(Efe/InfoCatólica) Evo Morales aceptó en octubre, por primera vez en público, que sus cocaleros desvían parte de la producción al narcotráfico y cultivan más hoja que la acordada, pero el ministro de Movimientos sociales afirma que es totalmente “falso” que en el Chapare “los niños están inmersos en el narcotráfico y la distribución de cocaína”.
En cambio, para el jefe de la Policía de Bolivia, general Oscar Nina, está “completamente demostrado” que algunas bandas de narcotraficantes utilizan a “adolescentes”, porque “no escatiman ningún esfuerzo por lograr su objetivo”, según declaraciones que publican medios locales.
El gobierno y los sindicatos de productores de coca de Cochabamba, de los que Evo Morales sigue siendo máximo dirigente, reaccionaron contra la afirmación del arzobispo acusando a la Iglesia Católica de machista, derechista, reaccionaria y antidemocrática. Los cocaleros pidieron que se expulse del país a Mons. Solari, de origen italiano. El viceministro de Movimientos Sociales, César Navarro, calificó al obispo de «calumniador» y el viceministro de Régimen Interior, Felipe Cáceres, dijo que tras de la denuncia del prelado está la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Pena y dolor por los menores dedicados a la venta de droga
La Conferencia Episcopal Católica, por su parte, ha salido en pleno en defensa del arzobispo de Cochabamba. “Las palabras de monseñor Solari no hieren a nadie, sino que más bien buscan defender la integridad y dignidad de las personas, especialmente de los jóvenes, expresando pena y dolor por aquellos que se ven inducidos a esa actividad ilícita”, dice un comunicado leído el miércoles por el obispo auxiliar de La Paz, Óscar Aparicio.
El delegado pastoral de Caritas en Cochabamba, Eugenio Coter, aseguró a Radio Erbol que hay datos de la Defensoría de la Niñez y de la Policía que respaldan la denuncia de que hay menores de edad involucrados en el narcotráfico.