(Fides/InfoCatólica) “De las conversaciones que he tenido con varios egipcios he podido comprobar que Suleiman, a pesar de estar a la cabeza de los servicios secretos, goza de la estima de los ciudadanos porque dicen que no es corrupto, y confían en que puede trabajar para la transición por el bien del país”, afirma el p. Luciano
Sobre la expansión del movimiento de protesta en otras áreas, además de las grandes ciudades como el Cairo y Alejandría, p. Luciano dice: “las protestas se han concentrado en las grandes ciudades, pero de los testimonios que he podido recoger, los pueblos y los barrios de las periferias metropolitanas están tranquilos. En el Gran Cairo, que ha absorbido los suburbios y que comprende 20 millones de personas, los que quieren manifestarse contra el gobierno se dirigen al centro de la ciudad, gracias al metro que es bastante eficiente”.
El religioso explica que “en el barrio donde yo trabajo en la asistencia a los niños, la situación es tranquila: la gente sale de casa, los mercados están abiertos, aunque hay un poco de miedo por el deterioro de las condiciones de seguridad y los incidentes de delincuencia que se han producido. La población piensa que detrás de estos crímenes, está la policía, los detenidos que han sido liberados de la cárcel, aprovechando el caos, o los ladrones o delincuentes comunes, que se han aprovechado de la situación. En los barrios de la periferia y los más populares, grupos de jóvenes se organizan para controlar los movimientos de las personas sospechosas”.
“También se dice que algunos incendios han sido causado por los Hermanos Musulmanes - continúa el p. Luciano - pero no hay evidencias en este sentido. Solamente señalo que en Giza fueron quemados el cine y el cabaret, lugares que son definidos como 'pecaminosos' por los Hermanos Musulmanes. Sobre este tema he oído decir a varios musulmanes que no quieren que en su País entre la lógica de lo que está prohibido y lo que es permisible”.