(Informador/InfoCatólica) Se refirió tambén Monseñor Sandobal al fallo de la SCJN en el caso de una guardería. El 15 de junio pasado, la Suprema Corte determinó por mayoría de votos no señalar culpables por el incendio de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, el 5 de junio del 2009, que provocó 49 muertes.
Para el purpurado, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, trabajan por “conveniencia”. “Los integrantes de la SCJN no podían determinar, por ejemplo, a favor de los padres de familia, en el caso de la guardería ABC, porque irían en contra de la autoridad que los nombró Magistrados. Y no podían determinar tampoco en contra de las iniciativas que ha promovido el Gobierno de la ciudad en que se ubica el edificio donde sesionan, porque irían en contra de los que los propusieron para estar en ese cargo. Cuestión de conveniencias, no de Derecho Natural ni de razón”, aseguró.
Después de señalar que continuará la defensa de la familia y del matrimonio hombre-mujer con argumentos morales y científicos, Sandoval Iñiguez, reconoció: “No hay mayor fuerza jurídica que la de la SCJN, pero esta fuerza jurídica que ha aplicado, está cargada de un acervo antinatural, que porta la mayoría de sus integrantes”.
¿Legalización de la zoofilia?
Y presagió: “Si lo que defiende la Corte es un derecho de los adultos, entonces, con el tiempo, los adultos podrán alegar tener derecho de establecer cualquier relación con quien sea, persona o animal. Y conste, que para nada estamos equiparando las relaciones homosexuales con las relaciones –si así queremos llamarles– entre animales, porque no falta quien lo quiera interpretar de ese modo. Tampoco estamos promoviendo un levantamiento”.
Antes de concluir el texto de su editorial, Juan Sandoval, criticó que “en nombre de la indigencia infantil se aprobó la adopción, y para que nos quedáramos callados, se alega que la Iglesia ha cometido peores atrocidades, intentando polarizar la situación, apelando al multicitado ‘Estado Laico; como una oportunidad de que políticos y gobernantes lo usen como instrumento de presión que les concede la ocasión de acallar las voces y las conciencias de un pueblo creyente”.