(UPSA) Después de un saludo de bienvenida del decano Ángel Galindo en el que situó la obra dio la palabra a Santiago Guijarro, profesor de Nuevo Testamento, que abordó las cuestiones de hermenéutica en especial las que afectan a la utilización de la exégesis en el ámbito de la teología. Definió el género literario del libro como una teología de los misterios de Jesús (no una investigación histórica o una cristología). Después apuntó como los estudios histórico críticos constituyen el trasfondo exegético constituyendo el apoyo fundamental de su reflexión (se da en el libro una constante referencia a la evolución, procesos de formación y recepción, etc.). No quedándose sin embargo ahí, sino que sobre esta base realiza una verdadera lectura teológica, buscando introducir en el misterio de la fe.
Por último, señaló como los estudios de tipo narrativo que han adquirido importancia últimamente por acercar a la forma en que la Iglesia recibió la memoria de Jesús están ausentes. Esto muestra hasta qué punto su obra está determinada por los resultados de la exégesis histórico crítica y, por tanto, atenúan lo que podría parecer en sus afirmaciones primeras una desconfianza o sospecha hacia ella.
Posteriormente tomó la palabra Francisco García, profesor de Cristología, que abordó el tratamiento del misterio de la muerte de Cristo tal como es presentado por el Papa. Centró su exposición en la articulación de todas las afirmaciones sobre el tema alrededor del concepto de expiación que apuntó como la línea transversal en la que se queda expresada la hondura y relevancia de este acontecimiento de la vida de Cristo. La acción de Cristo sobre el mal y el pecado en el espacio de su dominio haciéndolo ineficaz como definidor de lo humano es lo que Cristo realiza en su muerte llevando al hombre a la verdad de su vida. Además señaló como la muerte de Cristo en este planteamiento afecta a todo su ministerio intentando mostrar la relación entre el mensaje del Reino y la conciencia de su muerte expiatoria. Por fin apuntó la relación entre las causas históricas de la muerte y la configuración de la historia bajo el pecado que Benedicto XVI analiza y que es una de las condiciones de universalidad del su acción salvífica.
Por último, Santiago del Cura, profesor del Misterio de Dios, afrontó el tema de la resurrección de Jesús subrayando dos preocupaciones fundamentales que aparecen en el libro. La insistencia en que se trata de un hecho realmente acontecido que responde a la relevancia que para la fe cristiana tiene el factum est de la encarnación, frente a interpretaciones mitológicas, gnósticas o simbólicas que harían de Jesús una personalidad religiosa fallida, sin relevancia para el presente ni para el futuro. Y la novedad de la resurrección que remite a la novedad creadora y recreadora de Dios, a una mutación decisiva, que transciende la experiencia hasta entonces conocida, y que nos abre a la idea de una corporeidad marcada por la dialéctica de continuidad y discontinuidad, de un acontecimiento dentro de la historia (donde deja su huella) que al mismo tiempo transciende el ámbito de la historia (nuevo género de realidad y de vida). Finalmente apuntó algunas notas sobre la peculiaridad de este libro, una obra marcada por su estilo propio: la del teólogo que no quiere ocultarse tras el ministerio que ejerce, la del Papa que en razón de sus experiencias y responsabilidades pastorales quiere dar a la exégesis crítica amplitud teológica y profundidad espiritual, de ahí la importancia de mantener la doble denominación J. Ratzinger – Benedicto XVI en la autoría del libro.
Después de las tres intervenciones hubo un tiempo de diálogo con el público asistente concluyéndose así el acto académico, no sin antes recomendar vivamente la lectura del libro como un buen ejercicio de meditación para estos días de pasión y resurrección que se avecinan.