(EP/InfoCatólica) Según las fuentes a las que ha tenido acceso Europa Press, el cambio será “largo y difícil”, ya que las clarisas de estos dos monasterios están acostumbradas “a la vida de clausura” y no a la vida activa fuera de los muros del monasterio. El decreto llegará próximamente al Arzobispado de Burgos, la diócesis que presentó la petición ante la Santa Sede en nombre de las religiosas.
Los monasterios de Lerma y La Aguilera tienen casi 200 religiosas, casi todas de entre 18 y 35 años, que hasta ahora formaban parte de la Orden Franciscana de Santa Clara. El pasado viernes, en un comunicado, confirmaron que la Santa Sede había aprobado el nuevo instituto religioso que se dedicará “a la evangelización de los jóvenes”.
El comunicado explicaba que “hemos recibido notificación oral de la decisión de Su Santidad Benedicto XVI de aprobar nuestra forma propia de vida y erigir nuestra comunidad como un nuevo instituto religioso femenino de derecho pontificio, denominado Iesu communio”, decisión que se producía “después del estudio, por los organismos competentes de la Curia romana, de la documentación presentada a través del Sr. Arzobispo de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín, como respuesta a la petición por la que la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada había animado a la comunidad en 2009 a procurar definir con claridad la forma de vida a la que se sentía llamada por Dios”.