(EP/INnfoCatólica) El vicealcalde de la capital, Manuel Cobo, ha indicado en un comunicado que la convocatoria entra dentro del derecho de reunión o manifestación consagrado en el artículo 21 de la Constitución y desarrollado por la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, del Derecho de reunión, “que no es competencia del Ayuntamiento de Madrid”.
“El Ayuntamiento de Madrid, de acuerdo con el artículo 9.2 de la citada Ley, solamente puede emitir informe referido a causas objetivas y deberá ser motivado; el informe es desfavorable a que se pueda realizar dicha manifestación”, ha apostillado el edil.
Posibles problemas de orden público
Y es que, a juicio del Ejecutivo local, “en caso de autorizarse esta manifestación en la fecha e itinerario solicitados se podrían ocasionar problemas de orden público por la concentración multitudinaria de miles de personas que acuden el Jueves Santo a las procesiones, la coincidencia con otros actos y las características del lugar solicitado”.
Por ello, recomiendan a la Delegación del Gobierno que no dé luz verde a esta marcha, recordándole a renglón seguido que la convocatoria de dicha 'procesión atea' “se excluye” del ámbito de la Ley Orgánica 5/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa, en virtud de la cual sí debería ser el Consistorio quien autorizase o no la marcha.
No permitirán ninguna burla a la fe
Con respecto al argumento de los organizadores de que no se trata de una manifestación, sino de una 'fiesta lúdica', Cobo ha afirmado “con rotundidad que el Ayuntamiento de Madrid no va a autorizar en ningún caso ninguna burla dirigida a la fe y las convicciones de los ciudadanos, ya sean católicos o de cualquier otra confesión”.
“Madrid es una ciudad abierta, tolerante e integradora, y no ha conseguido consolidar su convivencia mediante el escarnio de aquello en lo que sus ciudadanos creen sino, antes al contrario, desde el esfuerzo de todos por acercarse a aquél que piensa o siente de modo distinto”, ha continuado Cobo.
Convocatoria contraria al espíritu tolerante de Madrid
Por esto, para el equipo de Gobierno “esta convocatoria queda fuera del espíritu de tolerancia que caracteriza Madrid”. “Y si la Delegación de Gobierno rehuyera su responsabilidad al no considerar su naturaleza como ejercicio de manifestación nosotros tendríamos que considerarla desde la valoración de su nula contribución al clima de respeto y concordia que los ciudadanos de Madrid merecen y que, en general, se esfuerzan en cultivar, lo cual nos llevaría a denegar el uso del espacio público con estos fines espurios”, ha zanjado el vicealcalde.