En España se rompe un matrimonio cada cuatro minutos

Me parece poco sensato permitirles libertad de elección ¿luego que sigue? Si somos católicos es por algo, tenemos que respetar el mandato del señor y no permitir nuestros sentimientos de libertad que afloren. No somos nada para cuestionar la palabra del salvador.

Perdone que discrepe con usted, Juan Carlos. El hombre y la mujer son libres para contraer matrimonio y también libres para disolverlo si así lo quiere. No es cuestión de la voluntad de Dios, es cuestión de que las personas así quieran. No se puede negar los sentimientos.

Lógico, pues aquí la Ley del divorcio actual, la Ley 15/2.005 (a la que no se opuso el PP, ojo) más bien debería llamarse Ley de Repudio. Tres meses de matrimonio, y si me da la gana, divorcio sin causa.

Se protege menos el matrimonio que a las partes de un contrato de arrendamiento.

Lo sorprendente es que no se suela incluir esta espantosa Ley del Divorcio-Repudio como una pieza más de la ingeniería social masónica de este gobierno para disolver y destruir la sociedad.

Aparte de que muchos de los actuales gobiernos no favorecen para nada la familia, sino todo lo contrario, habría que cruzar estos datos con los de las uniones libres, a la hora de interpretar causas. Los resultados, con seguridad, indicarán que el matrimonio como compromiso de vida va en caída libre en casi todo el mundo.

Y la razón que más me convence es la de que el hedonismo y la satisfacción inmediata de los instintos, rampante y favorecido por los medios, está incapacitando al ser humano para el amor comprometido y para cualquier responsabilidad duradera.

Fernando: el amor no es sólo un sentimiento, es también voluntad de seguir queriendo, es querer querer. Es compromiso, fidelidad, estar con el otro, es tantas cosas más que un sentimiento! Los sentimientos no dependen de nosotros mismos, son la respuesta a un impulso exterior. Los sentimientos cambian, el verdadero amor permanece.

"El hombre y la mujer son libres para contraer matrimonio y también libres para disolverlo si así lo quiere. No es cuestión de la voluntad de Dios, es cuestión de que las personas así quieran".
Pues bien, Fernandito, la voluntad de Dios es que "LO QUE DIOS HA UNIDO, QUE NO LO SEPARE EL HOMBRE".
A no ser que la voluntad de tu Creador te importe un bledo...

No me llamo Fernandito, Ogonza (si es que ese es tu nombre), me llamo Fernando. Primero está la voluntad de los contrayentes, que se casan de mutuo acuerdo, y también pueden disolver el matrimonio de mutuo acuerdo. Todos sabemos que la inmensa mayoría de españoles que se casan por la Iglesia lo hacen por la pompa y no por otra cosa más.

Fernando, yo no sé si razón por la que se casan por la Iglesia la mayoría de españoles que así lo hacen es la pompa o es otra distinta. Lo que sí sé seguro es que usted tampoco puede saberlo. Y también veo que usted ignora por completo el valor de la palabra dada.

Cuando dos personas se prometen ante Dios amarse y ser fieles el uno al otro hasta la muerte, deben cumplirlo. Y, si se casan sin querer cumplir eso, entonces ese matrimonio es nulo, que es lo mismo que decir que no existe y que realmente no se casaron. Además, ¿Pueden acaso disolverse los hijos, por ejemplo? ¿Y los actos de entrega carnal entre sí? ¿Eso puede disolverse?

Qué pena que haya gente que no sepa lo que es el matrimonio.

También es seguro que los sociatas buscaban con la nueva ley de divorcio los resultados que estamos viendo ahora y que el PP demostró, con su abstención, que le traían al fresco. Qué gran desgracia para España estar en manos de impíos, en el Gobierno y la oposición. Impíos apoyados por la gran mayoría de los católicos españoles, incluyendo a eclesiásticos.

Finalmente, yo sé de católicos que en su juventud recibieron buena formación y que luego se han divorciado. Pudiendo optar por la separación, lo que demuestran al divorciarse es que quieren tener la posibilidad de irse con otra persona, esto es: De cometer adulterio. La ley del divorcio es una ley del repudio, sí, pero, sobre todo, es una ley del adulterio. Porque la posibilidad de separación legal ya existía. Tremendo, en