(ABC) Según ha podido saber ABC, el pasado 24 de agosto, el prelado cordobés mantuvo un encuentro con los tres administradores del FROB en una triple vertiente. En primera instancia, recomponer relaciones tras la controvertida decisión de los patronos-fundadores del Cabildo en el famoso consejo de administración del 21 de mayo y las tensiones acumuladas con Unicaja, el propio órgano supervisor financiero, la Junta y los partidos políticos, especialmente las duras críticas de los socialistas. Casi fruto de todo este cóctel, otro de los puntos abordados en dicha reunión fue los recientes ceses del director de la Fundación y Obra Social de Cajasur José Rafael Rich, así como el expediente y posterior despido del director general adjunto a la Presidencia, Santiago Cabezas. Se trata de los dos hombres de confianza que han participado en el proceso de fusión con Unicaja junto al entonces presidente de la caja, Santiago Gómez Sierra.
Si bien el caso de Rich causó sorpresa por el momento en el que se produjo su salida —siempre fueron valorados sus esfuerzos mediadores ante todas las partes—, justo cuando BBK resultó elegida adjudicataria de Cajasur y cuando escampaba el temporal, el mayor ruido mediático vino por el caso de Cabezas, también muy próximo a Gómez Sierra y pilar de las negociaciones laborales con Unicaja desde la órbita de la entidad y el Cabildo. Su participación en una reunión con la cúpula del Banco Sabadell en Córdoba en los días previos a la subasta de la caja resultó determinante para que el FROB lo expedientara. Muchas voces entonces vieron también esta decisión del órgano derivado del Banco de España como un claro ajuste de cuentas pendientes, puesto que el PSOE lo ha señalado en todo momento como una mala influencia en toda la deriva de Cajasur.
El despido de Cabezas
El caso del ex diputado andaluz del PP ha emprendido la vía judicial con un acto de conciliación previo que se podría celebrar a finales de este mes y que de no dar fruto derivaría en una demanda por posible despido improcedente.
Pero en la reunión de Mons. Fernández con los responsables del FROB hubo una tercera cuestión no menos importante: las imposiciones de la Iglesia en Cajasur y su futuro. Como ya ha publicado este periódico, la Iglesia es uno de los principales impositores de la entidad. Cuando se intervino la caja y se subastó, se especuló mucho con una posible retirada de estos recursos camino de otras entidades bancarias al acecho. Las fuentes consultadas por ABC niegan este extremo y aseguran que en la reunión de agosto se aseguró la continuidad de las imposiciones, algunas de ellas de importante cuantía con plazo de renovación inmediato.