(Efe/InfoCatólica) Un acto de vandalismo podría estar detrás de la decapitación de dos estatuas de la fachada gótica de la iglesia de San Esteban, que acoge el Museo del retablo, aunque tampoco se descarta que pueda tratarse de un robo porque, aunque los autores accedieron a los cuatro metros de altura de las estatuas mediante vallas de una obra próxima, “las arrancaron sin dejar prácticamente restos”.
El párroco de San Esteban, Rodrigo Aguilera, ha señalado que el destrozo pudo producirse la noche del jueves al viernes o antes de las 11:45 horas del mismo viernes, porque hasta entonces no descubrió lo ocurrido.
“Iba a la iglesia para participar en el Vía Crucis cuando vi a unas mujeres que miraban la fachada, elevé la vista y me llevé un disgusto que será difícil de olvidar”, ha explicado a Efe el párroco.
Rodrigo Aguilera ha recordado que las estatuas forman parte de un conjunto de seis tallas que se encuentran en la fachada, tres de las cuales ya habían sido decapitadas y están muy dañadas desde la invasión francesa.
De las otras tres, la que ha quedado, la de San Pablo, es la que se encontraba en peor estado, mientras la de San Lorenzo se había restaurado hace 12 años y la de San Pedro hace 6, cuando se acometió al limpieza y consolidación de la fachada.
El párroco ha apuntado que “podría ser aconsejable sustituir las partes dañadas por réplicas”, aunque ha reconocido que “quizá este no sea el mejor momento, por la mala situación económica” y ha recordado que “también habrá que tener en cuenta la opinión de los expertos y las autoridades de patrimonio”.
Templo gótico
La parroquia de San Esteban es una construcción gótica levantada en lo esencial entre finales del siglo XIII y principios del XIV, que en la actualidad alberga el Museo del Retablo.
La portada del siglo XIII es muy similar a la construida en el claustro de la Catedral, ya que dispone de un dintel en forma de arco escarzano sobre el que se desarrolla un tímpano partido en dos registros.