(Efe/InfoCatólica) La presidencia polaca había intentado retirarla en los primeros días del pasado agosto para reubicarla en un templo cercano, aunque se encontró con una muchedumbre de católicos, muchos cercanos al partido conservador de Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del fallecido Lech, que impidieron mover el crucifijo y obligaron a las autoridades a desistir.
Desde ese momento un grupo de católicos se parapetó frente al palacio para “proteger” la cruz y evitar su traslado, al mismo tiempo que ciudadanos contrarios a su presencia se manifestaron pidiendo al Estado una política verdaderamente laica y la exclusión de los símbolos religiosos de los espacios públicos.
Durante más de un mes la presidencia polaca no ha sabido qué hacer con esta cruz, hasta que ayer, de manera inesperada, se ha retirado el crucifijo.
“El lugar de esta cruz está en una iglesia”, explicó el jefe de la cancillería presidencial, Jacek Michalowski, quien apuntó al templo de Santa Ana, en el centro de Varsovia, como el lugar en el que se ubicará finalmente, tal y como se pretendió inicialmente.
Protestas católicas
Diversos grupos católicos protestaron por la retirada de la conocida como Cruz de Kaczynski. “El presidente es un ladrón”, gritaban los concentrados, algo más de un centenar de personas, en su mayoría ancianos que portaban velas, banderas polacas y rosarios.
Los manifestantes, conocidos como los “Defensores de la Cruz”, aseguran que se retirarán si finalmente la presidencia acepta levantar en el centro de la ciudad un monumento a las víctimas de la tragedia de Smolensk, con lo que está de acuerdo la mitad de los ciudadanos, según una encuesta de la cadena de televisión TVN24.
Komorowski ya ha dicho que no tiene intención de autorizar ese monumento, entre otras razones porque no resultaría adecuado al entorno arquitectónico del área del palacio.