(Zenit/InfoCatólica) A la solución provisional del conflicto han contribuido la participación multitudinaria de los fieles en las Misas celebradas al aire libre, así como los miles de cartas enviadas al Gobierno socialista, responsable de la conservación de este monumento de Patrimonio Nacional, en favor del restablecimiento pleno de la libertad de acceso al recinto y de culto en la Basílica.
Al parecer, las conversaciones del abad, P. Anselmo Navarrete y del cardenal arzobispo de Madrid, Mons. Antonio María Rouco con el nuevo ministro de la Presidencia Ramón Jáuregui han facilitado que, después de 6 semanas de celebrarse Misa de campaña por los monjes benedictinos de la Abadía de la Santa Cruz, con la asistencia de miles de fieles, se haya facilitado un túnel, a modo de pasarela de embarque de los aeropuertos, en la entrada a la Basílica.
El abad de la abadía benedictina –Anselmo Álvarez Navarrete–, ha manifestado su satisfacción por la reapertura parcial, aunque ha expresado el deseo de su comunidad de que se recupere la anterior situación de acceso libre. El cierre total del acceso al recinto, alegando únicamente el peligro de desprendimiento de la estatua de La Piedad, ha supuesto la merma de actividades de la Abadía, que además de cumplir su misión de oración y sacrificio, el rezo de la Liturgia de las Horas y la celebración de la Santa Misa en la Basílica de la Santa Cruz, ofrece la atención del Centro de espiritualidad, la hospedería y numerosas actividades religiosas y culturales.
La Abadía: Oración y culto, Escolanía y centro de Espiritualidad
Las palabras del celebrante, en la misa del pasado domingo 12 de diciembre, celebrada al aire libre, son de conciliación y de paz. La información ha llegado a ZENIT a través del padre Santiago Cantera Montenegro, OSB, responsable de comunicación de la Abadía. También ejerce una gran labor social, a través de la educación, realizada por los monjes en todo el valle. Muchos de ellos son niños de los alrededores, a veces con escasas posibilidades económicas, que reciben una esmerada educación en el entorno de la Abadía. El monasterio tiene significadas vocaciones de jóvenes –educados en la Escolanía– o que han llegado allí, atraídos por la espiritualidad benedictina, después de ejercer una profesión.
Tras una entrevista entre el cardenal arzobispo Rouco y el ministro Jáuregui, éste último dijo, ante la Comisión Constitucional del Senado que, tras un año con problemas de seguridad, debido a que la escultura de la Piedad, del reconocido escultor Juan de Ávalos, situada en la entrada del complejo, sufría desprendimientos, en los próximos días se acabarían las obras de contención, lo que permitiría reabrir la basílica al culto. El ministro explicó que los problemas de seguridad en el templo obligaron a cerrarlo durante casi un año, lo que ocasionó “problemas importantes con la comunidad que gestiona el templo”, reconoció. Añadió que había hablado con el abad benedictino y que la solución prevista había sido acordada con él.
Las homilías en las misas de campaña, llamada a la paz y restablecimiento de la normalidad
En la página web de la comunidad benedictina, se da cuenta de que, el pasado domingo, se celebró de nuevo al aire libre la eucaristía, en la explanada posterior, situada en el conjunto formado por la Abadía, la Escolanía y la Hospedería. Frío y sol acompañaron la ceremonia y “el magnífico ambiente que se vive en estas Misas entre todos los fieles, la Comunidad benedictina, la Escolanía y los familiares de los niños”, afirma la página web de los monjes.
La misa fue presidida por el padre José Ignacio González Villanueva. A los cantos de la Escolanía se unieron las voces de Schola Antiqua, la reconocida formación coral, integrada por antiguos escolanos. Intereconomía TV retransmitió la celebración en directo una semana más, con un elevado índice de audiencia, según reza la página web.
El padre abad Álvarez Navarrete, en sus palabras finales, recordó que la comunidad tiene el objetivo de “lograr la plena normalización de la situación del Valle de los Caídos en cuanto al pleno derecho de culto y también de las personas que quieran visitarlo libremente”.
“Hermanos queridos –dijo el celebrante González Villaueva–, que habéis venido de tan lejos y desde lejos seguís también por la TV la Eucaristía celebrada en estas circunstancias de dolor y gozo: la unión de los fieles a Cristo aun teniendo que sufrir cansancio, frío e incomprensiones es gozo finalmente para todos, pues vuestro sacrificio unido al gran sacrificio redentor de Cristo en la Cruz, que ahora nos disponemos a actualizar en la Eucaristía, es fuente de salvación, de cuantiosas gracias de conversión para los que estáis aquí congregados”.
“Hemos entrado en los últimos tiempos, pero esto no significa el fin del mundo, pues queda la etapa más bonita de la historia, el milenio santo del capítulo 20 de Apocalipsis, o sea el Reinado glorioso del Señor, que no es una segunda encarnación sino una presencia espiritual santificadora a través de la Eucaristía”, explicó el celebrante. “Y sigue la lectura «no os quejéis –o no murmuréis– unos de otros». Esto se opone al mandamiento del amor. El testimonio de la unidad familiar y de la unión eclesial en torno al Vicario de Cristo, al Papa, será lo que convierta a los alejados y a los tibios”, subrayó.
La nueva página web del Santuario del Valle de los Caídos
La página web del santuario ofrece un paseo muy instructivo por todas las dependencias del complejo del Valle de los Caídos y la importante labor espiritual, cultural y social que realizan los monjes benedictinos. “Con esta página web –señala el Abad–, la Comunidad benedictina del Valle de los Caídos quiere aproximar, a quienes se asomen a ella, la vida de los monjes en su realidad diaria y en los acontecimientos que se producen en torno a ella. Va a ser, pues, un instrumento de comunicación con quienes pueden tener interés en conocer cómo es por dentro la Comunidad y el Monasterio, así como el propio monumento erigido en este lugar”.
Recuerda que el Valle de los Caídos es ante todo una Abadía “en la que un grupo de monjes lleva a cabo la experiencia de vida que han desarrollado a lo largo de quince siglos los llamados monjes de Occidente. Un Monasterio con los ingredientes propios que, sobre todo en el continente europeo, han puesto en práctica ese sencillo programa del ora et labora, que la historia ha revelado tan fecundo para la Iglesia, para la cultura y la civilización y para el propio equilibrio de la naturaleza humana”.
Para saber más: www.valledeloscaidos.es