(EP) García Abrisqueta, ha declarado, en una entrevista a 'Mundo Cristiano' recogida por Europa Press, que cada gesto, aunque parezca pequeño, contribuye a crear un mundo mejor” y que afronta su nueva tarea con “alegría y esperanza”. También ha indicado que la organización trata de trasladar a las personas una realidad que existe, que hay que conocer “y saber que se puede cambiar si se contribuye entre todos”.
En cuanto a su método de actuación, ha comentado que trabajan con proyectos en demanda. “Son las personas las que nos piden ayuda. Suelen ser comunidades locales y misioneros quienes se dirigen a nosotros”, ha explicado. En este sentido, ha admitido que hay puntos que no pueden apoyar porque defienden un desarrollo “auténtico e integral”. Así, ha aclarado que piden “soluciones de vida, no de muerte” y que apoyar esto sería contrario a su esencia.
El 92 por ciento de los ingresos se dedica a los fines de las ONG
Por otra parte, ha afirmado que el 92 por ciento de los ingresos se dedican “directamente” a sus fines: “un 87 por ciento van a proyectos y el restante cinco por ciento a sensibilización”, ha dicho, al tiempo que ha declarado que el 77 por ciento del dinero procede de fuentes privadas y el otro 22 por ciento del sector público. Asimismo, ha indicado que Manos Unidas tiene 80.000 socios que permiten tener “una previsión de fondos”.
Manos Unidas es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) católica, de voluntarios, que desde 1960 lucha “contra la pobreza, el hambre, la malnutrición, la enfermedad, la falta de instrucción, el subdesarrollo y contra sus causas”. Nació como una campaña puntual contra el hambre y a partir de 1978 adquirió plena personalidad jurídica, canónica y civil, como organización, pasando a denominarse “Manos Unidas”.