(UCV/InfoCatólica) “No existe productividad en un país por el mero hecho de la suma individualizada de las productividades de cada una de sus instituciones y empresas, sino que la sociedad debe articular un sistema de valores empresariales basados en el desarrollo integral de la persona. Sólo así se puede generar una cultura de la productividad, y España necesita urgentemente incrementarla en un 40% . Si no, no hay salida”, ha dicho García Echeverría.
El ponente, catedrático emérito de Política Económica de la Empresa de la Universidad de Alcalá y uno de los fundadores de dicha institución, ha apostado por la urgencia de aplicar la ética a los mecanismos productivos, empezando por incluir esta asignatura en la carrera de Económicas, ya que “todos los que han llevado al mundo al caos económico proceden de las mejores universidades, no de los muelles”. En este contexto, el profesor se ha preguntado: “¿Qué es lo que les hemos enseñado?. Conseguimos expertos en producción y en marketing, pero no conseguimos personas”.
Competitividad, bien común y cooperación entre agentes económicos
Según García Echevarría, la Economía de mercado debe orientarse al bien común, de manera que entre todos los agentes económicos se articule un sistema de cooperación que favorezca la utilización de los recursos de modo “razonable”, con el objetivo último de conseguir una mayor competitividad, teniendo en cuenta que “la competitividad no la define el precio de las cosas, sino su valor, de manera que, por ejemplo, el obrero de una fábrica textil sea consciente de su importancia dentro del proceso productivo”.
En opinión del profesor, el origen de muchos problemas radica en que el mundo financiero ha desplazado a la Economía, algo que no tiene sentido “puesto que las finanzas son cortoplacistas y sólo la Economía puede generar valor a largo plazo, sobre todo si favorece el desarrollo integral de las personas”. “O usted favorece ese desarrollo o usted no tiene empresa dentro de unos años”, ha aseverado.
García Echevarría ha subrayado que uno de los grandes problemas de la civilización actual es la “cosificación”. “La persona ha desaparecido del orden económico y social. Sólo nos movemos por dinero y muchos se han convertido en mercenarios”, ha apuntado el catedrático, quien ha defendido también que los actores de los mercados financieros deberían sacar conclusiones claras de todo lo que ha motivado la crisis económica actual y “aprender modestia”.
El ejemplo alemán
En este contexto, ha subrayado que el motivo por el que en Alemania no han quebrado las pequeñas y medianas empresas familiares a pesar de la crisis reside en que se nutren de capital propio y no dependen de los bancos.
Según el profesor, Alemania debería ser un ejemplo para España en muchas otras cuestiones, especialmente en su apuesta por la innovación, que se concretó recientemente en la propuesta que realizó la canciller Angela Merkel al Parlamento de destinar 15.000 millones de euros a la investigación. En medio de las críticas de un diputado sobre la falta de oportunidad de esta medida en época de crisis, la política contestó que ésta era la única forma de asegurarse los puestos de trabajo en los próximos tres años.
Santiago García Echevarría
Nacido en Bilbao, Santiago García Echevarría es Doctor en Rer. Pol. por la Universidad de Colonia y en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido profesor de la Universidad Comercial de Deusto, de la Universidad Complutense y de la Universidad de Barcelona. Es Catedrático emérito de Política Económica de la Empresa en la Universidad de Alcalá y miembro de diversas instituciones y consejos.