(Aci/InfoCatólica) “Hoy -afirmó el prelado- se ha escrito una página de la historia. Se ha abierto una esperanza no solo para los cristianos, sino para todos los ciudadanos europeos, creyentes y laicos, que estaban profundamente golpeados por la sentencia del 3 de noviembre de 2009 (en contra del crucifijo) y que estaban preocupados ante procedimientos que tienden a desmoronar una gran cultura como la cristiana y a minar en definitiva la propia identidad”.
En opinión del también Arzobispo de Esztergom-Budapest (Hungría), “considerar la presencia del crucifijo en el espacio público como contraria a los derechos del hombre sería negar la idea misma de Europa. Sin el crucifijo la Europa que hoy conocemos no existiría. Por este motivo la sentencia es primero que nada una victoria para Europa”.
Finalmente el Cardenal dijo estar convencido de que esta sentencia “contribuirá a confiar en el Tribunal y en las instituciones europeas por parte de muchos ciudadanos europeos. Con ella los jueces han reconocido que la cultura de los derechos del hombre no debe excluir a la fuerza a la civilización cristiana”.