(Pedro Blasco/El Mundo) Una docena de sacerdotes concelebró la misa en la que estuvo presente y ofreció sus cánticos la Escolanía del Valle. En la introducción de la ceremonia el padre prior explicó que hacían la misa en ese lugar, junto a la carretera, para poder ofrecer a los fieles lo que siempre habían oficiado dentro de la basílica y ante la prohibición de que se pudiera pasar a la iglesia.
El sábado, el mismo grupo anunció en las puertas del Valle de los Caídos que en los próximos días presentará una querella criminal contra el Gobierno. Las autoridades alegaron que que se están haciendo obras y "por orden de la superioridad", les impidió el paso. Por ello, se han acompañado este domingo de un notario para que levantara acta de lo ocurrido. Según estas personas, se está cercenando su derecho a la libertad de religiosa.
Hasta la fecha, los benedictinos había mantenido silencio, pero el sábado el padre prior bajó de la hospedería para explicar a la Guardia Civil que lo único que pretendían los fieles era escuchar misa, que fue oficiada aunque sin esos fieles.