(EP/InfoCatólica) La juez responsable del Juzgado de Instrucción número 4 asegura que el proceso judicial abierto por los Amigos del Museo Diocesà pretendía que el juzgado declarara que la propiedad de las obras en litigio, 88, era del obispado de Lleida por usucapión, sin entrar en la cuestión de la ubicación de las obras.
Las piezas están catalogadas y protegidas por la ley catalana de patrimonio cultural. En su respuesta, la jueza recuerda que en su sentencia desestimó la demanda de la asociación contra los dos obispados, que la entidad ya ha recurrido. En aquella sentencia la jueza determinó que las piezas son propiedad de las iglesias de las que son originarias.
El obispo de Lérida solicitó el auxilio del juzgado para responder a las presiones de Marcelino Iglesias, quien en reiteradas ocasiones había planteado a Piris que cumpliera las resoluciones eclesiásticas que siempre habían dado la razón al Obispado de Barbastro.
Con la petición del auxilio, Mons. Piris obedecía también al nuncio del vaticano, Mons. Renzo Fratini. El auxilio fue solicitado el 27 de octubre en un documento en el que el obispo planteba su renuncia expresa a apartarse del proceso civil argumentando que acata las decisiones eclesiásticas que siempre han dado la razón a Aragón, renuncia con la que la jueza, en su escrito de este jueves ya le considera apartado.
La solicitud de auxilio y la comunicación de renuncia al proceso entró en el Juzgado de Instrucción número 4 –el que lleva la demanda de los amigos del museo– el mismo día en el que Mons. Joan Piris, se reunía en Madrid con el nuncio del Papa en España, Mons. Renzo Fratini, y el obispo de Barbastro, Mons. Alfonso Milián, para llegar a un pacto eclesiástico sobre los bienes.
Los dos acordaron crear una comisión para facilitar el traslado de las piezas a Barbastro, según desveló al día siguiente en rueda de prensa Mons. Milián.