(Los Tiempos/InfoCatólica) Entre tanto, en Cochabamba se anuncia para hoy el inicio de vigilias de oración por monseñor Solari y por la unidad de la Iglesia Católica en las parroquias del departamento a partir de las 19:30 de acuerdo a las preparaciones que organice cada párroco, revelaron fuentes del Arzobispado. Por su parte, en una entrevista con Radio Vaticano, el Arzobispo de Cochabamba, Mons. Tito Solari, ratificó su preocupación por el empleo de niños y adolescentes en el microtráfico de cocaína y aseguró que dio un mensaje pastoral, no político. Mons. Solari afirmó:
“He tenido la oportunidad de compartir (esa preocupación) en una entrevista pública, y en mi intervención no hice una denuncia, lo digo claramente, sino que fue la manifestación de una preocupación, de un pastor, de los padres de familia, de los educadores, de los agentes pastorales por este peligro en el que están envueltos algunos jóvenes. Éste ha sido el contexto, ha sido un discurso de tipo pastoral”.
Ante las críticas de las autoridades gubernamentales y las amenazas de expulsarlo, el Arzobispo manifestó: “Nos duele evidentemente que haya sectores, y sobre todo el Gobierno, que se sientan atacados, se sientan ofendidos o heridos por estas declaraciones, pero éste es el clima que vivimos”.
El pasado sábado, en un ampliado de emergencia que se realizó en Lauca Ñ, las federaciones del trópico de Cochabamba aprobaron una resolución con la que designaron como persona no grata a monseñor Solari y le advirtieron con iniciarle un proceso ante el Vaticano si es que no pide disculpas.
La Iglesia pronuncia palabras de vida y de verdad
Durante la homilía de ayer pronunciada en la catedral de Santa Cruz, el cardenal Terrazas manifestó que se unía a Mons. Solari y le recordó la palabra de Dios: “Felices ustedes, cuando los persigan, cuando los calumnien, cuando los maltraten, cuando piensen que es un favor a la sociedad quitarlos del medio privándoles de la vida”.
“Solo así nos llenaremos de ese Cristo que es capaz de decirnos a todos los creyentes: ‘¡Ánimo! No tengan miedo. Sigan hablando, sigan diciendo la verdad, sigan pronunciando las palabras de vida, sigan señalando los espacios donde hay víctimas de grupos más poderosos que intentan romper todo aquello que es valor, esa autenticidad en nuestra gente”, manifestó.
El primado de la Iglesia en Bolivia dijo que este tiempo es una invitación para retornar a la mesa abundante y extraordinaria del diálogo cristiano y señaló que “si vivimos de susceptibilidades, si sólo nos interesan los puntos que parecen herirnos, no podremos caminar lejos. Pero tenemos que caminar aunque sea lentamente diciendo: ‘en este lugar hay víctimas de la injusticia, en este lugar hay víctimas del narcotráfico, en este otro lugar hay víctimas de la prepotencia y del poder’”. El prelado señaló además que
“esa palabra del Señor fue tomada en serio por los primeros cristianos y tiene que serlo también hoy, porque lo que la fe busca no es un espacio físico para tener poder, sino el corazón del hombre para que no se inclinen ni se arrodillen ante ningún ídolo, ante ningún dios falso, velando constantemente para que la dignidad de la persona, de nuestros niños, de nuestros jóvenes, de nuestros hermanos adultos sea respetada”.