(Aci/InfoCatólica) Esta es la peor tragedia de las dos temporadas de lluvias del año en Colombia, que, según cifras oficiales, ha dejado hasta el momento un saldo de 206 muertos, 119 desaparecidos, 246 heridos y 1,61 millones de damnificados
En entrevista concedida a Aciprensa, Mons. Tobón, que desde el primer momento de la tragedia asistió de manera concreta a los afectados, manifestó tener “un sentimiento de dolor, de consternación al ver el sufrimiento de tantas personas”.
Al referirse a la fuerte temporada de lluvias que afecta a más del 80 por ciento del territorio colombiano, y que ha dejado a casi un millón y medio de damnificados, el Arzobispo comentó que “es necesario acudir con la solidaridad en ayuda de todos los damnificados de la temporada tan fuerte de lluvias que hemos tenido en Colombia y especialmente en el departamento de Antioquia”.
“No queda otra cosa que entregarle a Dios todas estas realidades sabiendo que Él sabe sacar cosas buenas aún de momentos tan dolorosos y de pruebas tan difíciles de sobrellevar y de entender”, añadió.
El Arzobispo de Medellín añadió que “estos acontecimientos en parte son inducidos porque los campesinos que allí vivían habían sido desplazados de sus tierras por la violencia y tenían que asentarse en el lugar que les quedaba, un lugar geológicamente inestable, un lugar donde no tuvieron las ayudas para un desarrollo urbanístico adecuado”.
La Iglesia asiste a los afectados
Mons.Tobón explicó que la Iglesia está acompañando a los afectados por la desgracia dándoles hospedaje en la casa cural y víveres gracias al banco de alimentos de la arquidiócesis.
Finalmente, el Arzobispo destacó como medio de prevención la necesidad de una planeación a nivel municipal correspondiente a las necesidades de la gente, a las urgencias de las viviendas de hoy para que no se presenten estas situaciones tan dolorosas.