(Clarin/InfoCatólica) Todo comenzó el pasado viernes cuando el cardenal declaró de forma contundente en la cadena privada Globovisión que el mandatario se encaminaba a liderar “una dictadura de naturaleza comunista”, aclarando que el “episcopado venezolano es absolutamente independiente tanto del oficialismo como de la oposición”.
Mons. Urosa Savino dijo al canal de noticias Globovisión que quienes dirigen el gobierno deben tener en cuenta “la responsabilidad grandísima que tendrán ante la historia y ante Dios, si quieren imponer una dictadura totalitaria que ciertamente sería algo terrible para Venezuela”.
La declaración del purpurado ha molestado al presidente, quien negó la acusación.: “¡Qué dictadura ni qué ocho cuentos! Déjenme trabajar, que yo lo que hago es trabajar para el pueblo”, respondió en la cadena nacional.
Encontronazos entre la Iglesia y el chavismo
La Iglesia católica en Venezuela siempre se ha enfrentado al mandatario, con quien ha sostenido desde 1999 innumerables encontronazos por posiciones divergentes con la línea oficial. En ese sentido, en julio de este año el cardenal Urosa calificó de marxista el proclamado “socialismo siglo XXI” defendido por el presidente, lo que irritó a Chávez, quien tachó al purpurado de “troglodita”. También amenazó a la iglesia venezolana con cortar las relaciones con el Vaticano y suspender los convenios de cooperación.
Esta semana el cardenal Urosa Sabino volvió a decir que estamos frente a “un régimen comunista porque el propio presidente lo ha dicho hace varios meses”. Asimismo, planteó una “resistencia pacífica, que no quiere decir que sea pasiva ni resignada, sino activa”. El arzobispo de Caracas aclaró que no le correspondía decir “cómo debe articularse esa resistencia pacífica porque no soy un agente político”. Dijo que la Constitución venezolana señala cómo actuar y consagra los principios que hay que defender como “la libertad de conciencia y expresión, y el derecho a la propiedad, que es algo innato”.
Chávez podrá gobernar por decreto
El choque se produce días después de que el gobierno hiciera aprobar por la Asamblea Leguslativa una amplia gama de poderes a través de unas 20 leyes para, entre otras cosas, reprimir mensajes sediciosos en la internet y limitar a los medios de comunicación independientes, ampliar el control oficial sobre las universidades e impedir el financiamiento extranjero de grupos de derechos humanos. Quizás la más importante es la Ley Habilitante, que le permite a Chávez gobernar por decreto por el próximo año y medio.
Chávez ha acelerado la aprobación del paquete de leyes con el parlamento saliente antes de que asuma la nueva legislatura de 165 escaños el 5 de enero con la presencia de 65 opositores. La estrategia le permitiría facilitar su camino de cara a su reelección en el 2012 y lanzar medidas fiscales de ajuste ante la prolongada recesión que azota al país.
Este año la caída estaría en el orden del 2 % del PIB, según estimaciones oficiales, con una inflación del 28 % y desempleo oficial del 8 %. Las reservas internacionales monetarias han tenido una caída de 45 % (9.000 millones de dólares menos que en el 2002), junto con una pronunciada merma de la producción interna por las expropiaciones y los cierres de empresas privadas.