(EP) “Su entrenador está tratando de evitar que sean encarcelados (...) pero se le ha indicado que éstos deben responsabilizarse de su mal comportamiento”, reza la información de la agencia iraní, que no ha identificado a los futbolistas ni a los clubes en los que juegan.
Según la Sharia, ley islámica vigente desde la revolución de 1979, los infractores de la misma pueden ser condenados a prisión, al pago de multas o a recibir un número indeterminado de latigazos, dependiendo de la gravedad del delito. Desde que el presidente, Mahmud Ahmadineyad, llegara al poder, en el año 2005, se ha incrementado el control sobre los llamados “comportamientos inmorales” por parte de los clérigos conservadores.