por encargo de la Santa Sede, fui representante de la Iglesia en el caso de los rehenes de la residencia del embajador japonés (entre diciembre de 1996 y abril de 1997), lo que me llevó a entrevistarme varias veces con él".
Discrepó con Fujimori y con Alan García
"La democracia política tiene sus normas, el Estado de derecho su marco y la responsabilidad ciudadana su libertad. A ella me atengo, como pastor de almas", añade. Seguidamente se refiere a la crítica de Vargas Llosa sobre su supuesto silencio ante las 300 000 esterilizaciones de mujeres que se hicieron en el segundo gobierno de Fujimori.
"Nada más falso. No solamente discrepé con el presidente todas las veces que tuve la oportunidad de hacerlo. No solamente le dije que estaba haciendo mal y que no siguiera haciéndolo, sino que, ante una pregunta de un periodista en una entrevista televisada, afirmé públicamente que Fujimori estaba equivocado en esa política y que ya se lo había dicho".
El Cardenal precisa además que también le ha dicho al Presidente Alan García que "la política de salud del actual ministro (Oscar Ugarte) de ese portafolio está reñida con la moral natural en lo concerniente al aborto". "A diferencia de otras autoridades, es necesario que el Arzobispo de Lima mantenga una relación cordial y firme con el presidente. El que comenzará a gobernar en las próximas Fiestas Patrias será mi quinto vecino", agrega.
Recomendaciones para un voto responsable
Después de explicar que pertenece a la Prelatura del Opus Dei, asegura que "como arzobispo y cardenal obedezco únicamente al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI. En el gobierno de la Arquidiócesis de Lima no me une ligazón alguna con los directivos del Opus Dei".
Finalmente señala que ante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, es necesario que los católicos recuerden que deben "votar responsablemente por el candidato que les ofrezca más garantías y credibilidad de trabajar desinteresadamente por el bien común del país".
"Insisto en el respeto a los derechos humanos, como enseña la Iglesia, que entiende que el ser humano es la única creatura que tiene un fin por sí mismo, y rechazo todo lenguaje mendaz, que ofende la dignidad y la inteligencia de los electores", destaca.
Finalmente transmitió la Bendición Apostólica que envió Benedicto XVI al Perú y expresó su alegría por la beatificación del Papa Juan Pablo II celebrada ayer en el Vaticano.