(InfoRIES) Nader Nseir es ciudadano sirio y vivía en Líbano junto con su esposa. Durante una visita que hizo a Siria en 2009, Nader Nseir fue citado por los servicios de Seguridad Política en Latakia, en el oeste del país. Amnistía Internacional ha recibido informes según los cuales lo presionaron para que se hiciera informante de ellos en relación con los testigos de Jehová, pero él se negó. Le confiscaron el carné de identidad, por lo que, temiendo que no le permitieran cruzar la frontera sin documentación, regresó a Líbano clandestinamente.
Allí fue detenido por entrada ilegal en el país y, el 7 de mayo de 2010, fue expulsado a Siria, donde lo detuvieron a su llegada. Desde entonces, su familia ha intentado descubrir su paradero, incluso preguntando, parece, en centros de detención de diversas fuerzas de seguridad, pero las autoridades no han revelado dónde está ni han ofrecido ninguna otra información sobre él.
Los Testigos de Jehová están prohibidos en Siria desde 1964, pero en general se les permite reunirse y celebrar oficios religiosos en privado. La tortura y otros malos tratos son práctica generalizada en los centros de detención e interrogatorio sirios, y los detenidos están especialmente expuestos a sufrirlos durante su reclusión en régimen de incomunicación. En 2009 se produjeron al menos siete muertes a causa posiblemente de tortura y otros malos tratos bajo custodia.
Por eso, Amnistía Internacional llama a la población a escribir en árabe, en inglés, en francés o en el propio idioma al presidente sirio Bashar al-Assad expresando alarma por la posibilidad de que Nader Nseir sea víctima de desaparición forzada, pues lleva más de dos meses detenido en régimen de incomunicación, aparentemente en un lugar desconocido, y según informes, las autoridades se han negado a revelar su paradero, por lo que está expuesto a sufrir tortura y otros malos tratos.
También instando a las autoridades a que revelen de inmediato su paradero y el motivo de su detención y garanticen que tiene acceso a su familia, a un abogado y a los servicios médicos que pueda necesitar; e instándoles a que lo dejen en libertad de inmediato si no está acusado de ningún delito común reconocible.
Matanzas indiscriminadas
Las morgues improvisadas habilitadas en Deraa, el epicentro de las movilizaciones contra el régimen de Bashar al Assad, han recibido al menos 83 cadáveres, incluidos mujeres y niños, de personas que han muerto por disparos del Ejército en esta localidad del sur del país, según ha informado un activista de Derechos Humanos.
“Hemos contabilizado 83 cuerpos hasta ahora, muchos almacenados en camiones refrigeradores. La mayoría de las balas entraron por la cabeza o el pecho, lo que indica que los que hicieron los disparos fueron en su mayoría francotiradores”, ha explicado a Reuters desde Deraa Tamer al Jahamani, un destacado abogado.
Esta cifra de muertos no incluye a las quince personas que han muerto este viernes por disparos en la entrada de Deraa cuando una multitud intentó acceder a la localidad para expresar su respaldo a los residentes.
Jahamani ha indicado que varios familiares han informado de la desaparición de decenas de personas desde que el Ejército se desplegó el pasado lunes con tanques en Deraa para poner fin a las manifestaciones pro democracia que comenzaron hace seis semanas.