(Efe/InfoCatólica) La solemne ceremonia comenzó con una liturgia, seguida del acto de investidura en el trono tradicional de los patriarcas serbios.
En su discurso de investidura, Irinej hizo un llamamiento a los pueblos serbio y albanés y a otros que viven en Kosovo “a la paz y la vida en común, siempre basada en la justicia de Dios y del hombre”.
Kosovo “tiene suficiente espacio para la vida y lugar para la convivencia del pueblo serbio, albanés y otros. Durante siglos estos dos pueblos han vivido juntos. ¿Por qué no podrían hacerlo ahora”, manifestó el patriarca.
La ceremonia en Pec tuvo lugar en la iglesia de los Santos Apóstoles, del siglo XIII, y en la que desde 1346 se celebra tradicionalmente la investidura de los patriarcas serbios.
Asistió al acto el presidente serbio, Boris Tadic, como el único representante oficial de Serbia, bajo la condición de no hacer declaraciones políticas.
Las autoridades albano-kosovares habían advertido de que iban a detener a cualquier político serbio que decidiera acudir a la ceremonia sin el pertinente permiso de entrada en Kosovo.
También estuvieron miembros de otras Iglesias ortodoxas, de la Iglesia católica, de las comunidades islámica y judía en Serbia, delegados de las misiones europea (EULEX) y de la ONU (UNMIK) y de la fuerza de la OTAN (KFOR) en Kosovo, y otras personalidades, pero no hubo representantes albano-kosovares.
Cerca de 6.000 personas procedentes de Kosovo, Serbia, del ente serbio de Bosnia, Montenegro y otras zonas llegaron a Pec de forma organizada para asistir a la ceremonia de investidura del patriarca Irinej, elegido en enero pasado e investido ya en la catedral de Belgrado.
En febrero de 2008, la cúpula de la mayoría albano-kosovar proclamó la independencia de Kosovo, que Serbia no reconoce y sigue considerando Kosovo como parte de su territorio.
Muchos serbios consideran a Kosovo como la cuna de su nación, identidad y cultura, ya que la región fue el centro de un modesto imperio medieval serbio y en ella hay unos 1.300 monasterios e iglesias, muchos de ellos medievales.
El moderado obispo, de 80 años, apoya el diálogo entre serbios y albaneses, que se prevé podría comenzar pronto bajo el amparo de la Unión Europea (UE).