(Efe/InfoCatólica) Según los bomberos, el incendio se inició a las 5.30 horas, tras una riña entre reclusos, los que posteriormente quemaron colchones situación que derivó en un incendio de grandes proporciones. En la cárcel de San Miguel, en Santiago de Chile, con una capacidad de 900 personas, se hacinaban más de 1.900 presos, al cargo de 5 gendarmes, que poco pudieron hacer ante la situación, si bien arriesgaron sus vidas salvando a otros 60 presos de la muerte.
Mons. Duarte fue especialmente crítico al sostener que “el Chile de la liberación de los 33 mineros tiene estas falencias tan grandes como el sistema penitenciario que no es ningún motivo de orgullo”. El secretario de la conferencia episcopal agregó que “las cárceles son los lugares más inhumanos del país y los presos rematados son los pobres más pobres de Chile, lo que debe llevarnos a reflexionar”.
La Iglesia pidió mejoras en el sistema penitenciario y en las condiciones de las cárceles
“El rescate de los 33 mineros de Atacama –atrapados durante 70 días a 700 metros de profundidad– sí fue un motivo para enorgullecernos, pero aquí hay una herida muy grande en el corazón de todos los chilenos”, precisó el religioso en declaraciones a Efe. El prelado no dudo en calificar la tragedia como “una de las situaciones más tristes que hemos vivido en Chile en los últimos años”, y recordó que la iglesia con motivo del Bicentenario de Chile pidió que se promulgaran leyes que favorecieran a los presos, lo que finalmente no se concretó.
“Pedimos mejorar la condición de nuestros presos, lamentablemente todo se fue por el tema político, por el lado de los derechos humanos y quedó ahí no más”, sentenció Mons. Duarte. El intendente (gobernador) de la región metropolitana de Santiago, Fernando Echeverría, confirmó esta tarde a Televisión Nacional de Chile (TVN) que la cifra de muertos es de 81.
Poco antes, el presidente Sebastián Piñera, había declarado a su llegada a la Posta Central que el número de víctimas fatales ascendía a 83 personas, dos más de las que figuraban en el primer balance oficial. En todo caso, dada la gravedad de algunos heridos es posible que la cifra de fallecidos aumente. El mandatario chileno, que acudió a uno de los centros hospitalarios donde están siendo atendidos los 14 heridos de extrema gravedad en el siniestro, criticó la situación de hacinamiento y las precarias condiciones en que funcionan las cárceles del país.