(Agencias/InfoCatólica) Con estas palabras dirigidas a los periodistas, los Príncipes de Asturias comenzaron la visita guiada por uno de los edificios religiosos más singulares que existen, pues acoge una catedral cristiana en el interior de la que fue la segunda mezquita más grande del mundo, edificada a su vez sobre una basílica cristiana, en el siglo VIII. El Patio de los Naranjos es el punto de inicio del recorrido, con una proyección audiovisual que muestra la historia del monumento y de la ciudad.
A la salida de la Catedral, donde permanecieron unos veinte minutos contemplando una versión reducida de la visita nocturna, los príncipes saludaron al público, que esperó desde antes de las ocho de la tarde y que coreó sus nombres en repetidas ocasiones, unas muestras de cariño a las que los Príncipes de Asturias correspondieron con saludos y besos.
“Invitamos al mundo a que venga a Córdoba”, aseguró el príncipe de Asturias, una opinión que compartió doña Letizia al afirmar que “hay que venir a Córdoba, estar unos días y disfrutar de esta Catedral-Mezquita que merece la pena visitar” y de calificar la visita nocturna al monumento como “una maravilla, realmente apabullante y sublime. Es impresionante”.
La visita «El alma de Córdoba»
Tras la inauguración oficial, la visita nocturna a la Catedral abre sus puertas de forma permanente y ofrece al visitante, tras el vídeo de presentación del Patio de los Naranjos, adentrarse en el templo para realizar un recorrido por los puntos más destacados del monumento, transportados por el sonido y la iluminación que se va produciendo de forma gradual conforme se desarrolla la visita.
Las descripciones y explicaciones del recorrido llegan hasta el turista a través de un sistema de audioguía con auriculares, que emite las informaciones de forma simultánea en ocho idiomas: francés, inglés, alemán, italiano, portugués, japonés y árabe, además del español. Durante los casi sesenta minutos que dura la visita, el turista pasea por las distintas ampliaciones que registró el templo desde el inicio de su construcción, en el 786, hasta la conquista cristina, que dejó su huella en el monumento con la creación de la catedral en 1523.
La visita nocturna, que ya se puede reservar a través de internet, se realizará de forma permanente durante todo el año, por la noche y en grupos reducidos de 80 personas. El precio de la entrada está fijado en 18 euros, aunque pensionistas y estudiantes disfrutan de un descuento del 50 por ciento en la entrada, al igual que los niños de entre 7 y 10 años, mientras que los menores de 7 años entrarán gratis.
Catedral, no Mezquita
Por otra parte, el obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, ha escrito un artículo, que reproducimos en InfoCatólica, en el que aborda de nuevo el debate sobre la condición del templo cordobés. “¿Catedral o Mezquita? Catedral, sin lugar a dudas”, afirma el prelado, antes de hacer un recorrido por la historia del lugar sagrado.
Don Demetrio asegura que “no hay ningún problema en reconocer la historia tal como ha sido y mostrarla en toda su verdad a los visitantes. El problema surge cuando se quiere borrar la memoria histórica, y al templo emblemático de Córdoba se le quiere atribuir hoy un destino y un culto musulmán”.
Por ello, advierte, “es del todo inoportuno llamar hoy a este templo Mezquita, porque no lo es desde hace ocho siglos, y volver a llamarla Mezquita es confundir al visitante”.