Comienzo de solución de graves problemas sociales y económicos

Con normalidad prosigue el referendum sobre la secesión del Sur de Sudán

Unos 3,9 millones de electores están llamados a pronunciarse a favor o en contra de la independencia del sur de Sudán, en cumplimiento de los acuerdos de paz de 2005, tras la guerra civil que causó 2 millones de muertos. Para uno de los observadores de la Iglesia, el plebiscito «tiene un significado para toda África» y podría entrarse en «una nueva ola de independencias».

(Agencias/InfoCatólica) La misión de observadores de la Unión Europea en el referéndum de independencia del sur de Sudán considera que la votación está teniendo gran éxito, no sólo en su organización, sino también porque la gente sabe que este plebiscito "cambiará su vida". "Estamos en el comienzo, pero estoy más que impresionada y emocionada por lo que he visto hasta ahora", declaró en una entrevista con Efe la jefa de la misión, la eurodiputada belga Veronique de Keyser.  

Unos 3,9 millones de electores están llamados a pronunciarse a favor o en contra de la independencia del sur de Sudán. Los votantes viven sobre todo en el sur de Sudán, pero también hay un número de residentes en el norte de Sudán, originarios del Sur están registrados en las listas del referéndum así como una parte de la diáspora sudanesa en el extranjero.

Las encuestas previas indican que la secesión recibirá un apoyo mayoritario. La votación, que se extiende por siete días y comenzó el pasado domingo, se está llevando a cabo en los plazos acordados a pesar de que poco antes se temía un retraso por razones técnicas y organizativas. De Keyser añadió: "Algunos creen que es un milagro. Yo soy completamente agnóstica y no creo en milagros, pero estoy comenzando a entender cómo funciona la gente en Sudán, y estoy verdaderamente impresionada". 

Desplazados

Destacó también que a la votación se ha llegado sin noticias sobre intimidación o presión para que se eligiera determinada opción. "La gente ha sido capaz de expresar su opinión de una forma libre y bien organizada", insistió. Se hizo eco, no obstante, del fenómeno que se está registrando en comarcas fronterizas, porque están regresando al sur pobladores de esta región que antes vivían en el norte, y también en la otra dirección. "No es un problema de amenazas, simplemente no tienen certeza por el futuro, y aún hay recuerdos de la guerra", agregó.

Uno de los problemas que Sudán está afrontando en estos momentos se refiere al retorno de los sudaneses del sur que vivían en el norte. Monseñor Kussala explica que estos desplazados sufren “serios problemas, ya que tienen consigo sólo un pocos efectos personales; son recibidos por familiares y conocidos, pero para nuestro territorio es difícil absorber este flujo de personas”. Según el obispo, cerca de 30.000 sudaneses del sur que vivían en Jartum, pretenden volver al sur antes de que termine el referéndum.

Se prevé un resultado a favor de la secesión 

La votación está prevista en los acuerdos de paz del 2005 que firmaron el norte y el sur de Sudán para poner fin a dos décadas de un conflicto armado que dejó 2 millones de muertos. El régimen de Jartum, encabezado por Omar al Bachir, se inclina por mantener la unidad, mientras que representantes del gobierno autónomo del sur se han mostrado a favor de la secesión. Precisamente para garantizar el desarrollo pacífico del referéndum, diversos organismos, instituciones y personalidades, entre ellas la Iglesia católica, están llevando a cabo diversas acciones.

El arzobispo de la diócesis sudafricana de Durban, el cardenal Charles Napier, encabeza una delegación encargada de supervisar el desarrollo de las votaciones, que forma parte de un equipo ecuménico de observadores de la Iglesia Católica y de la All African Conference of Churches. Para el cardenal Napier, esta “oportunidad de examinar la voluntad del pueblo es un acontecimiento histórico, ya que permite a la gente común, que ha soportado el peso de la guerra civil y la exclusión del desarrollo, la posibilidad de reclamar su dignidad”. 

El purpurado está acompañado en esta misión por el director del Denis Hurley Peace Institut, el padre Sean O'Leary. Para el padre O'Leary, éste “es un voto importante, no sólo para el pueblo del sur de Sudán, sino como un posible punto de partida para la re-escritura de varias fronteras artificiales creadas en África durante la Conferencia de Berlín del 1884-85”. “Esto tiene un significado para toda África. Podremos ver el comienzo de una nueva ola de independencias. Al igual que en Sudáfrica en 1994, lo que estamos presenciando es el nacimiento de una nueva nación”, declaró.

Iniciativas de oración y cartas pastorales

Además, la iniciativa 101 días de oración, promovida por la Conferencia Episcopal de Sudán, la Conferencia Episcopal Estadounidense y el Catholic Relief Services, se ha ampliado hasta el 16 de enero. En los últimos meses, los obispos de Sudán han acompañado el proceso que ha conducido al referéndum con la oración y diversas declaraciones y acciones, entre ellas la publicación de dos cartas pastorales -una en julio y otra en noviembre- que hablan del cambio en el país. 

El Ministerio de Exteriores sudanés ha negado categóricamente que Jartum esté dispuesta a asumir toda la deuda externa del país, unos 38.000 millones de dólares, una vez que Sur de Sudán proclame su previsible independencia, tal como había asegurado este lunes el ex presidente estadounidense Jimmy Carter en declaraciones a la CNN.

La deuda externa

El portavoz del Ministerio de Exteriores sudanés, Jalid Musa, en declaraciones recogidas por la agencia oficial SUNA, dijo que Al Bashir trasladó a Carter la petición de Sudán de que la comunidad internacional anule la deuda del país. Asimismo, el presidente explicó a Carter durante su encuentro que el pago de la deuda es una responsabilidad conjunta del Norte y el Sur.

Así las cosas, Musa ha reiterado la petición de Jartum de que la comunidad internacional tome la decisión de anular la deuda de Sudán a través de la iniciativa para los Países Pobres altamente Endeudados (HIPC) puesto que el Gobierno ha respetado los compromisos alcanzados con el Acuerdo de Paz.

Intereses económicos 

En el ámbito regional, un sur de Sudán independiente entraría dentro de la esfera de influencia económica y política de Kenia, que ya tiene una gran influencia en el país. Según el periódico keniano The Nation, en el sur de Sudan viven 70.000 kenianos que controlan los sectores de la banca, de la aviación y de la construcción. La construcción de nuevos oleoductos, carreteras y conexiones ferroviarias y de telecomunicaciones entre los dos países contribuiría a una mayor integración de sus economías, lo que permitiría a Kenia hacer frente al reto de sus partner/competidores regionales. 

El provincial de los combonianos en Sudán, el padre Daniele Moschetti destacó algunas de las razones de la situación actual en la zona ante los micrófonos de Radio Vaticano. “Políticamente, desde el 1956, desde la independencia de Sudán de los ingleses, siempre ha habido una guerra civil y, por tanto, se entiende el deseo profundo que tienen estas poblaciones del sur, porque nunca han sido consideradas al mismo nivel que las del norte: de hecho, el sur es mucho más pobre”, dijo.

“Después, lógicamente, está la dimensión de la Sharia, de la ley islámica vigente en el norte, que condena a los cristianos a ser ciudadanos de serie 'B' desde el punto de vista laboral y que no reconoce algunos de sus derechos”, continuó. “El motivo fundamental, sin embargo, de esta lucha, de esta guerra es el petróleo y muchos otros recursos presentes en este país”, añadió.

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