El Arzobispo de Coro pide dar un cambio en las próximas elecciones

Mons. Luckert: «Con gran dolor vemos cómo Venezuela se convierte a pasos agigantados en una sociedad violenta»

Mons. Roberto Lückert, Arzobispo de Coro, se ha expresado acerca de la situación de Venezuela, recordando a los venezolanos su responsabilidad en las próximas elecciones parlamentarias del 26 de setiembre. «Es mi deber entonces hacer un llamado para corregir el rumbo del país y luchar contra las permanentes enfermedades de la democracia venezolana: la corrupción, los privilegios, la falta de continuidad administrativa, el clientelismo político, el exagerado gasto fiscal, el deterioro moral de estructuras e instituciones públicas», ha escrito Mons. Luckert, lamentando asimismo la situación de los servicios públicos y denunciando el número creciente de jóvenes que dejan el país en búsqueda de una vida mejor.

(Fides/InfoCatólica) En la carta, enviada a la Agencia Fides, Mons. Lückert advierte: “nos estamos encaminando a una confrontación mayor, que pondrá de frente venezolanos contra venezolanos”, y prosigue: “la Iglesia... no puede permanecer indiferente ante los dilemas históricos de las naciones, cuando algunos valores y principios del ser humano y de la sociedad, se encuentran seriamente amenazados”.

El texto hace referencia luego a algunos aspectos de la situación social y política del país. “Si damos un vistazo a algunos elementos del panorama nacional constatamos que nuestro país se encuentra hoy ensangrentado de extremo a extremo”, y citando el mensaje de los Obispos de Venezuela de enero pasado, afirma: “Con gran dolor vemos cómo Venezuela se convierte a pasos agigantados en una sociedad violenta. Cada día se incrementa dramáticamente el índice de homicidios, que coloca a Venezuela entre los países del mundo con mayor número de muertes por asesinato”. El Arzobispo nota que esta realidad va en aumento “sin ver soluciones estructurales por parte de los responsables de las políticas públicas de seguridad a nivel nacional y regional”.

El Arzobispo de Coro manifiesta su gran dolor por la situación de los jóvenes: “un número considerable de jóvenes venezolanos que durante años se han esforzado en preparase intelectual y técnicamente, tienen que abandonar el país en busca de oportunidades laborales en otros naciones”. El documento de 5 páginas, publicado en la fiesta de la Virgen de Coromoto, el 11 de setiembre, ha tenido mucho eco en la prensa local porque ha descrito claramente la situación del país.

InfoCatólica cuenta con tu ayuda, haz clic aquí

Solo contamos con tu ayuda. InfoCatólica seguirá existiendo mientras sus lectores quieran.

Haz tu donativo

Por bizum (solo para España)

Qué es bizum

Por PayPal, selecciona la cantidad:

Si prefieres otras modalidades para poder donar (ingreso, transferencia, ...), haz clic aquí.

5 comentarios

Oscar
Monseñor,
Lamentablemente, y como venezolano me duele más, en nuestra patria la corrupción moral es compartida por el pueblo o gran parte de el, no sólo es cuestión de los póliticos y sus asuntos. Desde que nos independizamos no hemos hecho más que matarnos entre nosotros, esclavizarnos ante el tirano de turno y hundirnos en la más terrible de las soberbias. Tenemos lo que sembramos.
15/09/10 11:22 AM
Sergi
Es lamentable, pero Monseñor tiene la razón. Por ejemplo, ayer me enteré que uno de mis ex compañeros de clases de secundaria -ya graduado de arquitecto- lo asesinaron, en noviembre 2008, para robarle su coche. Hace una semana me enteré que un muchacho que me hacía el servicio de mototaxi lo mataron para quitarle su moto. La descripción de los hechos que me llegó indica que la real razón de su asesinato fue el sadismo de uno de sus atacantes.

Más que "se convierte" me da la impresión es que es una sociedad violenta.
15/09/10 3:27 PM
Gregory
Si estamos viviendo en una sociedad donde se vive en una especie de guerra no declarada donde la violencia cobra vistimas a diario por razones que no tienen sentido, unido a esto podemos ver la saña con la que se cometen tantos crimenes diarios. Como Iglesia no podemos permanecer de brazos cruzados estamos ante una lucha que comienza en las casa con la trasmisión de la fe, pero una fe que no se un barnis sino que transforme nuestras vidas la guie e ilumine.
15/09/10 4:08 PM
Fred
El problema es que desde el Gobierno se alienta la violencia contra la oposición a Chavez, contra los empresarios, contra las explotación agricolas, etc. Si el gobierno es el primero que no da ninguna garantia democrática a la población, lo demás es una pendiente muy resbaladiza hacia el caos.
15/09/10 6:52 PM
percival
La destrucción moral que ha generado este gobierno es más peligrosa que la social, económica o política. Nos ha metido en la cabeza y nos está acostumbrando a que nos regalen las cosas (siempre que rindamos pleitesía al "comandante"), a que se las quitemos caprichosamente a los que se las ganan con su esfuerzo, y a tratarnos los unos a los otros como si fuésemos leprosos vitandos si no somos de los suyos. Y la manera en que manipula la religión a su conveniencia, las ofensas a la Iglesia, y el favorecer abiertamente a la santería, es una blasfemia "en acción", que también va entrando en la mente y las costumbres de nuestro pueblo. Se necesitarán décadas para salir de este agujero "negro" moral, aún en el caso de que se equilibren los poderes. De no ser así, nos espera la larga tortura de los más tristes países comunistas.
16/09/10 1:28 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.